En las últimas semanas, el Perú ha vivido una de sus peores crisis políticas. Pedro Castillo, el presidente elegido en las urnas para el mandato 2021 – 2026 fue vacado por el Congreso de la República luego de haber anunciado la disolución del Congreso de manera inconstitucional. Por este hecho, cumple con una detención preliminar y es acusado de rebelión y conspiración, y la vicepresidenta Dina Boluarte juró como nueva jefa de Estado.
Esta crisis política se trasladó a las calles, y en diferentes regiones del país se vienen reportando manifestaciones sociales, incluso actos vandálicos en contra de instituciones públicas y privadas, y en los enfrentamientos con las autoridades policiales ha causado el fallecimiento de siete personas.
Ahora, esta inestabilidad se ve reflejado en la economía. Standard and Poor’s (S&P) Global Ratings informó que ha rebajado la perspectiva de calificación crediticia del Perú de estable a negativa a consecuencia del elevado riesgo político.
Además, indicó que mantiene su nota actual para la deuda peruana en BBB, la segunda calificación más baja en grado de inversión y la de largo plazo en moneda local en BBB+.
En un comunicado, la agencia clasificadora consideró que esta perspectiva negativa “refleja el riesgo para la solvencia del soberano debido al estancamiento político duradero y la relación desafiante entre los poderes ejecutivo y legislativo del país”.
“En nuestra opinión, también crea incertidumbre sobre la estabilidad institucional del Perú y su capacidad para mantener la continuidad en políticas económicas clave y apoyar el crecimiento económico”, señala en el documento.
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Asimismo, señaló que el intento de Pedro Castillo de disolver el Congreso de la República y su posterior destitución “es el último suceso del estancamiento político de larga data en Perú, que amenaza con debilitar la capacidad del gobierno para implementar políticas oportunas que respalden una sólida inversión privada y un crecimiento económico”.
S&P enfatizó que, si el estancamiento se prolonga o se registran nuevos desequilibrios políticos, podría significar un escalón más abajo en su perspectiva de calificación. Y añadió que podría evaluar su perspectiva en caso el escenario político peruano mantenga la estabilidad y continuidad de las políticas económicas clave, incluidas las fiscales y monetarias.
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Bolsa de Valores de Lima
El lunes 12 de diciembre, la Bolsa de Valores de Lima (BVL) cerró su sesión con un retroceso global del dólar. El Índice S&P/BVL Perú General, el más representativo de la bolsa limeña, bajó en 2,33% con 21.641,83 puntos.
Estos sectores presentaron pérdidas durante la jornada: servicios (-3,91%), eléctrico (-3,91%), financiero (-3,65%), consumo (-2,87%), minero (-0,85%), industrial (-0,81%) y construcción (-0,33%).
En tanto, este martes 13 de diciembre, el Índice General de la BVL, el más representativo de la bolsa local, subió 0.61% al pasar de 21,641 a 21,773 puntos.
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