Alcaldes y sus primeros días de gestión: Se someten al polígrafo y reciben azotes de párroco

Algunas nuevas autoridades distritales y provinciales protagonizaron en sus primeros días de gestión llamativos sucesos para deslindarse de la sombra de la corrupción y cerciorarse que este mensaje llegue a la población.

En la región de La Libertad, Arturo Fernández Bazán, alcalde de la Municipalidad Provincial de Trujillo, se sometió de forma voluntaria a la prueba del polígrafo, también conocida como detector de mentiras, para demostrar que tiene “las manos limpias”.

Al burgomaestre se le preguntó si cometió actos de corrupción durante su gestión como alcalde de Moche, así como si pensaba cometer actos de corrupción en su nuevo cargo. Según se informó, los resultados de la prueba se conocerán recién en 48 horas.

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Comunicó que los funcionarios que lo acompañarán en su gestión también pueden pasar la prueba, si en caso así lo deseen.

“Ya se les entregó la resolución, voy a recorrer área por área y de la misma manera voy a invitar a que pasen por aquí los trabajadores de licencia, fiscalización y obras, no es una obligación, porque después me pueden demandar; entonces, como lo ha dicho el poligrafista internacional, van a venir aquí los que de manera voluntaria acepten la invitación o los buenos funcionarios que quieran venir”, acotó.

Además, la autoridad edil formuló una invitación para que también sean sometidos a la misma prueba César Acuña, gobernador regional de La Libertad; y el general PNP Augusto Ríos Tiravanti, jefe de la III Macro Región Policial de La Libertad.

“Invito al general Tiravanti que pase por el polígrafo. Invito a la Policía que me ha denunciado y enjuiciado y me ha ganado la sentencia en primera instancia que también pase por el polígrafo. También al exalcalde de Trujillo, Daniel Marcelo y José Ruiz; y por supuesto, el señor César Acuña Peralta”, señaló.

En Huancavelica, otro hecho llamativo lo protagonizó Óscar Ramírez Trucios, quien durante una misa se dejó azotar por el párroco José Raúl Ayuque Tornero.

En imágenes se aprecia al sacerdote azotar a la nueva autoridad edil y a sus regidores con un artefacto conocido como ‘tres puntas’, mientras decía unas palabras en quechua.

También se observa cómo las nuevas autoridades besan el látigo tras haber sido golpeados, mientras el párroco les recuerda que su trabajo es servir al pueblo y no beneficiarse directamente.

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