Elvira García y García: la historia de cómo se convirtió en la pionera de la educación femenina en Perú

Desde muy joven se dedicó a la enseñanza e introdujo cambios revolucionarios para su época.

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Elvira García y García impuso una nueva manera de dar educación a los niños de Perú  (IE Elvira García y García)
Elvira García y García impuso una nueva manera de dar educación a los niños de Perú (IE Elvira García y García)

La historia del desarrollo de las mujeres en el Perú parece ser más complicada de lo que parece debido a las múltiples trabas que han tenido que pasar desde siempre. Sin embargo, de esta tierra han salido personalidades disruptivas que los cambiaron todo. Y como siempre ocurre, todo tiene una primera vez en la vida.

La educación femenina también tuvo un punto de inicio y a través de la historia nos ha dejado grandes nombres para recordar en muchos ámbitos. Ese es el caso de Elvira García y García, quien desde temprana edad sabía lo que quería ser en la vida y no se cansó hasta lograrlo y convertirse en la pionera de la educación femenina en el país.

Pasión juvenil

Sentada a la izquierda Elvira García y García al lado de sus hermanas Octavia y Rosalía. (Milla, Batres. Diccionario Histórico y Biográfico del Perú)
Sentada a la izquierda Elvira García y García al lado de sus hermanas Octavia y Rosalía. (Milla, Batres. Diccionario Histórico y Biográfico del Perú)

Nacida como Elvira García y García Bert, el 1 de junio de 1862 (Lambayeque), la hija del contralmirante Aurelio García y García y de Eulogia Bert, comenzó su vida escolar en el Colegio de Educandas de Trujillo, pero terminó esa etapa en Lima, adonde su familia se mudó.

Desde temprana edad se percató de la importancia de los estudios y la falta de lugares para hacer que se dediquen exclusivamente a las mujeres. Pues a finales del siglo XIX recibir instrucción era solo un privilegio que solo los hombres tenían.

Cuando tenía tan solo 18 años, en 1880, comenzó su camino por la docencia y entró a trabajar como profesora en el Colegio Santa Isabel. Ya en 1883, fundó el Liceo Peruano para la enseñanza de señoritas, en el Callao.

Para el año siguiente, la joven educadora logró graduarse como profesora de Instrucción Primaria. Con el primer título bajo el brazo, García y García se hizo cargo de la Escuela Municipal Nº 10 del Callao. En el puesto se mantuvo hasta 1894. Un poco antes, en 1890 se le otorgó el diploma de Preceptora, gracias a la Comisión de Instrucción Primaria.

Terminada su labor en el primer puerto, en 1894 se le encarga la dirección del Liceo Fanning, colegio que había sido fundado por otra educadora como ella, Teresa González de Fanning. Este lugar estaba destinado exclusivamente a la educación femenina.

Este sería el lugar que marcaría a Elvira y en donde ella dejaría la huella más importante de su paso por este mundo al dar inicio a una serie de reformas que tenía como objetivo mejorar el nivel de enseñanza en el Perú. Aquí estuvo desde 1894 hasta 1914.

Las innovaciones

Elvira García y García trajo la enseñanza de educación física en los colegios peruanos  (García y García, Elvira: Educación Moderna- 1906).
Elvira García y García trajo la enseñanza de educación física en los colegios peruanos (García y García, Elvira: Educación Moderna- 1906).

Entre las principales reformas que llevó a cabo fue la enseñanza por primera vez de la educación física. Para tal fin, hizo venir desde los Estados Unidos a Elsie Wood, otra revolucionaria de la educación.

Y como la costumbre suele ser más fuerte que la novedad (o que el amor), muchos padres de familia se opusieron ferozmente a esta práctica considerándola como poco convenientes y hasta dañino para sus hijas. Algunos hasta llegaron a retirarlas para colocarlas en otros colegios más tradicionales.

Otra situación pasó cuando en 1900 quiso organizar con varias de sus alumnas un “sociedad auxiliadora de los pobres”. La idea era recaudar dinero para repartirlo luego entre las familias de más bajos recursos de la capital.

Esta idea fue malinterpretada por muchos y sumado a alumnas nuevas que se negaron a prestar dicha ayuda, por lo que todo quedó descartado.

Pero la reforma que lo cambió todo en el Perú: en 1902 fundó el primer kindergarten froebeliano. Es decir, basada en las ideas del pedagogo alemán Friedrich Fröbel, creó el primer jardín de infancia del Perú, dedicado para a niños de 2 a 7 años.

Logros y viajes por el continente

Elvira García y García al lado de sus alumnos de primer jardín de la infancia del país (García y García, Elvira: Educación Moderna- 1906)
Elvira García y García al lado de sus alumnos de primer jardín de la infancia del país (García y García, Elvira: Educación Moderna- 1906)

Elvira García y García también sería recordada por obtener el título de profesora de Segunda Enseñanza en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Esta era la primera vez que una universidad peruana entregaba un título de esa naturaleza. En 1909 se hizo cargo de la revista El Hogar y la Escuela.

Cuando llegó 1915, fue enviada al Cusco por el mismo presidente José Pardo y Barreda. ¿La misión? Pues realizar las mismas reformas que ya había hecho en Lima.

Una nueva oportunidad de seguir acumulando conocimiento le llegó en 1917 cuando se realizó una gira por Argentina, Uruguay y Brasil, con el fin de conocer y comparar otras realidades con respecto a la educación.

Fruto de esta travesía, y ya de vuelta en Lima, fundó la Academia de Enseñanza Superior para Mujeres, la misma que funcionó de 1920 hasta 1932.

En la última de etapa de su vida, García y García fue nombrada profesora de Castellano del primer Colegio Nacional de Mujeres (llamado luego Rosa de Santa María), en 1928.

Más tarde ser convertiría en su directora desde 1931 hasta su jubilación en 1941. Pero eso no fue impedimento para que siga ejerciendo lo que era su pasión: enseñar. Por lo que también impartió clases en el Colegio Nacional Alfonso Ugarte hasta casi los 80 años.

El último homenaje

Elvira García y García promoviendo los juegos al aire libre de sus pequeños alumnos. (García y García, Elvira: Educación Moderna- 1906)
Elvira García y García promoviendo los juegos al aire libre de sus pequeños alumnos. (García y García, Elvira: Educación Moderna- 1906)

Luego de una larga y activa vida dedicada a la enseñanza, Elvira García y García murió en Lima el 23 de octubre de 1951, a la edad de 89 años.

Poco más de un año después, el 28 de noviembre de 1952, se dispuso por D.S. N° 9230 que el Liceo Lima cambie de nombre y sea conocido como Institución Educativa Elvira García y García.

Su influencia y su legado han traspaso las fronteras del tiempo. Tan solo el año pasado, 2022, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables le otorgó de manera póstuma la “Orden al Mérito de la Mujer” en el marco del día de la mujer, celebrado el 8 de marzo. En el acto también fueron reconocidas otras 24 mujeres peruanas por promover la igualdad de género.

De manera particular, el reconocimiento a Elvira García y García Bert llegó por “su contribución en la promoción de los derechos de las mujeres desde el campo de la educación”.

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