La Navidad es una de las fiestas religiosas más tradicionales en todo el mundo. No importa en qué país estés, además de las costumbres locales que cada lugar tiene, en la mesa no faltará un pavo bien horneado listo para ser consumido.
Pero muchos todavía se preguntan de dónde surgió esta deliciosa costumbre que nos acompaña desde hace mucho y quiénes fueron los que descubrieron lo jugosa que es la carne de este tierno animal.
El siguiente es un viaje que comenzó hace casi 200 años en la época victoriana del otrora todopoderoso Reino Unido. Justamente en las islas británicas, se dio inicio a la tradición de festejar la Navidad con un arbolito adornado con varias decoraciones colgando de sus ramas y poner regalos en su base.
Tradición mundial
A pesar de que la Navidad ya tenía bastante tiempo celebrándose en buena parte del mundo cristiano, recién fue a mediados del siglo XIX cuando los británicos tomaron como ejemplo una ilustración publicada de la Reina Victoria en 1848. Aquí se le podía ver a la monarca inglesa al lado de su esposo e hijos admirando un árbol navideño.
No pasaría mucho tiempo, para que esta costumbre sea adoptada por toda la población de la isla y se sumara a Alemania, que ya tenía esta tradición. Además, de este país era el Príncipe Alberto, esposo de la Reina Victoria.
Otro efecto secundario de la imagen fue que esta fecha comenzó a considerada como un día para compartir en familia la comida, bebida, cantar juntos e intercambiar regalos. También para decorar el árbol juntos.
Antes de tomar este cariz, los últimos días de diciembre estaban destinados a celebrar los cambios de clima y la buena cosecha, en diferentes regiones del mundo.
A comer
Eventualmente, estas tradiciones de Navidad también llegaron a nuestro continente y se mezclaron con las que ya había acá, creando una nueva manera de festejar estas fechas.
Lo que llama la atención con el tema del pavo es que este animal ya era consumido de manera recurrente por los indígenas de la parte norte de América durante casi todo el año. Esto incluye las fechas que coincidían con la Navidad.
Por ejemplo, los aztecas, que por entonces no tenían el concepto de Navidad, lo que celebraban era el solsticio de invierno, que sucede cada mes de diciembre solo en el hemisferio norte. Esta fiesta era llamada Panquetzaliztl, en la que entre otras actividades, como el juego de la pelota, también se comía pavo.
Con la llegada de los conquistadores españoles, y su dura evangelización, las fiestas tradicionales de los indígenas fueron reemplazadas poco a poco por las costumbres de los recién llegados. Aunque una de las cosas que se mantuvieron, y se mantienen hasta hoy, como alimento es el pavo.
A casa
Además del oro que se llevaron de nuestro continente, a la hora de volver a casa, los visitantes también llevaron consigo varios ejemplares de esta ave, que en un principio compararon con el pavo real y lo comenzaron a consumir por fiestas navideñas.
Es más, el consumo de pavo fue un símbolo de riqueza y poder, ya que al no haber sistemas de refrigeración en esas épocas, los hombres de las familias salían a buscarlos para cazarlos.
También se convirtió en el alimento perfecto para poder alimentar a la mayor cantidad de gente posible, pues era relativamente sencillo engordarlos pocos meses antes de llegar a diciembre.
Por ejemplo, ya desde la época victoriana, el pavo reemplazó al ganso en el Reino Unido al medio de una mesa rodeada de sus guarniciones.
Otra teoría
Sin embargo, hay otros historiadores que consideran que la tradición de comer pavo en Navidad llegó de más al norte. Más específicamente de los Estados Unidos.
Ocurre que en 1621, los colonos ingleses se encontraron con los indígenas de Massachussetts en una gran celebración para celebrar todo lo cosechado en la temporada de otoño. Esta reunión fue conocida luego como el Día de Acción de Gracias.
Más tarde, esta costumbre se popularizó por todo Estados Unidos e Inglaterra, al principio, y luego por todo el mundo.
¿Cómo se prepara?
A pesar de que la manera más sencilla y común de cocinar un pavo para la Nochebuena es al horno, lo cierto es que existen miles de variantes dependiendo en qué lugar del globo terráqueo te encuentres.
Por ejemplo, en la mayoría de países de Sudamérica suelen rellenar el pavo, mientras que en Inglaterra va acompañado de salchichas, salsa de arándanos y mantequilla. Y en los Estados Unidos, este platillo va acompañado de puré de papas y pastel de manzana.
Más guarniciones
Pero esos acompañamientos son solo los más clásicos que han pasado de generación en generación, pero no los únicos. Van desde las entradas acompañantes, bebidas, platos fuertes y postres.
Entre estas, que también son unas delicias, podemos encontrar a panes dulces, cremas, arroces y pastas. ¿Y tú, qué guarnición usarás para tu cena navideña?
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