El calamar gigante o pota es uno de los recursos marítimos más importantes que tiene el país, luego de la anchoveta. Según el estudio elaborado por el portal ‘Mar del Perú’, a lo largo de toda la costa, este molusco está presente desde la milla 10 hasta pasadas las 500.
Este informe también revela que entre los años 2010 y 2019, el desembarque promedio de este insumo ha sido de casi 430 mil toneladas (T) anuales, llegando a un máximo de 556 mil en el 2014 (Produce, 2020). Además, durante muchos años, Perú ha producido más del 50 % de los desembarques mundiales de este recurso.
Sin embargo, la presencia de embarcaciones chinas muy cerca de la soberanía de nuestras 200 millas ha generado alarma, ya que se estarían depredando más 50 mil toneladas de pota de manera ilegal.
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Ante esta problemática que pone en riesgo la pesca artesanal, Infobae conversó con Juan Carlos Sueiro, director de pesquerías de Oceana Perú, organización dedicada a proteger los océanos.
“Este es un tema que tiene muchos años. Para seguir un poco la ruta de la pota, esa flota en verano se encuentra en el centro del Pacífico, luego en julio y agosto están alrededor de Galápagos y luego bajan hacia el Perú, parte de Chile, algunos dan la vuelta en Argentina y ese comportamiento por decirlo así tiene varios años”, comentó.
Agregó que en Oceana han hecho seguimiento a estas flotas gracias a la plataforma ‘Global Fishing Watch’, y gracias a esta herramienta han podido darle seguimiento a cómo se están comportando estas embarcaciones en el mar, sobre todo en las 200 millas peruanas.
Hay que tener en cuenta que la pota es una de las más importantes exportaciones de la pesca artesanal del Perú, es lo que más se captura y el recurso que más buscan los pescadores artesanales. Entonces, tener una flota grande como las de China es un tema que preocupa y que se debe tocar con prioridad.
“Lo que hay que tener en cuenta es que esta flota, supuestamente, trabaja fuera de las 200 millas del mar peruano, entonces el Organismo Nacional de Ordenamiento Pesquero del Pacífico Sur, que es una instancia que regula los espacios para extraer especies marítimas, tiene que monitorear esto”, analizó Sueiro.
Control en el espacio de las 200 millas
A través del Decreto Supremo N.º 016-2020-PRODUCE, publicado en agosto de 2020, se ordenó que los buques extranjeros que extraen calamares, instalen dispositivos VMS nacionales si buscan utilizar los puertos peruanos para mantenimiento, reabastecimiento de combustible o cambio de tripulación. Según detalla y especifica esta regulación publicada en el portal ‘Global Fishing Watch’, el buque debe transmitir sus posiciones a través del VMS de Perú seis meses antes de ingresar al puerto para evitar irregularidades de AIS fuera y dentro de las aguas peruanas.
“En la actualidad son más de 600 embarcaciones que están registradas pescando pota y la captura de este calamar se ha incrementado de 300 mil a 400 mil toneladas tanto en Perú como cerca de él. En ese sentido, el país tendría que tener una política de alianzas más agresivas, más proactivas en el Pacífico Sur, para hacer frente a reducir el esfuerzo de la pesca de pota que se realiza fuera de las 200 millas”, sostuvo.
Para Sueiro, lo que se presume es que estas flotas apagan sus luces y entrar al mar peruano a extraer estos calamares y lo hacen de manera repetitiva, sin ser vistas por estos organismos reguladores.
¿Qué debería hacer el gobierno peruano?
Juan Carlos Sueiro, director de pesquerías de Oceana Perú, indica que el gobierno peruano debería adoptar ciertas medidas de seguridad para respaldar la pesca legal de la pota dentro de las 200 millas de nuestro mar, sobre todo para garantizar el esfuerzo de los pescadores artesanales.
Para ello analizó tres puntos importantes a tener en cuenta:
1) Se debería parar el registro de embarcaciones grandes que ingresan al mar peruano y que capturan pota, que ya no puedan entrar más embarcaciones grandes de tamaño industrial.
2) Se debería ampliar el número de inspectores que puedan estar en estas embarcaciones pese a las dificultades y buscar alternativas tecnológicas para regular y registrar qué es lo que está pasando en estas embarcaciones.
3) Hacer el seguimiento adecuado de los VMS, estos dispositivos que no se puede apagar por ningún motivo. Esto ayudará a verificar que efectivamente estas embarcaciones no están sobrepasando los límites de ingreso en nuestro mar peruano y si en caso hicieran lo contrario apagando las luces, pues que sean sancionados.
Depredación sin control
En el estudio “Hotspots of Unseen Fishing Vessels”, publicado por el portal ‘Global Fishing Watch’, revela que los investigadores identificaron más de 55,000 presuntos eventos incapacitantes intencionales de 2017 a 2019, ocultando casi 5 millones de horas de actividad de buques pesqueros a nivel mundial.
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“Hay algunas razones legítimas por las que los buques desactivan su AIS, pero encontramos dos situaciones en las que se hace por razones potencialmente nefastas, ya sea para pescar en lugares no autorizados o para ocultar transbordos no autorizados”, dijo Heather Welch, científica del proyecto en UCSC y autora principal de este estudio.
“Este conjunto de datos ahora está operacionalizado, y los datos se producen en tiempo real, por lo que se pueden utilizar para dirigir las inspecciones y mejorar la gestión de la pesca”, agregó.
“En muchos casos, los buques ‘se oscurecen’, deshabilitando su AIS, a medida que se acercan al borde de una ZEE donde no están autorizados a pescar”, dijo Welch. “Por ejemplo, es posible que vea un barco con bandera coreana dirigiéndose hacia Argentina, y luego se oscurece en aguas internacionales a las afueras de la ZEE de Argentina”.
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