César Cervantes juramentó este sábado como nuevo ministro del Interior, entidad que antes ocupó Willy Huertas durante el gobierno de Pedro Castillo. El excomandate general de la PNP es uno de los ministros que conforma el primer gabinete establecido por Dina Boluarte tras la destitución de Pedro Castillo.
Cervantes Cárdenas nació el 20 de septiembre de 1963 en Lima. Estudió Administración y Ciencias Policiales en la Escuela de Oficiales de la PNP. También cuenta con una maestría en Alta Dirección en Seguridad Internacional en la Guardia Civil de España y la Universidad Carlos III, en España. Ascendió al grado de General de la Policía Nacional del Perú el pasado 1 de enero de 2018.
Ha cursado estudios de Experto en Análisis de Inteligencia de la Universidad Autónoma de Madrid-España. También participó del Programa de Alto Mando en Orden Interno de la Escuela de Post Grado de la PNP y estudios en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Además, cuenta con un diplomado en el Curso de Defensa Nacional y Orden Interno del Centro de Altos Estudios Nacionales.
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César Cervantes también es abogado graduado de la Universidad Nacional Federico Villarreal. Fue egresado con el número dos de la Escuela de Oficiales de la PNP y ocupó el primer puesto en el Curso de Capitanes y el segundo en el Curso de Tenientes.
En noviembre de fue designado como comandante general de la Policía Nacional en noviembre de 2020 durante el gobierno de transición de Francisco Sagasti. Durante su primer año de General de la PNP estuvo a cargo de la Primera Macro Región Policial compuesta por los departamentos de Piura y Tumbes.
Nuevo gobierno
La juramentación del nuevo gabinete se desarrolla tras la destitución de Pedro Castillo Terrones, quien realizó un autogolpe de Estado y fue vacado por el Congreso de la República. El líder sindical fue sumamente cuestionado por sus adversarios tras anunciar la solución del Parlamento peruano y la reorganización total de las instituciones que conforman el sistema de justicia peruano.
Pero eso no es todo. El exmandatario instauró un Estado de excepción y estableció, sin fundamento alguno, un toque de queda a nivel nacional. Estas medidas fueron rechazadas por la ciudadanía y el resto de actores políticos, quienes tildaron de “dictador” al profesor cajamarquino y aseguraron que la decisión de Castillo fue un “golpe de Estado”.
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