Conocido por su conducta polémica, sus excentricidades, Maha Vajiralongkorn (68) -que gobierna como Rama X- no se presentó al festejo por su cumpleaños número 68. Sin embargo, las autoridades locales usaron su imagen para disimular su ausencia .
“Juramos solemnemente que haremos buenas obras y seremos la fuerza del país. Trabajaremos con honradez y seguiremos los pasos de Su Majestad para solucionar los problemas de la nación y del pueblo”, pronunciaron el primer ministro Prayut y su Gabinete, a cargo del colorido homenaje.
Las ceremonias se celebraron con medidas de distanciamiento físico debido a la pandemia de COVID-19, de la cual se han detectado un total de 3.297 casos hasta el momento, con 58 fallecidos, y aunque la transmisión de la enfermedad está controlada y muchas restricciones se han levantado, el estado de alarma sigue vigente hasta el 31 de agosto y aún no se han abierto las fronteras.
Homenajes similares tuvieron lugar en otras localidades del país y el primer ministro presidirá una vigilia esta noche en el centro de Bangkok con la ausencia del monarca.
La pasividad de Vajiralongkorn durante la pandemia le ha convertido en objeto de críticas que no tienen precedentes en un país donde la monarquía desempeña un importante papel. El mes pasado burló el aislamiento y se alojó en el Grand Hotel Sonnenbichl, en los Alpes de Alemania, junto a todo su harén, veinte concubinas. Acostumbra a pasar gran parte de su tiempo en Alemania. Allí tiene una segunda casa.
También trascendió que escapó de esa cuarentena para irse de fiesta, pero su escandalosa cuarentena y sus destratos familiares prácticamente no pueden ser cuestionados, ya que el país cuenta con una de las leyes de lesa majestad más estrictas del mundo, que castiga con hasta 15 años de prisión para el delito de injuriar al rey.
El rey figura en la lista de los hombrea más rico del mundo, con una fortuna heredada de su padre, el rey Bhumibol, de cerca de 28.000 millones de dólares, según Forbes.
El actual monarca heredó el trono tras la muerte de su padre, el rey Bumhibol, en 2016, aunque no se coronó hasta el año pasado, pero no ha heredado la popularidad de su progenitor, que reinó durante siete decenios y al que gran parte de los tailandeses reverenciaba como el padre de la nación y como una figura prácticamente semidivina.
Desde su ascenso al trono, Vajiralongkorn ha ampliado sus poderes y el control sobre el dinero y el vasto patrimonio de la Casa Real, así como sobre el poderoso estamento militar, que ha tomado el poder en trece golpes de Estado desde el final de la monarquía absoluta en 1932.
El rey se casó cuatro veces y tiene siete hijos de estas uniones y su actual esposa es la reina Suthida, una antigua azafata de 41 años con la que se desposó por sorpresa en una ceremonia en el palacio Dusit de Bangkok el 1 de mayo de 2019.
Tres días más tarde, el monarca se coronó en una tradicional ceremonia seguida de una procesión en la que fue llevado en palanquín por las calles de la capital.
En julio de 2019, el excéntrico rey nombró “consorte real”, un título que no se había empleado desde que se dejó de practicar la poligamia en la Casa Real tailandesa a principios del siglo XX, a una antigua enfermera de 34 años, Niramon Ounprom, pero esta cayó en desgracia tres meses más tarde y fue expulsada de palacio, sin que se sepa su paradero actual.
Su formación se dividió en colegios privados de Reino Unido y Australia, donde recibió instrucción militar, aunque la completó con una carrera en artes en la Universidad de Bangok. Toda su carrera la ha hecho en el ejército tailandés, donde ha trabajado como oficial de Inteligencia y en el Batallón de Protección del Rey.
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