El príncipe William reveló uno de los tantos privilegios que tuvo por ser miembro de la realeza británica: poseer un guardaespalda. Eso no hubiese sido nada raro, excepto por una anécdota que hizo pública y que pocos conocían.
Durante su adolescencia, en un agitado partido de fútbol, el duque de Cambridge no dudó en usar su escolta para “asustar a un rival” en el campo de juego y así obtener ventaja.
El hecho sucedió cuando estudiaba en Eton, la exclusiva escuela británica. En el medio del encuentro futbolístico, el príncipe convenció al jefe de sus custodios para que le apunte un lápiz láser a un jugador del otro equipo como si un francotirador lo estuviera atacando.
“Tenía alrededor de 15 años en ese momento, y le decía al rival ‘Mira, él te sigue, te sigue'“, explicó el nieto de la Reina Isabel II.
William compartió esta divertida anécdota durante una extensa conversación que tuvo mientras fue entrevistado en el podcast That Peter Crouch de BBC Radio 5. “That Prince William Epidose” (Ese episodio del príncipe William) es el nombre que le puso el conductor a esta entrevista que fue grabada en dos partes en el Palacio de Kensignton.
Crouch preguntó: “¿Pretendiendo tener un francotirador sobre él?”
William respondió: “Exactamente, lo inhabilitó por unos diez minutos”.
El mayor responsable de la seguridad de William de Inglaterra y su esposa, Kate Middleton, es la misma persona que protegió durante años a Lady Di. El escolta es apodado ‘Mel Gibson’ en su círculo más cerrado por el supuesto parecido con el actor.
En esa misma misma conversación, también contó otras historias de su adolescencia. Dijo que disfrutaba de la música de la mítica banda Queen y que Bohemian Rhapsody era su canción favorita de karaoke.
No solo hablaron de música, fútbol y salud mental, también se explayaron en el costado menos conocido del príncipe: su relación con su esposa Kate.
La conversación se centró en los peores regalos que le había comprado a la Duquesa de Cambrigde.
William sorprendió a los entrevistadores con su respuesta: “Le conseguí a mi mujer un par de binoculares. Kate nunca me deja olvidar ese regalo inusual. Eso fue al principio del noviazgo, hace mucho tiempo... creo que eso fue también lo que selló la relación. No estuvo bien. Honestamente, no tengo idea de por qué le compré un par de binoculares, me pareció una buena idea en ese momento”.
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