Puno: Turba mató a policía y vigilante que robaban disfrazados de obreros

Un policía y un vigilante murieron al ser asesinados a golpes por una turba de 30 ciudadanos de un centro poblado cuando intentaron robar a tres personas en la calle de la urbanización 20 de enero en La Rinconada, Puno.

A las 20:52 horas del sábado 24 de diciembre, los dos hampones, vestidos como obreros, interceptaron a las víctimas, se abalanzaron y les quitaron todas sus pertenencias de valor.

Los transeúntes forcejearon con los ladrones por unos minutos; gritaron para pedir ayuda y los vecinos de la urbanización salieron a socorrerlos: rodearon al policía y al vigilante, y los mataron a golpes.

Una de la víctimas que se resistió al asalto, identificado como Víctor Jhony Palacios Llanque (37), fue llevado por sus propios familiares al hospital de Juliaca: esperaron a un especialista para que le retire una bala que tiene en el cuerpo a la altura de la clavícula. Pero el doctor nunca llegó, por lo que fue evacuado a una clínica en Arequipa.

Los progenitores del herido denunciaron que la PNP de La Rinconada se negó a ayudarlos con la excusa de que no tenían combustible, aunque sí trasladaron a los dos fallecidos asesinados por la turba.

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El padre de Palacios Llanque manifestó que el estado de salud de su hijo es delicado y que por el momento no puede hablar. También convocó a una reunión con las cabezas del centro poblado para exigir la reestructuración de la comisaría de La Rinconada.

Después de dar cuenta a la Policía Nacional del Perú (PNP), se descubrió que uno de los hampones muertos era un suboficial, identificado como Tony Luis Huarachi Chicani, que trabajaba en la comisaría de La Rinconada.

El agente también estaba implicado en una estafa piramidal liderada por un policía en retiro. La organización criminal se apoderó de más de 60 millones de soles de ahorristas. Además, tenía antecedentes por robo agravado, abandono de hogar y violencia física. El día del atraco debía presentarse a trabajar, pero no llegó a la dependencia policial.

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El otro ladrón fue identificado como Rubén Cáceres Yanqui, un vigilante de un centro nocturno informal en Puno.

En el lugar de los hechos se halló una pistola marca Glock, con número de serie ZPS527, con su respectiva cacerina; se recogió un casquillo y una piedra con restos de sangre.

La PNP y la Fiscalía están investigando el caso para conocer qué sucedió al momento del atraco, y si Huarachi Chicani y Cáceres Yanqui pertenecían a una organización criminal que se dedica a robar transeúntes.

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