Luciano Pavarotti y el día que llegó al Perú y cantó ante 20 mil personas en Monterrico

A pesar del tiempo transcurrido, el tenor no había perdido esa brillante voz y su elegante estilo. El multitudinario recital se realizó en el Hipódromo de Monterrico

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Luciano Pavarotti dio sus primeros
Luciano Pavarotti dio sus primeros pasos en el mundo de la lírica como cantante de coro.

El 12 de octubre de 1935 nació en Módena, Italia, Luciano Pavarotti, uno de los cantantes líricos contemporáneos más aclamados y queridos por todo el mundo. Doce años antes de su fallecimiento, llegó al Perú en 1995, para cantar en Lima ante aproximadamente 20 mil personas en el Hipódromo limeño de Monterrico.

El tenor debutó el 29 de abril de 1961 en la ciudad italiana de Reggio Emilia con el papel de Rodolfo en La bohème, de Giacomo Puccini. En 1963, en el Covent Garden de Londres, sustituyó a Giuseppe di Stefano en dicho papel, interpretación que le valió un gran éxito de crítica y público. Ya en 1965 se produjo su debut en Estados Unidos.

“Ese mismo año, y tras haber conocido al director de orquesta Richard Bonynge, realizó una gira por Australia cantando de nuevo el rol de Edgardo (Lucia di Lammermoor). Durante varios años seguidos, a partir de 1991, Pavarotti respondió al llamado de la organización War Child, para recaudar fondos para la construcción de un centro de musicoterapia en Mostar”, informa la página Biografías y Vidas.

Luego de su concierto en
Luego de su concierto en Lima, realizó uno en Chile y otro en Colombia.

Pavarotti, que tuvo conciertos multitudinarios y televisados, fue un tenor de reconocido prestigio que poseía una bella voz de brillantes agudos y elegante estilo, que apenas si perdió colorido a pesar del paso del tiempo. En otra de sus facetas, ayudó a cientos de refugiados y a la Cruz Roja con donaciones.

El tenor fue muy solicitado en teatros de todo el mundo hasta su retiro en la Ópera Metropolitana de Nueva York, el 13 de marzo del 2004, donde interpretó el papel del pintor Mario Cavaradossi en la ópera Tosca, de Giacomo Puccini, al lado de Carol Vaness. A principios del 2006, debido a una intervención en la espalda, el tour del adiós fue suspendido, días después se le descubrió un tumor maligno en el páncreas.

Fue operado el 7 de julio de 2006 en Nueva York, sufriendo una neumonía post operación, por lo que todos sus conciertos fueron cancelados. El 8 de agosto de 2007 fue hospitalizado víctima de un estado febril y de complicaciones respiratorias. Abandonó la clínica el día 25 de agosto para continuar la convalecencia en su hogar. El 5 de septiembre de ese año el gobierno italiano le concedió un Premio Excelencia en la Cultura de Italia. Un día después falleció a causa del cáncer.

El concierto en Lima

Sucedió un 11 de enero de 1995 y entre los presentes estuvo el presidente de ese momento, Alberto Fujimori, quien fue invitado especialmente por el tenor. Se calcula que unas 20.000 personas escucharon al tenor que regaló al público seis canciones más de las previstas en el programa.

El tenor italiano cantó ante 20 mil personas en el Hipódromo de Monterrico. VIDEO: Gullermo Calvo.

Lamentablemente y por la demanda que hubo, el concierto se retrasó una hora debido a los problemas de estacionamiento de más de ocho mil automóviles que se desplazaron hasta ese lugar. Por otro lado, según informó la prensa, Pavarotti se vio afectado por el intenso viento que hubo esa noche en la capital.

Eso no evitó el espectacular concierto, donde el tenor ofreció conocidos fragmentos de óperas como Recóndita Armonía y el adiós a la vida de Tosca de Giacomo Puccini. Además, realizó interpretaciones de flauta como el Vuelo del moscardón de Nicolás Rimsky Korsakoff.

En este concierto se le
En este concierto se le aprecia como Nemorino en L'elissir del amore de Donizetti.

El coro peruano acompañó al italiano en la interpretación de Nabucco de Giuseppe Verdi, que dio fama al compositor, pues esa ópera fue estrenada durante la ocupación austríaca de Italia, y su coro Va pensiero fue considerado como un canto de libertad. Dos horas después de haberse iniciado el espectáculo, Pavarotti lo cerró con el inevitable O sole mio.

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