Monseñor Carlos Castillo en Navidad: “Perú no es un botín que podemos repartirnos sin pensar en el bien común”

El primado del Perú indicó que las fiestas navideñas llegan “en medio de muerte, sin sabores, traiciones y usos de la vida estatal para beneficio propio”, por lo que hizo un llamado al bien común

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El monseñor Carlos Castillo, primado del Perú, dejó un mensaje por Navidad mediante un video publicado este sábado en las redes sociales del Arzobispado de Lima que representa.

“En medio de muerte, sin sabores, traiciones, usos de la vida estatal para beneficio propio, nace el Príncipe de la paz. (...) Tenemos que rechazar lo principal: creer que nuestro país es un botín que podemos repartirnos sin pensar en el bien común”, remarcó el prelado.

Castillo exhortó a que los prejuicios acumulados durante años puedan deshacerse “para dar paso a lo que es el verdadero catolicismo”, como la comprensión, la dicha de la amistad y de la alegría y del hermanamiento.

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“No hay nadie que no haya nacido como Jesús, desnudo, sencillo y pobre para poder ir avanzando a una vida más digna”, continuó en su mensaje y auguró que las fiestas navideñas susciten la “capacidad de asociarnos, de animarnos y de pacificar nuestra sociedad peruana”.

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Llamado del Papa

El domingo pasado, el máximo representante de la Iglesia Católica pidió el fin de la violencia en Perú y la apertura de un proceso de diálogo en el país, que vive violentas protestas desde la destitución del expresidente Pedro Castillo.

La represión de las manifestaciones que exigen la liberación de Castillo y la celebración de elecciones inmediatas han dejado 27 fallecidos.

El país está sumido en una crisis desde que el parlamento destituyó a Castillo, después de que anunciara el 7 de diciembre el cierre del Parlamento, la intervención de los poderes públicos y su intención de gobernar por decreto.

El exmandatario, de 53 años, fue detenido cuando intentaba llegar a la embajada de México para pedir asilo, después de ser destituido por el Congreso. La justicia decidió que permanecerá preso 18 meses, hasta junio de 2024, para ser investigado por rebelión.

Sin embargo, una ola de protestas le obligó a dar marcha atrás y la llevaron a proponer adelantar la fecha de las elecciones primero a abril de 2024 y luego a diciembre de 2023. Para tratar de contenerlas, el nuevo gobierno declaró el estado de emergencia nacional.

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