En los últimos meses de este año, la tasa de inflación anual de Perú se ha mantenido por encima del 8%, su nivel más alto en 24 años. Los alimentos básicos como el trigo, el arroz y el aceite de cocina llegan a costar más del doble.
Durante el 2022, el país ha registrado una inflación que ha impactado negativamente al alza de precios de los alimentos básicos, lo cual ha dejado al país en una situación vulnerable ante la amenaza de la inseguridad alimentaria a causa de factores internacionales.
A través de las herramientas de consulta ‘Mi Caserita’ y el Sistema de Precios y Abastecimiento (SISAP) del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) analizamos cómo han variado los precios de los alimentos básicos entre enero a diciembre de este año.
De acuerdo con data obtenida por el Midagri de los principales mercados mayoristas y negocios minoristas, en enero de este año, en promedio, el precio del kilo del pollo eviscerado oscilaba entre S/ 7.52 hasta S/ 8.47; pero actualmente, la ave más demandada por los peruanos cuesta entre S/ 8.73 hasta S/10.75 el kilo.
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Dentro de la canasta básica familiar de los peruanos también encontramos el tarro de leche evaporada de 410 gr. Su valor a inicios de año se encontraba en S/ 2.97 y a la fecha su precio oscila entre S/ 3.53 hasta S/ 4.00.
La azúcar rubia es otro alimento de mayor demanda por los consumidores, especialmente se usa como insumo para los desayunos y postres. Su valor por kilo en enero se encontraba en S/ 2.56 y a la fecha su oscila entre S/ 3.60 hasta S/ 4.10 por kilogramo.
El arroz es el infaltable alimento en la mesa de los peruanos. El valor de este cereal, en su categoría superior, oscilaba entre S/ 2.20 hasta S/2.26 por kilo en enero del presente año, pero ahora en los centros de abastos su precio ronda entre S/ 2.98 hasta S/ 5.88 por kilogramo.
Y uno de los bienes que ha tenido la variación de precio más alta de la canasta básica son los huevos rosados. En enero de este año, este producto avícola oscilaba entre S/ 4.55 a S/ 4.60 por kilo, pero ahora en los principales mercados y negocios minoristas lo podemos encontrar entre S/ 7.75 hasta S/ 8.80.
En tanto, la botella de aceite clásico de 1 litro, en mercado y bodegas, a inicio de año, rondaba entre S/ 10.47 hasta S/ 10.10, ahora en el canal tradicional se puede encontrar a un valor que fluctúa entre S/ 12.50 hasta S/ 14.05.
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Otro producto básico que también ha subido considerablemente su precio es la papa. En enero de este año el kilo de papa amarilla y la papa yungay costaban S/ 1.90 y S/ 1.08; sin embargo, a diciembre el precio incrementó, ahora cuestan S/ 5.93 y 2.43 por kilo, respectivamente.
Subida de precios
¿Qué factores influyeron en el aumento de precios de la canasta básica durante este año? Para resolver esta interrogante, Infobae conversó con Omar Azañedo, economista de la Universidad del Pacífico, quien comentó que la inflación aún se va a mantener alta en los próximos meses debido a lo que ocurre en el escenario internacional.
“La inflación que estamos experimentando es un fenómeno global. No solo afecta al Perú, sino también a otros países de la región y a economías desarrolladas a nivel mundial. Y ante los últimos acontecimientos se prevé que va a continuar la subida de los precios”, indicó.
A nivel internacional, según el reporte de inflación del Banco Central de Reserva (BCR) del Perú, se espera un crecimiento de las economías desarrolladas muy por debajo. En el caso de Estados Unidos se está proyectando un crecimiento económico de 1.2%; mientras Europa se espera que crezca 1%.
En cuanto al principal socio comercial del país, China se espera que crezca un 5%; en tanto, Latinoamérica se espera un promedio de crecimiento de 2.8%. Y con respecto al Perú, se proyecta que crezca a una tasa alrededor del 3%.
“Estas tasas proyectadas del país y otras economías del mundo no son suficientes para generar la recuperación económica y sobre todo el bienestar de la gente, quienes ahora comienzan a sentirse más vulnerables en un momento de crisis y alta inflación”, comentó el economista.
Este fenómeno global también corresponde a un escenario internacional, donde se espera que los precios de algunos productos sigan aumentando a causa del conflicto entre Rusia y Ucrania, así como los indicadores negativos de la inflación y el empleo en Estados Unidos.
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“Estos factores no solo hace mella a las principales economías europeas, sino también afecta al crecimiento económico mundial. Esta situación se podría agravar debido a que, en Estados Unidos, la FED va a seguir aumentando sus tasas de interés, ya que la inflación supera el 7%”, remarcó el fundador de Noncash.
Proyecciones para el 2023
Este 2022 el Perú ha registrado la tasa inflación más fuerte de los últimos años; no obstante, se espera que el próximo año todavía se mantenga en tasas altas, por lo cual puede seguir afectando al alza de los precios, especialmente de los alimentos.
“En el caso de nuestro país todavía se tienen tasas de inflación por encima del 8%, y lo que ha pasado en el mercado financiero es que se aumenten cada vez más las tasas de interés a los créditos; también hay un tibio desempeño de la Bolsa de Valores, lo que si ha sorprendido es el retroceso en el tipo de cambio”, dijo Azañedo.
Para este año se espera que la inflación anual en el Perú alcance entre 7% a 8%, lo cual está fuera del rango meta del BCR. “Este año ha sido retador para la autoridad monetaria, ya que su labor para contener la inflación y que el tipo de cambio no se dispare han sido eficientes y preventivas”, indicó el experto.
“El BCR, desde julio del 2021, comenzó esta subida de las tasas de interés; y a lo largo de este año de alguna manera ha ayudado a combatir la inflación, pero en el caso de otros países de la región se ha visto una situación más complicada”, señaló Azañedo.
Situación del país
El economista expresó que en estas épocas de fiestas de fin de año es necesario que el ciudadano de a pie guarde la calma ante el actual contexto político y que sea responsable con sus finanzas, ya que en el futuro inmediato no se avizora una reducción inmediata de precios.
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“Si bien se ha reducido el precio de la gasolina o el petróleo, en los insumos alimenticios son pocos los que han reducido sus precios. Sin embargo, el traslado de los proveedores a menores precios nunca es inmediato, por lo cual la gente todavía siente que algunos precios no bajan”, comentó el especialista.
Inflación de los alimentos
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la inflación de los productos alimenticios está muy por arriba del 10%, lo cual es preocupante para las familias peruanas, debido a que muchos su capacidad adquisitiva se ha visto deteriorada.
“Este año se ha visto que los precios de algunos alimentos han incrementado más del 30% al 50%. Por ejemplo, el pollo, el aceite, el azúcar han registrado elevados precios. Es así que el kilo del pollo hoy cuesta entre S/ 13 a S/ 15 cuando el año pasado terminó alrededor de los S/ 9″, dijo Azañedo.
En ese sentido, el economista explicó que la crisis de la inflación hace que la gente especule y lo que puede suceder es que los precios comiencen a aumentar mucho más. “La papa también ha subido bastante, hoy llega a costar hasta S/ 5 el kilo cuando antes llegaba a valer entre S/ 2 o S/ 3 el kilo”.
Cómo reducir la inflación
Azañedo enfatizó que reduzca la inflación a un menor nivel el próximo año no quiere decir que las cosas van a mejorar, ya que se requiere que el Gobierno genere consensos en la clase política, así como generar un shock de confianza en los empresarios y en las inversiones para el corto y mediano plazo.
“Es importante que el Poder Ejecutivo y Legislativo prioricen dar batalla a la crisis económica y den impulso a la recuperación económica del país. Esperamos que encuentren un consenso más allá de las rivalidades políticas”, dijo el experto.
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Asimismo, el experto precisó que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) viene haciendo el trabajo de impulsar la reactivación económica del país, así como el BCR trata de calmar los vaivenes del mercado con medidas apropiadas con su política monetaria.
“Ante la actual crisis se debe generar un shock de confianza a los inversionistas, así como también promover que las pequeñas empresas se recuperen y entren a la formalización. Este esfuerzo no se puede hacer solo, sino que los gobernantes deben tomar medidas prioritarias para promover las inversiones”, puntualizó Azañedo.
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