“¡OH, NO! ¿Esto le dará al Duque y a la Duquesa de Sussex otra razón para estar resentidos?”, se pregunta el Daily Mail en su apertura de hoy. Es que el próximo mes se producirá un nuevo episodio que puede marcar el quiebre total en la ya dañada relación de Harry y Meghan Markñe y el resto de la familia real británica.
Según informan los medios británicos, la Abadía de Westminster no tocará sus campanas para el cumpleaños de Meghan el mes que viene. El gesto, tradición en la realeza es muy esperado para los británicos.
“Las campanas suenan normalmente para marcar los cumpleaños de los miembros de la Familia Real”, explicó el vocero de la Abadía, donde el príncipe William y Kate se casaron en 2011. Siguiendo este razonamiento el próximo 4 de agosto, cuando Meghan cumpla 38 años, debería escuchar -a distancia, claro, porque ahora vive en EEUU- las campanadas en su honor. Sin embargo eso no sucederá.
Desde la Abadía explicaron que la ceremonia es una tradición para los “senior” de la realeza y para los que están en la línea de sucesión al trono y sus familiares. Sin dar más detalles, la declaración busca darle una explicación a la decisión de no hacer sonar las campanas por Meghan. El año pasado, de manera unilateral, Harry y Megan abandonaron la vida real y se mudaron a Los Ángeles. Así, su resolución también habría dejado en el camino el “privilegio” de las campanadas. Es que podría pensarse que abandonaron también su derecho al trono, aunque aún los especialistas en realeza debaten sobre los alcances del “Megxit”.
Pero aún cuando eso fuera así, la explicación no termina de ser convincente… Es que para añadir dolor a la herida de los Sussex, las campanadas sí que sonaron el 19 de febrero pasado cuando el Príncipe Andrés cumplió 60 años. Y, como Harry y Meghan, el hijo de la reina Isabel también abandonó todos sus deberes reales el año pasado, por lo que tampoco debería haber sido honrado... Además, Harry es el sexto en la línea del trono, dos lugares por delante de su tío Andrés.
“¿Las campanas no sonarán para la esposa de Harry pero sí para el príncipe acusado de abusar de mujeres y de tener una polémica relación con el fallecido pedófilo norteamericano Jeffrey Epstein?”, se preguntan los medios británicos. Probablemente eso mismo estén pensando los Sussex en Los Ángeles…
Aún faltan un poco más de dos semanas para el cumpleaños de Meghan y las cosas pueden cambiar. Pero el asunto de las campanadas ya se volvió un tema de debate nacional y está apunto de convertirse en el gesto explícito del quiebre del matrimonio de Harry y Meghan con el resto de la familia. Los especialistas en realeza ya hablan de un “punto de no retorno”.
Instalados en EEUU, el príncipe y su esposa, Meghan Markle, tienen en vilo a todos los royals, ya que su explosivo libro, Encontrando la libertad: Harry y Meghan y la formación de una familia real moderna, amenaza con dinamitar los cimientos de la familia. De hecho, el asunto de las campanas parece ser una reacción anticipada a su publicación.
Es que hasta ahora se esperaba que Meghan contara anécdotas de su vida lejos de casa, que revelara secretos intramuros o, incluso, algún maltrato o prejuicio que pudo haber sufrido al ingresar al selecto grupo siendo una completa forastera. Pero, según The Sun, el libro podría transformarse en un verdadero problema para la monarquía porque Harry y Meghan, en sus páginas, atacarían directamente al príncipe William, el heredero al trono.
Según detalla el medio británico, en sus testimonios para el libro, los duques de Sussex arremetieron contra William y Kate Middleton y los acusaron de ser “insensibles”, de no contenerlos e, incluso, de boicotear su salida de la realeza.
La novedad destruiría para siempre la posibilidad de un regreso de los Fab Four (Los fabulosos cuatro), como la prensa local llamaba a William, Kate, Harry y Meghan, por el magnetismo mundial que producían cuando se mostraban juntos… Esa armonía se evaporó cuando los Sussex se mudaron del Palacio de Kensington que compartían -en módulos separados, claro- y dejaron la fundación benéfica conjunta. Pero en los británicos siempre anidaba la esperanza de un retorno triunfal.
En la familia real preocupa que William, especialmente, sea retratado con una mala imagen. Este tipo de escaramuza familiar no debería estar ahí fuera, en público. Esto no debería pasarles a los futuros monarcas. El libro podría ser lo más perjudicial para la familia real desde la entrevista de Diana con Martin Bashir”, aseguró una fuente a The Sun haciendo referencia a la recordada nota en la que Lady Di contó las infidelidades de Carlos.
Nadie sabe exactamente qué contarán en el libro, pero la palabra “insensible” retumba en Buckingham. Que ese calificativo quede asociado al futuro rey es la máxima preocupación.
El libro de 320 páginas, que se lanzaría el 11 de agosto, está escrito por el británico Omid Scobie, un gran defensor de la duquesa, y por la estadounidense Carolyn Durand.
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