Aníbal Torres, asesor del despacho del nuevo Consejo de Ministros, vuelve a estar en el centro de la crítica tras emitir expresiones racistas en una mesa de diálogo realizada el jueves, en la cual participaron organizaciones indígenas amazónicas.
La reunión buscaba poner fin a las protestas registradas en distintas regiones de la Amazonía contra tres resoluciones viceministeriales, publicadas en setiembre por el Ministerio de Educación (Minedu), que afectaban directamente la educación intercultural bilingüe.
Al intervenir, el ex primer ministro cuestionó a los presentes que no usaran el español como lengua principal, según contaron a El Comercio Jorge Pérez, presidente de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), y Ketty Marcelo López, presidenta de la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (Onamiap), quienes participaron en el encuentro.
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“Torres interrumpía para preguntar qué lengua hablaba el interlocutor. Él nos preguntó si no hemos pensado que es mejor que solo hablemos castellano para que nuestros hijos tengan mejores oportunidades en la vida”, detalló Marcelo. Todo ocurrió a vista de los ministros de Educación y Cultura, Rosendo Serna y Silvana Robles, de acuerdo con los asistentes.
La presidenta de Onamiap agregó que al final de la reunión debían firmar un acta, aunque no se les dio oportunidad de revisarla, de modo que se opusieron. Entonces, Torres les dijo que “si quieren firman, si no, no”. “Muy déspota él, nos miraba como azuzadores”, añadió la dirigente.
La jefa del Programa de Pueblos Indígenas de la Defensoría del Pueblo, Nelly Aedo, confirmó al diario la conducta “impertinente” de Torres, quien renunció días atrás ante el rechazo de plano del Congreso a su voto de confianza. De acuerdo con Pérez, el extitular de la PCM “también dijo que él conoce que había varios idiomas en Italia y que entró un régimen que los igualó y que ahora Italia es un país desarrollado”.
“O sea, tiene esa mirada de acabar con las lenguas originarias en el país. Todo con un sesgo de discriminación”, expresó el también presidente de Aidesep. “Nos ha dolido el trato de un gobierno por el que hemos apostado, no sabíamos que el señor Torres tenía ese trato tan colonial”, finalizó Marcelo.
Walter Sangama, presidente de la Federación de los Pueblos Indígenas Kichwas de la Región San Martín (Fepikresam), afirmó que la intención era llegar a un buen acuerdo sobre la educación intercultural bilingüe; sin embargo, recibieron ese trato sin haber escuchado su propuesta.
“El comportamiento de Aníbal Torres es de discriminación. Respaldamos a los hermanos que estuvieron en la [PCM]”, agregó.
El Perú es uno de los países con mayor diversidad cultural y lingüística de la región, con 55 pueblos originarios o indígenas, y 47 lenguas indígenas u originarias que son habladas por más de cuatro millones de ciudadanos, según el Minedu.
Las lenguas con alfabetos oficiales son el quechua, matsigenka, harakbut, ese eja, shipibo, ashaninka, aimara, yine, kakataibo, kandozi-chapra, awajún, jaqaru, shawi, yanesha, nomatsigenga, cashinahua, wampis, sharanahua, secoya, achuar, murui-muinani, kakinte, matsés, ikitu, shiwilu, madija, kukama kukamiria, maijiki, bora, yagua, kapanawa, urarina, amahuaca, yaminahua, ocaina, nanti, arabela y ticuna.
Ataques misóginos
A inicios de noviembre, varios congresistas de diferentes tintes políticos, organizaciones feministas y de periodistas criticaron a Torres por unas expresiones misóginas al acusar durante un acto público a la periodista Sol Carreño de ser “mala madre” y “mala esposa”.
“¿Quién tiene autoridad para juzgar aspectos estrictamente personales? ¿Mala madre, mala esposa, mala hija? ¿Qué cosa? El premier perdió la brújula. Mi solidaridad con Sol Carreño. Escandaloso”, escribió en Twitter la legisladora progresista Susel Paredes.
La diputada conservadora Martha Moyano, del partido fujimorista Fuerza Popular, tachó a Torres de ser un “machista capaz de enviar a la hoguera a una mujer que se atreva tan solo a pensar”.
Sobre la polémica también se pronunciaron organizaciones feministas como Manuela Ramos, que aseguró que las afirmaciones del primer ministro “se basan en prejuicios y estereotipos que mellan su dignidad”. Incluso la ministra de la Mujer, Claudia Dávila, afirmó en declaraciones a RPP que hubo “un exceso” por parte de Torres.
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