Año Nuevo es sinónimo de celebración, esperanza y nuevos comienzos. Sin embargo, para muchos hinchas de Alianza Lima es el recordatorio de una de las mayores tragedias en su historia. Se trata de la muerte de Sandro Baylón, quien fue uno de los futbolistas más prometedores del Perú a fines de los años 90, hasta que perdió la vida en un funesto accidente automovilístico en las primeras horas del año 2000.
Los peruanos celebraron la llegada del nuevo milenio sin saber que, en la madrugada, un trágico suceso ocuparía todos los noticieros. El futbolista, de solo 23 años, había perdido la vida al estrellar su vehículo contra un poste mientras manejaba por una de las curvas de acceso de la Costa Verde a la altura de la playa Marbella, en el distrito de Magdalena del Mar.
El accidente se habría producido por una distracción del defensor con su celular, quien no se percató de la curva que tenía enfrente. La Policía llegó a esta conclusión porque, en su registro de llamadas, figuraba una de tan solo un segundo de duración, producida a la misma hora del accidente. El futbolista no se había colocado el cinturón de seguridad e iba a una velocidad de 130 kilómetros por hora.
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Su amigo y compañero en Alianza, Henry Quinteros, contó que Sandro Baylon falleció mientras se dirigía visitarlo a su casa en la playa Santa María: “Quedamos que cada uno recibiría las 12 en su casa y luego nos juntábamos con nuestras parejas y las de mis hermanos. Lo estábamos esperando, no llegaba y la radio informó la tragedia”, reveló a El Trome. Ambos también integraban la selección Sub 23 que se preparaba para el Preolímpico de Brasil, pero habían recibido permiso del técnico Teddy Cardama para pasar las fiestas.
La corta carrera de Sandro Baylón
El ‘Mudo’, como lo llamaban por su carácter callado, nació el 11 de abril de 1977 y creció en un hogar humilde en el distrito de Independencia. Debutó como profesional en 1996 en Bella Esperanza, filial de Alianza en segunda división. Se desempeñó como defensor y sus destacadas actuaciones en 1997, propició que el técnico Jorge Luis Pinto lo ascendiera al plantel principal para formar parte del equipo que consiguió el título nacional después de 18 años.
Poco a poco, Sandro Baylón fue asentándose como una de las figuras del cuadro ‘blanquiazul’, destacando como un central potente y rápido, con buena trato de balón para dar salida al equipo o incluso proyectarse al ataque.
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La temporada 1999 alcanzó su pico de rendimiento, ya que llevó a los ‘íntimos’ a la final del campeonato. Uno de sus partidos más memorables fue el golazo de volea para el triunfo 2-1 sobre Sporting Cristal, seguido de su particular celebración juntando las manos en señal de rezo y mirando al cielo, imagen que quedó inmortalizada hasta el día de hoy en pinturas, bombos, diseños y demás homenajes.
Pese a que, perdieron la final ante Universitario de Deportes, el defensor fue escogido mejor jugador del campeonato. Además, diversos medios informaban que agentes del Werder Bremen, que estaban recientemente habían fichado a Claudio Pizarro, se mostraron interesados en contratarlo, por lo que era muy probable que pegue el salto a Europa.
Su carrera con la selección peruana también estaba en alza, había sido escogido capitán de la Sub 23 que iba a disputar el Preolímpico en Brasil con miras a los Juegos Olímpicos Sidney 2000 y el estartega Francisco ‘Pacho’ Maturana lo tenía en sus planes para afrontar las Eliminatorias rumbo al Mundial Corea-Japón 2002.
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El legado de Sandro Baylon
Tras su muerte, el nombre de Sandro Baylon quedó inmortalizado para los hinchas de Alianza Lima y pese a su corta trayectoria, fue elevado hasta la categoría de ídolo. El 2 de enero del 2000 sus restos fueron velados en el estadio Alejandro Villanueva con la presencia de amigos y familiares. En dicho evento se permitió el ingreso de público, por lo que llegaron más de 10 mil personas a darle el último adiós. Además, una multitudinaria caravana lo acompañó a su entierro en el Cementerio Campo Fe de Huachipa.
Durante los días posteriores a su fallecimiento, hubo mucha gente que acudió al poste donde se estrelló el jugador, para dejarle flores, camisetas de Alianza, fotos, recortes de periódico y posters, en forma de homenaje.
En 2001, Rafael Arias, una de las cabezas de la barra de Alianza Lima, elaboró un enorme bombo de 2 metros de diámetros y 45 kilogramos de peso, que recibió el nombre de ‘Sandrito’. Su primera aparición fue el 12 de mayo de 2001 en un empate 1-1 contra Sporting Cristal en Matute. Dicho instrumento es uno de los símbolos del Comando Sur.
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Hoy en día Sandro Baylon es considerado un ángel para los hinchas blanquiazules e incluso algunos le rezan para pedirle favores. Esta idea se ve reforzado en muchas imágenes en las que aparece con alas. En 2021, por el 21 aniversario de su partida, Alianza Lima, con ayuda del artista ‘Dumser1′ elaboró un mural del futbolista en una de las paredes de Matute.
En los años posteriores, las autoridades peruanas tomaron mayores medidas para la prevención de accidentes en la Costa Verde, como colocar muelles y rejas para forzar a los autos a disminuir su velocidad. Con el paso de los años, también se fueron implementando leyes como la prohibición de utilizar el celular mientras se maneja o nuevos límites de velocidad.
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