Apurímac, región natal de la presidenta Dina Boluarte, continuará en insurgencia popular y en “desobediencia civil” debido a los violentos enfrentamientos que dejaron 24 muertos desde el domingo pasado.
En un comunicado compartido este sábado por organizaciones civiles, se detalla que la medida devino tras la conferencia de prensa ofrecida por la jefa de Estado al lado de altos mandos policiales y militares, a quienes se les señala de represión.
Las organizaciones señalan que darán una tregua este domingo y lunes, pero retomarán las movilizaciones y “desobediencia civil” desde el 20 de diciembre. “No se puede dialogar con un gobierno usurpador que ordena disparar contra peruanos desarmados”, remarca el comunicado.
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Al menos cuatro de los nueve fallecidos en los enfrentamientos que se produjeron el pasado jueves en Ayacucho fueron enterrados este sábado, mientras las autoridades sanitarias trasladaron a Lima a siete heridos y afectados durante el estallido de violencia en esa localidad.
En algunos casos, camino al cementerio general, familiares, amigos y ciudadanos llevaron los ataúdes de las víctimas hasta la plaza de Armas de Huamanga, la capital de Ayacucho, donde exigieron de manera pacífica que se sancione a los responsables de las muertes y la renuncia de Boluarte.
El jueves pasado una manifestación desencadenó en actos vandálicos y el intento de ocupar el aeropuerto regional, que fue repelido por policías y militares con armas de fuego, lo que dejó un total de nueve muertos, tras el fallecimiento este sábado de otro de los heridos.
Por eso, hoy los manifestantes portaban carteles en los que se podía leer “Alto a la represión, no más muertes”, “Justicia” o “Ejército traidor que dispara a su pueblo”.
Protestas
Las protestas comenzaron el pasado 7 de diciembre en varias regiones, sobre todo en Lima y el sur andino, luego de que el Congreso destituyera a Pedro Castillo de la presidencia del país tras intentar dar un golpe de Estado.
Los manifestantes exigen la renuncia de Boluarte y el cierre del Congreso, así como la convocatoria a elecciones generales y a una asamblea constituyente.
El pasado domingo, las manifestaciones se volvieron muy violentas en la ciudad de Andahuaylas (Apurímac), donde murieron seis personas, una situación que luego se replicó en la vecina Ayacucho, donde los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad dejaron otros nueve muertos.
Tras los choques entre manifestantes y las fuerzas de seguridad presentados desde el pasado domingo en diferentes regiones, este sábado no se reportaron incidentes mayores en el país, salvo el ataque a unas casetas de peaje en la vía hacia la ciudad de Juliaca, que fueron quemadas.
Boluarte ratificó este sábado la legitimidad constitucional de su Gobierno, mientras que las fuerzas de seguridad afirmaron que avanzan en despejar las carreteras bloqueadas y el control de la seguridad interior y de la infraestructura considerada estratégica, entre ellas varios aeropuertos.
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