Perú: balance y expectativas económicas para el 2023

La experta Ana Reátegui hace una retrospectiva del año que pasó y expone qué podemos esperar en casa para el presente periodo

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Perspectivas económicas del Perú para
Perspectivas económicas del Perú para el 2023.

Cuando iniciaba el año 2022, se tenían expectativas globales favorables. Sin embargo, el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania marcó fuertemente nuestras vidas y, tal vez, pocos pensaban que Ucrania resistiría hasta la fecha

Hoy, a pocos días de terminar el año, no todo ha salido según lo esperado. Estados Unidos presenta indicadores un tanto confusos. Una tasa de crecimiento de aproximadamente 2.4%, un desempleo muy bajo, pero una tasa de inflación que supera el 7%, que termina consumiendo el bienestar del crecimiento y el empleo.

Si bien hay más empleo y mejor remuneración, el aumento de los precios provoca una sensación de malestar en la población. ¡Tremenda paradoja!

Por otra parte, en Europa la situación no es tan diferente. Economías poco dinámicas, países que ingresan a un invierno que requiere el uso de gas, petróleo, carbón, etc., con mayor intensidad, y que ha provocado que los esfuerzos logísticos se concentren en el hemisferio norte, acentuando el incremento de los precios internacionales.

Para el Perú, el 2022, ha sido un año complejo. Una crisis política persistente, poca atención del gobierno nacional, de los gobiernos regionales y municipales para ejecutar sus presupuestos. Un último dato da cuenta que, a noviembre, 33 municipios de Lima han ejecutado menos del 50% de su presupuesto. Un resultado preocupante, ya que se trata de la capital, donde también hay múltiples necesidades como los servicios de limpieza pública, entre otros.

En ese sentido, ¿qué podemos esperar en casa para el 2023? Desde el plano internacional, debemos esperar que pase el primer trimestre. Los precios internacionales de las principales materias primas deberían comenzar a bajar, hacia el segundo semestre, y debería ayudarnos a reconducir la inflación nacional, que hoy bordea el 8%.

Sin embargo, este escenario nacional también estará fuertemente afectado por la capacidad que tenga el gobierno de la presidente Dina Boluarte para pacificar el país y que la convulsión no siga afectando la producción nacional. Por ejemplo, lo que ha sucedido en las últimas semanas, especialmente en las regiones del sur, ha provocado grandes pérdidas que podrían estar superando los USD 350 millones y que impactará en nuestros números finales.

Como sabemos, el sector servicios ha sido uno de los más afectados, nuevamente. Recordemos que durante la pandemia no pudieron trabajar, por lo que los empresarios de este sector deben ser de los más endeudados y, seguramente, esperaban esta gran campaña navideña para mejorar sus resultados anuales. Por lo tanto, es probable que nuevamente deba generarse esquemas de refinanciamiento para ellos.

Con mayor paz social, esperaríamos poder aprovechar los efectos de una balanza comercial aún positiva, que seguirá sosteniendo buena parte de nuestro crecimiento. Sobre el nivel de gasto del ejecutivo, nos enfrentamos a un cambio de autoridades, por lo que no podemos esperar mucho. Respecto a las inversiones, seguramente seremos los propios peruanos los que, estando en el mundo formal o informal, seguiremos avanzando, ya que poco se podría hacer para atraer nuevas e importantes inversiones internacionales. Finalmente, en el caso del consumo, seguramente los peruanos aprenderemos a ser más cautos, forzados por la situación de inestabilidad latente.

Ana Reategui
Ana Reategui

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