El asilo político otorgado por México a Lilia Paredes, esposa del exmandatario Pedro Castillo, y sus dos menores hijos terminó por escalar la tensión entre el país dirigido por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el Perú, hoy a cargo de la presidenta Dina Boluarte.
La respuesta del gobierno de Boluarte llegó a través de la canciller Ana Cecilia Gervasi, quien aceptó otorgar un salvoconducto a la familia de Castillo, pero declaró persona no grata al embajador de México en Perú, Pablo Monroy.
“El Gobierno del Perú ha declarado persona non grata al embajador de México en el Perú, Pablo Monroy, por las reiteradas expresiones de las autoridades de ese país sobre la situación política del Perú, que constituyen injerencia en nuestros asuntos internos y, por lo tanto, son violatorias del principio de no intervención”, dijo Gervasi.
Agregó: “En la fecha se la ha entregado una nota diplomática, a través de la cual se le notifica que tiene 72 horas para abandonar el territorio nacional. Esta decisión se ha tomado en base a las disposiciones pertinentes de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas”.
La respuesta de México no se hizo esperar y llegó desde la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), que instruyó al embajador Monroy regresar a su país para “resguardar” su seguridad e integridad física. En su lugar dejaron a la primera secretaria Karla Ornelas Loera.
08 de diciembre
En una de sus clásicas conferencias matutinas, el día después del fallido golpe de Estado, el presidente mexicano se refirió a la vacancia de su entonces homólogo peruano, Pedro Castillo.
“Lamentamos mucho lo que sucedió porque desde que ganó, legal, legítimamente, Pedro Castillo fue víctima de acoso, de confrontación. No aceptaron sus adversarios, sobre todo las élites económicas, políticas de ese país, el que él gobernara”, señaló.
“(Castillo) Habló aquí a la oficina para que me avisaran de que iba hacia la embajada, pero seguramente ya tenían intervenido su teléfono, y que iba a solicitar el asilo, que si le abrían la puerta de la Embajada”, agregó.
López Obrador también reveló que le dio indicaciones al canciller mexicano, Marcelo Ebrard. “Le dije que hablara con el embajador (Pablo Monroy) y se abriera la puerta de la Embajada, con apego a nuestra tradición de asilo, pero al poco tiempo tomaron la Embajada con policías y ciudadanos, y él ya ni siquiera se pudo salir, lo detuvieron de inmediato”, detalló.
09 de diciembre
El Ministerio de Relaciones Exteriores peruano convocó al embajador mexicano, Pablo Monroy, quien visitó en su celda de la Dinoes a Castillo, para mostrarle “la extrañeza” que generó en Perú las expresiones del presidente López Obrador y del canciller Ebrard.
“Las expresiones de las autoridades mexicanas constituyen una injerencia en los asuntos internos del Perú, y no resultan consistentes con los acontecimientos que se han sucedido en días recientes”, señaló en un comunicado la cancillería peruana.
12 de diciembre
México se sumó a un comunicado conjunto empujado por el Gobierno del colombiano Gustavo Petro de claro apoyo a Castillo, tras su intento de disolver el Congreso peruano.
El documento también recibió el respaldo del presidente argentino, Alberto Fernández, y el de Bolivia, Luis Arce. “Un llamado a todos los actores involucrados en el anterior proceso para que prioricen la voluntad ciudadana que se pronunció en las urnas”, precisaron en el oficio, desconociendo a Boluarte como presidenta.
13 de diciembre
El mandatario mexicano refrendó su apoyo a Castillo y afirmó que la relaciones entre ambos países están “en pausa, en espera de lo que suceda”. “No hay normalidad política en Perú. Se debe respetar la voluntad del pueblo que lo eligió, reconocer que ganó democráticamente y que no se le puede destituir”, expresó AMLO.
Ese mismo día, Boluarte, anunció que llamaría personalmente a los presidentes de Argentina, Bolivia, Colombia y México, por el comunicado conjunto en el que aún consideran como mandatario a Castillo.
15 de diciembre
La canciller Gervasi informó: “Con la señora Presidenta de la República, hemos dispuesto el llamado en consulta a Lima a nuestros embajadores en Argentina, Bolivia, Colombia y México, en reacción a la intromisión en los asuntos internos del Perú”.
16 de diciembre
El presidente de México consideró como un “acto de prepotencia” la visita de la embajadora de Estados Unidos en Lima, Lisa Kenna, a la presidenta Boluarte, realizada el 13 de diciembre.
“Hablan de democracia en EE.UU. y de libertad, y estaba viendo una vista de la embajadora de EE.UU. al Palacio de Gobierno en Perú: independientemente que pueda ir un embajador a cualquier sitio, ¿no les parece un acto de prepotencia no cuidar las formas, el no actuar con respeto?”, cuestionó AMLO.
18 de diciembre
En entrevista con Panorama, Boluarte manifestó que, días atrás, la canciller Ana Cecilia Gervasi le informó que el gobierno de México le otorgó asilo político a la familia inmediata de Castillo: su esposa Lilia Paredes y sus dos menores hijos.
19 de diciembre
López Obrador se pronunció por lo dicho por la presidenta peruana. “Va a depender del presidente Castillo porque él va a aprobarlo, a solicitarlo. Se hizo una solicitud, pero se lleva a cabo un proceso, se les tiene que preguntar (a Castillo y su familia) si él está de acuerdo (con que se les el asilo). Nosotros tenemos las puertas abiertas para el presidente de Perú, para su familia, para todos los que se sientan acosados, perseguidos en Perú”, aseveró.
20 de diciembre
La ministra de Relaciones Exteriores, Ana Cecilia Gervasi, informó que se le otorgó el salvoconducto a Lilia Paredes y sus dos menores hijos, pero declaró “persona non grata” al embajador mexicano en Perú, Pablo Monroy, a quien le dio 72 horas para irse del país.
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