A plena luz del día y a vista y paciencia de los vecinos y transeúntes, mujeres -en su mayoría de nacionalidad venezolana- ofrecen sus servicios sexuales a diario en los distritos de Lince, Cercado de Lima y Ate Vitarte.
Los vecinos que tienen sus casas dentro o en las inmediaciones de estas llamadas ‘zonas rosas’, están cansados de esta situación, y muchos resignados porque desde hace varios meses las autoridades “no hacen nada”.
En un informe emitido por TV Perú Noticias se recogieron las declaraciones de los vecinos afectados, quienes no creen posible que sus municipios, la Policía ni los demás entes competentes puedan darle solución a esta problemática.
Señalan que no solo se trata del meretricio, sino que este atrae a gente de mal vivir que aumenta la incidencia de robos y asaltos al paso a todas horas del día.
“No podemos estar nosotros aquí tranquilos por la prostitución, justamente”, dijo una vecina de Ate, que tiene más de 30 años viviendo en el distrito, y prefiere guardar su identidad por miedo a que algún “caficho” tome represalias en su contra.
“Esto de acá es incontrolable, si no pueden controlar la delincuencia menos lo harán con la prostitución”, afirmó otra vecina del Cercado de Lima.
En el reporte periodístico, se observan las imágenes de las féminas paradas muy cerca de las puertas de los hoteles ubicados en el jirón Chancay, en el Centro de Lima, a la espera de captar a algún cliente.
Pese a la presencia del serenazgo del distrito y patrulleros policiales, estas mujeres se las arreglan para burlar la autoridad y retomar sus ubicaciones a seguir ofreciendo sus servicios sexuales.
“La población se queja y dice: ‘no queremos zonas rosas o no queremos que se reubique, porque no queremos que exista’, cuando en realidad esto es un fenómeno que viene existiendo de hace muchos años y tiene repercusiones en el mundo entero”, comentó el sociólogo Jerjes Loayza.
“Los actos de comercio sexual no son sancionados penalmente, no son perseguibles penalmente”, recordó el coronel PNP Manuel Díaz Barco.
Guerra de bandas
La Policía ya investiga la guerra sin cuartel que se han declarado las mafias peruanas y extranjeras por el cobro de cupos a las féminas dedicadas a la prostitución.
El pasado 22 de noviembre, se conoció el caso de una venezolana dedicaba al trabajo sexual que fue asesinada de varios balazos en la cuadra siete del jirón Zepita, cerca al cruce con la avenida Alfonso Ugarte, en el Cercado de Lima. Las investigaciones apuntan que fue un ataque de presuntos sicarios por cobro de cupos.
Días previos, en Lince, hubo un intento de asesinato, luego que un presunto mafioso se encontraba cobrando el cupo del día a una prostituta.
Aparecieron dos sujetos a bordo de una motocicleta lineal. Uno de ellos descendió del vehículo menor y empezó a dispararle a un tercer sujeto, quien corrió y logró vivir de milagro.
La Policía confirmó que se trató de una disputa entre estas bandas que buscan adueñarse de las ‘zonas rosas’ y así controlar la explotación sexual en esta parte de Lima. En medio de todo esto están los vecinos, quienes -aseguran- ya no aguantan más.
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