“El sofá de hablar”: el método que usan William y Kate para educar a sus hijos lejos de las rígidas reglas monárquicas

Sentados tranquilamente en un sillón de su casa, entablando una conversación sin gritos ni retos -y sin enviarlos al "rincón para pensar" como algunos especialistas aun aconsejan en el Reino Unido- resuelven los problemas con sus tres pequeños. El rol de la niñera española, María Teresa Turrión Borrallo

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La clave secreta de príncipe
La clave secreta de príncipe Guillermo y Catalina de Cambridge para educar a sus hijos

La educación de un príncipe no es un tema simple y sus padres lo saben muy bien. Los duques de Cambridge, William y Kate, tienen tres hijos George, Charlotte y Louis, de 6, 5 y 2 años de edad, respectivamente. Un artículo que publica The Sun, revela cómo es la relación puertas adentro del Palacio entre los cinco integrantes de la familia real, donde se asegura que los gritos no son necesarios bajo ninguna circunstancia.

Lejos de implementar el clásico “rincón para pensar” -que algunos especialistas en educación continúan aconsejando- los problemas con los niños se resuelven en el “sofá de hablar”, donde William y Kate dialogan con ellos sobre la travesura que realizaron, explicándoles por qué no debe volver a repetirse y cuáles pueden ser las consecuencias de su accionar. La duquesa es un poco más estricta que su marido.

El príncipe Guillermo jugando con
El príncipe Guillermo jugando con sus tres hijos (Reuters)

“Guillermo o Kate llevan al niño travieso al sofá y hablan con calma de lo ocurrido. Les explican las consecuencias. Siempre sin gritar: gritar está totalmente fuera de las opciones”, aseguró una fuente al citado medio británico.

Uno de los pilares de los duques de Cambridge es su histórica niñera española, María Teresa Turrión Borrallo, una mujer muy preparada para desempeñar un rol tan importante.

Catalina de Cambridge junto a
Catalina de Cambridge junto a la princesa Charlotte (Photo by Chris Jackson/Getty Images)

La niñera de los príncipes, nacida en Palencia, fue elegida por sus padres en una selección muy rigurosa, que incluyó a postulantes de todo el mundo. La mujer, de 42 años, está entrenada para la crianza y educación de los pequeños, ya que estudió en una de las escuelas de niñeras más prestigiosas del mundo, el Norland College. A diario, luce el típico uniforme con sombrero y, sin duda, se trata de una Mary Poppins muy moderna. Se unió a la familia real en 2014, ya que fue contratada cuando el príncipe George tenía 8 meses.

“María es firme pero nunca actúa de forma unilateral con los niños en cuestiones de disciplina”, revela la fuente. “Kate y Guillermo, junto con María, son estrictos con los niños, pero tienen esa habilidad mágica que les hace parecer que no serlo. Es una operación militar pero nunca adivinarías, porque trabajan arduamente en la educación de sus hijos, haciendo que todo parezca más relajado y feliz para los tres niños. Son muy buenos escuchando a sus hijos pero son firmes”.

Los gritos no están permitidos
Los gritos no están permitidos en la crianza de los príncipes, quienes mantienen una estrecha relación con su niñera española (Photo by Arthur Edwards / Pool/ Getty Images)

Los pequeños se comportan muy bien en público y obedecen a sus padres, sin hacer berrinches en sus apariciones oficiales. Sin embargo. una de las travesuras de la princesa Charlotte quedó en evidencia frente a la prensa cuando, en una competencia de regatas, le sacó la lengua a las personas que la rodeaban. El hecho fue tomado a broma, aunque hubo quienes se molestaron por la actitud de la pequeña.

La princesa Charlotte en un
La princesa Charlotte en un gesto que despertó polémica (Reuters)

El medio británico indica que los niños se comportan muy bien cada vez que asisten al exclusivo club de campo The Hurlingham Club, ubicado en Fulham. “La familia cena al aire libre, juegan y nunca hay berrinches. Los niños hacen fila con el resto y nunca hay concesiones especiales”.

Hace poco, el príncipe Guillermo reveló en una videollamada pública que la parte más difícil con sus hijos suelen ser las cenas, ya que “el éxito depende de lo que haya en el plato”.

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