Una de los protagonistas principales en Nochebuena es la deliciosa cena, sobre todo en Perú, en el que el tema gastronómico es una cosa se toma bastante en serio y no se deja ni un detalle al azar.
Si bien la tradición dicta que en cada mesa, sobre todo si eres de Lima, no puede faltar un pavo bien horneado, el panetón (con o sin pasas) y el dulcecito chocolate caliente (a pesar del verano), lo cierto es que en otras partes del vasto territorio peruano también cuentan con sus propias tradiciones y le suelen dar prioridad a la comida local. Es así como la Navidad toma un color mucho más nacional.
Costa
Además de lo tradicional, muchas familias de Lima y Callao incluyen en la cena de Navidad purés de manzana y camote, tamales, arroz árabe o escabeche de pollo.
Por Tumbes y Piura, el pavo suele ser acompañado de diversos tipos de ensaladas como la que lleva papa y piña o una rusa con cancha serrana. Algunos van un poco más allá y cocinan tallarines rojos aderezados con achiote.
En Lambayeque es tradicional la pavita a la olla rellena de carne de cerdo pollo acompañada con ensalada de papas, pasas y pecanas. Otras familias prefieren el arroz con pato, pan de maíz y empanadas. Para el brindis escogen chicha de jora.
La pavita es también es preferida en la parte de La Libertad, solo que aquí la maceran 24 horas antes con jugo de naranja. Va con una de fideos de colores, con zanahoria, alverja y pecanas-. Si todavía le sobra espacio, lo más probable es que le ofrezcan un delicioso King Kong.
El pato también es otra de las aves más consumidas en estas épocas del año y en Áncash se prepara en asado, preparado en una olla de barro y a la hora de servirlo va acompañado de papas nativas y oca.
En Ica, como en casi todo el año la sopa seca y el chancho al cilindro se lleva la atención de todos.
Más al sur todavía, en Arequipa el favorito de muchas familias es el pollo dorado con ají llatán y huacatay. Esta delicia va acompañada con una ensalada de pallares y beterraga.
Y ante de cruzar a Chile, el picante a la tacneña con patitas de cordero, mondongo de res, charqui y papas es todo lo que se necesita para conocer la felicidad. Va acompañado de una generosa copa de un vino semiseco de chacra, pisco y pan marraqueta con queso mantecoso. ¿Ya para qué más?
Sierra
En la parte central de nuestro Perú, la sazón no se queda para nada atrás. Más bien sorprende a los neófitos por la variedad de sabores que puede ofrecer a los comensales por Navidad.
Un buen ejemplo es Cajamarca, ya que aquí para estas fechas se prefiere el pato a la olla servido con arroz, humitas, tamales verdes y su chicha de jora. Otros prefieren el famoso caldo verde, preparado con paico, ruda, papa y huevo.
En la antigua capital del imperio de los incas, el Cusco, el cerdo servido con mote es la tradición. La chicha de jora tampoco puede faltar en estas épocas. Menos el chocolate caliente. Lo particular es que en esta región le suelen echar una cáscara de naranja para mejorarse el sabor.
En Puno, al lechón lo maceran días antes con tomillo, romero y perejil. Una vez en el plato va acompañado de papas doradas y unos panes llamados guaguas.
En otros lugares, como en Huánuco, las raíces peruanas se sienten aún más y consistente pachamanca es la protagonista junto al picante de cuy. Otros platos tradicionales, de estas fechas son el juane y el Guarapo de caña.
El panetón en casi todo el Perú es una dulce costumbre, pero en Junín el postre hecho con sus propias insumos casi un deber. Harina de papa, pasas, frutas y un poco de kion son los ingredientes para esta delicia.
Otra costumbre es la pachamanca de tres colores que lleva, entre otras cosas como cerdo, cordero, pollo, mashua, oca, papas, yuca, camote y habas.
Más allá de ser la ciudad de las iglesias, Ayacucho se caracteriza por su variada y sabrosa gastronomía. Por ejemplo, en navidades las familias se reúnen para gozar de un rico chicharrón de cerdo y el picante de cuy. Esto va acompañado de panes guaguas, rosquitas y alfajores de maicena.
Para tomar las bebidas elegidas suelen ser granos de quinua, trigo, kiwicha, garbanzo, cañihua, habas y soya.
Por su parte, en Apurímac se decantan por el pepián de cuy con papa; mientras que en Huancavelica prefieren esperar hasta el mismo 25 de diciembre para gozar de la patasca y un buen ponche de maní.
Selva
Obviamente no íbamos dejar a la nuestra hermosa selva fuera de este recuento que con su gastronomía no recuerda que no hay rincón del Perú en donde no se coma rico en cualquier época del año.
Por ejemplo, para estas fechas navideñas, el juane es toda una tradición. Este deleite se cocina con gallina, aceitunas, huevo, arroz. Esto va bien acompañado de su vaso de aguajina.
El menú varía en Madre de Dios ya que ahí el picadillo de paiche y masato para brindar son las estrellas de la nochebuena. El tacacho con cecina lo es en San Martín. También el panetón de cocona y camu camu.
En Amazonas, la mayoría de familias eligen cenar picante de cuy, la crema de leche, el plátano asado y las rosquitas de ñuto. Por Loreto, la elección gira hacia a patarashca, un plato que tiene al bagre como base.
Otra de las costumbres que tiene mucha gente en Iquitos es esperar la medianoche con una copa de ponche de plátano o de uvachado.
Como se puede ver, las opciones de cena por Navidad en las diversas regiones del Perú son variadas y todas deliciosas, por lo que no importa en el lugar que estés, lo más seguro es que te alimentarás bien y rico.
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