Con la llegada de las tradicionales celebraciones de Año Nuevo, muchas familias peruanas están optando por diferentes platillos en lugar del típico pavo al horno para dar la bienvenida al año que comienza.
Justamente en el Perú, reconocido por su rica diversidad culinaria, se observa una tendencia a preferir alternativas gastronómicas que mejor se ajusten a sus gustos y tradiciones personales.
La elección de estas opciones responde no solo a preferencias personales, sino también a la intención de romper con las prácticas comúnmente establecidas y celebrar con ofertas culinarias que mejor representan la identidad cultural del país.
Lechón al horno
El lechón, conocido por su sabor distintivo, se ha establecido en la tradición navideña peruana como una alternativa para quienes buscan diversificar los sabores en estas celebraciones. A quienes opten por esta opción, en esta nota tendrán todos los detalles para asegurar un resultado que cumpla con las expectativas de sabor y presentación que la ocasión amerita.
Ingredientes
Un lechón de 9 a 10 kilos
Seis naranjas de jugo (grandes, de preferencia)
Tres limones
1/2 taza de crema de ají mirasol
1/2 taza de pisco
Una cucharadita de pimienta molida
Dos cucharadas de ajo molido
Una cucharadita de comino molido
Tres cucharadas de sal
Dos ramas de romero
Cuatro hojas de laurel
1/4 taza de aceite aproximado
Dos cucharadas de harina sin preparar
Preparación
Según el proceso tradicional, el lechón debe ser lavado y adobado con un día de anticipación para realzar su sabor. Después de ser lavado meticulosamente, el lechón se seca y se coloca en una fuente con la piel hacia abajo para ser macerado con zumo de naranja y limón durante tres horas.
Una vez que esta etapa concluye, el lechón es untado con un aderezo compuesto por ajo, comino, ají mirasol, pimienta, pisco, sal y aceite, para luego ser refrigerado hasta el día siguiente. Pasadas las 24 horas, el proceso continúa seis horas antes de la cena al sacar el lechón hasta que tome la temperatura del ambiente.
Luego se precalienta el horno a 175°C (350°F) y el lechón se baña con el zumo cítrico reservado, añadiendo romero y laurel como aromatizantes. Se hornea por tres horas a temperatura media y luego se incrementa a 200°C (400°F) hasta obtener una carne cocida por dentro y dorada por fuera.
Tras sacar el lechón del horno, se procede a elaborar la salsa utilizando el jugo de la cocción y harina diluida para espesar. Este manjar puede ser servido con múltiples guarniciones tales como arroz, humitas, pan, puré de camote, manzana o salsas típicas que realzan aún más su exquisito sabor.
Finalmente, la salsa obtenida tras la cocción se sirve en una salsera para acompañar al lechón, que ha de presentarse en la mesa en todo su esplendor.
Puré de manzana
El puré de manzana, una elección predilecta para culminar las veladas en Perú, emerge como una de las opciones de postre más populares durante las festividades. Su sencillez en la preparación y atractivo sabor lo convierten en un platillo de elección entre los peruanos.
Ingredientes
Un kilo de manzanas
Medio kilo de azúcar
Canela en polvo al gusto
Dos ramitas de canela
Dos cucharadas de jugo de limón
Preparación
Esta comienza con la limpieza e higiene de las manzanas, las cuales deben ser lavadas, peladas y liberadas de su núcleo. Se cortan luego en cubos pequeños, que se cocerán a fuego lento junto con ramas de canela y agua, durante aproximadamente 30 minutos.
Al transcurrir este tiempo, se prosigue añadiendo medio kilogramo de azúcar y dos cucharadas de jugo de limón, ajustando la cantidad de agua si es necesario para mantener la consistencia deseada.
Como toque final, y según el gusto del consumidor, se agrega canela en polvo mientras se mezcla el puré de manera gradual, justo antes de retirarlo del fuego para su enfriamiento.
El puré puede ser adornado con un poco de canela o, si se prefiere, enriquecido con frutos secos como pasas o guindas. Estos ingredientes adicionales aportan una textura y sabor distintivo que complementan el sabor de la manzana y la canela.
Arroz a la jardinera
En el Perú, el arroz a la jardinera ha trascendido su disfrute dominical para convertirse en uno de los platos predilectos de las familias durante las celebraciones de Año Nuevo.
Y es que este platillo, emblemático de la gastronomía criolla, no solo se reserva para los festines domingueros, sino que también se ha ganado un lugar especial en la cena de Nochebuena, prometiendo impresionar a los comensales con su sabor y presentación.
Ingredientes
Tres tazas de arroz
Tres tazas de agua
½ taza de zanahoria picada a cuadritos
½ choclo bebé desgranado
½ taza de garbanzos frescos
Una taza de arvejas desgranadas
½ taza de acelga y espinaca picada
Dos dientes de ajo picados
½ pimiento picado a cuadritos
½ taza de pallares verdes
Dos cucharadas de aceite vegetal
Una cucharadita de ralladura de azafrán
Tres cucharadas de cebolla picada
Una cucharadita de perejil picado
Pimienta, sal y sazonador al gusto
Instrucciones
Presentando dos versiones, una con chancho y otra con pollo, la receta requiere una técnica especial para que la carne y el arroz se cocinen en punto y armonicen en sabores. Se recalca la importancia de freír las presas de cerdo justo antes de finalizar la cocción del arroz, dado que el chancho demanda más tiempo en la sartén que el pollo.
El proceso inicia dorando una cebolla hasta que esta se torne transparente, para posteriormente añadir ajo, pimienta y azafrán, ingredientes que se cocinan hasta obtener una mezcla espesa que servirá de base para el plato.
A este aderezo se le adiciona agua, que se permite evaporar, antes de introducir los vegetales más duros como garbanzo, choclo, zanahoria y pallares, que se dejan al fuego por siete minutos, asegurando una cocción uniforme y la integración de los aromas.
Acto seguido, se incorporan tres tazas de arroz previamente lavado y la misma cantidad de agua, junto con sal y sazonador. La cocción a fuego moderado es clave hasta el momento de mover el arroz de forma cruzada, después de quince minutos.
En la parte final de la preparación, se agregan pimiento, espinaca, acelga y perejil, y se cocina todo por cinco minutos más. Como último toque, se mezcla el arroz con la carne, permitiendo la fusión de sabores antes de servir. Este plato se puede acompañar con cebolla, rocoto y limón, realzando así la experiencia culinaria para una ocasión especial.
Pierna de cordero a la griega
Un plato fuera de la común, pero igual de delicioso que las anteriores opciones, es la pierna de cordero a la griega. Aquí se mezcla lo mejor de la cocina europea con los insumos de nuestra geografía.
Ingredientes
- Dos piernas de cordero deshuesadas y abiertas
- Cuatro dientes de ajo
- Un huevo
- Orégano
- Canela
- 100 gr. de pistachos
- 100 gr. de pan rallado
- Un limón
- Miel
- 100 gr. de queso feta
- 300 ml. de vino blanco seco
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta negra
Preparación
La elaboración de este platillo involucra rellenar y asar una pierna de cordero, y ha sido destacada por su original combinación de sabores y texturas. La receta sugiere precalentar el horno a 200° C (392° F) e integrar pistachos, cítricos y hierbas para la mezcla del relleno.
El proceso continúa al disponer la carne sobre una tabla con la piel hacia abajo para luego rellenarla y asegurarla con un hilo o cordón. Este procedimiento garantiza que la carne conserve su forma durante el asado.
Una vez en el horno, la pierna de cordero debe cocerse inicialmente a alta temperatura durante 10 minutos, seguido de una cocción más prolongada a 170° C (338° F) tras agregar vino al gusto.
La fusión de dulce y salado se logra al barnizar la carne con la miel cuando ha culminado el tiempo de horneado. Tras dejar reposar la carne durante un periodo de 20 minutos, se sirve en rodajas, permitiendo a los comensales disfrutar de un plato que promete convertirse en un clásico de la cocina moderna.
Tarta de fresas y almendras
Este postre es uno de los más sencillos de hacer y de los que mayor éxito tienen en el mundo entero, pues gusta tanto a grandes como a chicos y se ha convertido en una dulce tradición en estas fiestas de fin de año.
Ingredientes
- Un paquete de masa brisa
- 250 g de fresas
- 15 g de azúcar
- El jugo de un cítrico (lima, limón o naranja)
- Esencia de vainilla
- Un huevo
- Almendras laminadas
Preparación
El proceso comienza con la preparación de las fresas, las cuales deben ser lavadas, deshojadas y cortadas en pedazos para luego mezclarlas en un recipiente con azúcar, el jugo de algún cítrico, y un toque de esencia de vainilla. Esta mezcla se deja reposar en el refrigerador durante unos 30 minutos para intensificar los sabores.
La historia prosigue con la masa, prefiriendo la masa brisa por su textura crujiente y fácil manejo. Se sugiere precalentar el horno a 180 grados Celsius (356 grados Fahrenheit), colocar papel vegetal sobre una bandeja apta para horno y extender la masa sobre este.
Las fresas deben ser bien escurridas antes de colocarlas sobre la masa, dejando un margen libre en los bordes, que luego se doblarán hacia adentro. A esto, se añade un pincelado de huevo batido en los bordes y se decora con almendras fileteadas.
Con la tarta lista para cocinar, el horno recibe la preparación por unos 20 minutos a la temperatura inicial, para luego bajarla a 150 grados Celsius (302 grados Fahrenheit), dejándola entre 15 y 20 minutos más hasta que la masa adquiera un color dorado y crujiente, teniendo cuidado de prevenir que se queme.