El Gobierno de Dina Boluarte decidió declarar el estado de emergencia por 30 días a nivel nacional. La decisión se tomó en el sexto día de manifestaciones en diferentes regiones del país que se manifiestan en el bloqueo de carreteras, toma de establecimientos privados y públicos, infraestructuras dañadas, actos vandálicos, entre otras acciones que ponen en riesgo la integridad de los ciudadanos.
Con esta declaratoria quedarán suspendidos algunos derechos, tal como lo estipulan los incisos 9, 11, 12 y 24 del artículo 2 de nuestra Carta Magna como el derecho a la libertad, inviolabilidad del domicilio, libertad de reunión, libertad de tránsito en el territorio nacional, entre otros. A esto se agrega un toque de queda en 15 provincias de Arequipa, La Libertad, Cusco, Apurímac, Ica, Puno, Ayacucho y Huancavelica.
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Sin embargo, la gran pregunta que se plantea es: ¿Resulta una medida acertada? ¿El Gobierno está en la ruta correcta para afrontar la ola de conflictividad? Por ahora, los resultados dicen todo lo contrario. Según datos de la Defensoría del Pueblo, hay 18 fallecidos y cerca de 500 heridos.
Falta de estrategia
Raúl Molina, exviceministro de Gobernanza Territorial de la Presidencia del Consejo de Ministros, señaló en diálogo con Infobae que “el Estado tiene que tomar algunas medidas para retomar el orden público, pero [el Estado de Emergencia] no es el único instrumento”. “Creo que está bien que se adopte esto porque se debe tomar las precauciones, pero no debe ser la herramienta principal”, explicó.
“La herramienta principal tiene que ver con diálogo, detención de algunos personajes que ya están identificados y lo último tiene que ver con la comunicación. La información que tienen los lugares más apartados del país es que el señor [Pedro] Castillo ha sido víctima de un golpe de Estado y no tienen claro que fue él quien interrumpió el orden constitucional”, anotó.
El especialista explica que la situación actual del Perú se grafica en dos planos. “Hay una emergencia de demandas ciudadanas que absolutamente legítima porque el peruano rural o de las pequeñas ciudades tiene una larga frustración respecto a la atención del Estado sobre sus necesidades. Entonces, cuando Castillo entró, la ilusión de la gente es que iba ‘entrar uno que es igual a nosotros’. Claro, ha habido una frustración enorme por la incompetencia del gobierno de Castillo, pero eso no elimina las demandas de la gente”, anotó.
Molina explicó que en las manifestaciones se han infiltrado personas que se dedican a la minería ilegal y forman parte de movimientos que relacionados a Sendero Luminoso como el Movadef y la Fenatep, sindicato de profesores fundado por el expresidente Pedro Castillo.
“La respuesta del Estado deben ser dos planos. Uno, los instrumentos del imperio de la ley como el Estado de Emergencia para que las fuerzas del orden retomen el control. Y el otro plano es que no se está respondiendo con diálogo y comunicación social a los departamentos que creen que se le dio un golpe de Estado a Castillo”, mencionó. El exviceministro enfatizó que el “Gobierno tiene un flanco vacío en ese aspecto”.
“Si solo se limitan a poner a la policía frente a la gente, lo que tenemos que parar es el número de muertos. Para eso, la rama del imperio de la ley debe trabajar de la mano con la inteligencia para hacer detenciones. Deberían moverse ya porque dejar todo en manos de la respuesta policial frente a la contingencia de la población, lo que arriesga son más muertos”, añadió.
Molina cree que “debe existir un mecanismo de diálogo potente yendo a los departamentos”. “El diálogo no es que yo llego y ya. El diálogo se trabaja y prepara. Identificar interlocutores, que podrían ser liderazgos pequeños y locales, pero debemos usarlo al igual que gobernadores regionales salientes y entrantes, obispos, comisionados de la Defensoría del Pueblo para que los ministros sepan con quién pueden hablar. Eso no se está trabajando”, acotó.
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Cambio de premier
Dentro de la crisis, los liderazgos son claves. El exviceministro Molina consideró que el premier Pedro Angulo es uno de los flancos más débiles del gabinete. “No ha mostrado el perfil de premier que se necesita para la situación actual. Debe ser un premier convocante, dispuesto y tener un buen manejo de comunicación para moverse rápido. Y detrás un viceministro de Gobernanza Territorial que le ayude en el asunto porque no lo va solucionar todo. La gente no va aceptar a un viceministro, sino un ministro para sentarse a dialogar”, opinó.
“Espero que el gobierno busque alternativas porque va ser un golpe sacar a un premier en estos momentos. Creo que el señor Angulo no está demostrando las habilidades políticas que se requieren en este momento complicado para el país que puede poner en peligro la continuidad del gobierno. Si el gobierno cayera, el escenario se puede poner mucho peor”, finalizó.
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