El expresidente de la República, Pedro Castillo, quien se encuentra recluido en el penal de Barbadillo porque cumple 18 meses de prisión preventiva por intentar cerrar el Congreso de la República, no habría tomado conocimiento de la decisión de su esposa Lilia Paredes y sus hijos de buscar asilo político en México, lo cual se concretó tras una disposición de la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Según el semanario Hildebrandt en sus Trece, un parlamentario le comunicó a Castillo Terrones sobre este hecho cuando fue a visitarlo. “El martes le dije que su familia iba a salir del país rumbo a México. Eso lo agarró desprevenido. Él no sabía”, mencionó el político que prefirió que su nombre no se conozca. Además, se conoció que Paredes ni siquiera lo visitó en los días que estuvo detenido.
“Ni la esposa ni los hijos lo visitaron. Él no deseaba que su familia lo viera en esas condiciones”, añadió una fuente del citado medio de comunicación. Castillo y su esposa también estarían alejados por un problema que ocurrió el 7 de diciembre, fecha en la que la Policía lo detuvo tras el fallido golpe de Estado que el profesor quiso perpetrar sin éxito.
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“Tengo entendido de que hasta ahora no ha superado un impase que tuvo con su esposa cuando lo detuvieron”, agregó la fuente de Hildebrandt. Hay que recordar que Paredes se pronunció por única vez sobre la situación legal de Castillo el último 21 de diciembre en su cuenta de Twitter cuando ya no estaba en suelo peruano.
“Pido a las organizaciones que promueven los Derechos Humanos, a nivel nacional e internacional, que cautelen los derechos de nuestros compatriotas. Pido también especial atención a la salud de mi esposo, Pedro Castillo. Ahora el futuro de nuestro país está en manos del pueblo”, escribió la ex primera dama.
Elisa, Elvira, Adelinda y Gloria Castillo Terrones estarían pendientes de la situación del expresidente de la República. También ayudarían de vez en cuando José Colunche Campos, primo de Castillo, y Vilma Vásquez, hermana de Fray Vásquez Castillo, uno de los sobrinos que la Fiscalía investiga por sus vínculos con los escándalos de corrupción.
Lo cierto es que Castillo, lejos de su familia, busca salir en libertad. Ayer, la defensa legal del exmandatario apeló la decisión del Poder Judicial en contra del expresidente tras dictarle 18 meses de prisión preventiva.
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El abogado Wilfredo Robles, quien representa al profesor chotano desde hace algunos días, presentó el referido recurso y solicitó que se le brinde comparecencia con restricciones a su defendido.
“La defensa (…) espera que la Sala Penal de Apelaciones Suprema, examine con mejor criterio y se sirva revocar la resolución que decidió declarar fundado el requerimiento de prisión preventiva contra José Pedro Castillo Terrones; y, reformándole le imponga la medida de comparecencia con restricciones”, se lee en el texto.
En este escenario, de aceptarse este requerimiento, el ex Jefe de Estado enfrentaría su proceso en libertad. Actualmente, el exlíder de Perú Libre enfrenta las acusaciones de autogolpe de Estado, rebelión, conspiración y abuso de autoridad.
Asimismo, Castillo aún tiene pendientes otras indagaciones por el presunto delito de organización criminal (en calidad de líder), tráfico de influencias y colusión agravada.
Por otro lado, Wilfredo Robles también dejó constancia en el documento presentado que, hasta el momento, no se le ha “notificado el Acta de Audiencia de prisión preventiva”, así como tampoco “el acceso al registro de audio y video” de la referida sesión suscitada el pasado miércoles quince.
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