Desde hoy, viernes 6 de enero, empezó a correr los 180 días que tiene la municipalidad de La Molina para ejecutar la demolición total del denominado ‘Muro de la vergüenza’ que divide a ese distrito y a Villa María del Triunfo. El plazo máximo para hacerlo finalizaría la primera semana de julio del 2023.
Pese a que se conoció del fallo con anticipación, aún estaba pendiente que el Tribunal Constitucional (TC) publique la sentencia en la que se señala que la estructura de 4.5 kilómetros afecta el derecho a la libertad de tránsito y de manera conexa a los derechos a la igualdad ante la ley y a la no discriminación.
A través de una nota de prensa, el TC confirmó que procedió a publicar la resolución que declara fundada la demanda de habeas corpus, interpuesta el 6 de junio de 2017 por Carlos Francisco Hinostroza Rodríguez contra el entonces alcalde de La Molina, Juan Carlos Zurek.
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La sentencia exhorta al Poder Ejecutivo que disponga las medidas necesarias para la implementación total y puesta en marcha del Parque Ecológico de La Molina.
De igual forma, insta al Congreso de la República a aprobar leyes conducentes a combatir la usurpación y el tráfico de terrenos de manera integral, así como a las demás municipalidades evitar que construyan o mantengan muros divisorios entre distritos.
La sentencia fue aprobada por unanimidad por los magistrados Francisco Morales Saravia (titular del TC), Luz Pacheco Zerga, Gustavo Gutiérrez Ticse, Helder Domínguez Haro, Manuel Monteagudo Valdez y César Ochoa Cardich.
Instancias internacionales
El alcalde de La Molina, Diego Uceda, adelantó que hay “la posibilidad” de recurrir a instancias internacionales para evitar el cumplimiento de la sentencia que ordena el derrumbe del muro que divide su distrito con Villa María del Triunfo.
“Una sentencia del TC no se puede apelar, pero sí se puede ir a instancias internacionales, pero además hay una estrategia para pedir ampliaciones y estrategias legales”, señaló.
Uceda rechazó la denominación de ‘muro de la vergüenza’ y aclaró que la estructura es una pirca en el límite del Parque Ecológico de La Molina y Villa María del Triunfo.
“Estamos defendiendo un parque ecológico, que delimita con Villa María del Triunfo, que tiene más de 200 hectáreas y que va a ser el pulmón verde que Lima necesita. Lo venimos trabajando esto desde la gestión del alcalde Paz de la Barra, quien inauguró más de 20 hectáreas y pensamos hacer 50 hectáreas más”, sostuvo.
Ricos y pobres
Los peruanos llaman el ‘Muro de la vergüenza’ a la construcción de una barrera de piedra con alambre con púas de 4,5 kilómetros de longitud, en el año 2011, que separa separa el asentamiento humano La Florida, en Villa María del Triunfo, de la urbanización Las Praderas, en el distrito de La Molina.
Este cerco fue levantado en el límite con Pamplona Alta, que pertenece al municipio de San Juan de Miraflores. Es un poco más bajo que los de los condominios privados y tiene un lugar de paso, donde hay un puesto de control de la guardia municipal de La Molina.
En todos estos años, los residentes de una de las zonas que alberga a gente adinerada de Lima han señalado que este cerco “los protege” de la inseguridad ciudadana y de la invasión de terrenos, que se ha adueñado de gran parte de La Florida, una zona donde apenas tienen agua potable y sus construcciones son de esteras.
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