Cuando asistía a la alfombra roja de la película ‘Whitney Houston: I Wanna Dance with Somebody’ en Madrid, España, la artista trans peruana Gad Yola honró la memoria de los fallecidos a causa de la represión en protestas contra el gobierno de Dina Boluarte.
La drag queen, cuya carrera se ha desarrollado en Europa, exigió justicia al lucir una camiseta en la que se leía: “25 peruanos asesinados”, un gesto que resaltó la comunidad de Twitter, que agradeció la visibilización de la crisis en Perú.
“Para mí es una forma de expresar mi molesta, mi rabia. No es una forma de apoyar a unos a otros, sino llamar a pensar de lo que está sucediendo”, dijo Gad Yola durante el evento que promocionaba el biofilm de Whitney Houston para Netflix.
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“Como mujer trans racializada, quiero traer a colación el tema que ocurre en mi país, hay un montón de gente ahora mismo luchando en las calles porque su voz se escuche, y es algo que quiero hacer eco. Hay que recordar quiénes son los fallecidos, de dónde vienen, cuál es su contexto”, añadió.
La noticia también fue compartida por Eh! Universo Media, en un momento en que el Ministerio de Salud detalló que al menos 27 personas han muerto debido a las protestas, que obligaron al cierre de los aeropuertos de Cusco, Ayacucho, Juliaca y Arequipa, las ciudades con mayor afluencia de turistas del país.
Antecedentes
Las manifestaciones piden la libertad de Castillo, la renuncia de su sucesora constitucional, la exvicepresidenta Dina Boluarte, el cierre del Parlamento y elecciones generales ya.
Las Fuerzas Armadas intervienen en el control de la seguridad interna tras la declaratoria el último miércoles de un estado de emergencia para contener las manifestaciones.
Las manifestaciones estallaron luego de que Pedro Castillo intentó dar un autogolpe de estado, cerrar el Parlamento, intervenir los poderes públicos y gobernar por decreto.
Tratando de que los campesinos depongan sus hondas y piedras, Boluarte prometió adelantar las elecciones de 2026 a 2024, luego a 2023, al tiempo que declaró un estado de emergencia que prohíbe reuniones y manifestaciones, y permite la intervención del Ejército.
Los manifestantes están de acuerdo y juran que la violencia de los últimos días son obra de infiltrados simpatizantes del expresidente Alberto Fujimori o de fuerzas especiales de la policía. Una teoría muy extendida entre quienes protestan.
Unas 600 personas marchan detrás de una banderola con la inscripción “Dina, asesina”, mientras exclaman “Dina asesina, vergüenza de Apurímac”, “Dina escucha, el pueblo te repudia”.
De origen indígena, el depuesto presidente Castillo, quien fue detenido cuando quería refugiarse en la embajada de México, es muy popular en las regiones andinas, donde su elección representó una especie de revancha del Perú rural sobre la capital Lima y sus élites.
Este miércoles, Castillo pidió que una delegación de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que ha llegado a Perú lo visite “de manera urgente” en la prisión de Lima, donde cumple 18 meses de prisión preventiva.
El exmandatario aseguró, en un mensaje publicado en su cuenta en Twitter, que está “privado arbitrariamente” de sus derechos y que decidió publicar un comunicado, suscrito por su abogado, Wilfredo Robles Rivera.
“Expreso mi preocupación ante lo sucedido y solicito que se concrete, de manera urgente, tan importante reunión de la comisión de la CIDH y mi defensa legal”, sostuvo Castillo.
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