Hasta la fecha, hay más de 240 mil peruanos que encontraron un nuevo hogar en Chile. En busca de mejores oportunidades y aspirando a hallar una calidad de vida óptima para sus familias, los nacidos en el territorio nacional han aprendido a convivir con el choque cultural, generando comunidades en las que se apoyan mutuamente.
En el corazón de Santiago, la capital chilena, se encuentra una de las comunas más grandes y populares formada por nuestros compatriotas. Esta lleva el nombre de La Recoleta, en la que trabajan, residen y conviven con personas de otras nacionalidades, como haitianos y venezolanos.
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Encontrando oportunidades
El Mercado La Vega es un de los lugares que expone el impacto de la migración peruana. Desde que se ingresa al amplio local, la cumbia, chicha o huaynos reciben a los visitantes, generando un ambiente que los hace sentir en Perú. Un video que publicó el youtuber Frans dejó ver cómo se las han sabido ingeniar para obtener un ingreso económico. A la fecha, el sueldo mínimo que pueden obtener es de 400 mil pesos.
Hay historias de peruanos que llegaron a Chile hace más de 20 años en busca de un mejor futuro. Con esfuerzo, abrieron sus puestos en el concurrido mercado, en los que reciben a sus paisanos para que colaboren con ellos.
La señora Jenny ha encontrado un balance en sus dos trabajos. Sus mañanas las pasa en su stand, vendiendo abarrotes, y por las noches trabaja como personal de limpieza en las calles. Sobre la discriminación, explica al creador de contenidos que los chilenos pensaban que eran rateros, teniendo un mal concepto de ellos.
Ese estigma contra los peruanos no ha desaparecido en su totalidad. Incluso, en redes sociales se pueden encontrar videos en que piden a los nacionales que se retiren de las tierras chilenas. Pese a estas expresiones, un gran porcentaje mantiene una línea de respeto hacia los extranjeros, rechazando comentarios despectivos.
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Con más de 15 años, y teniendo una vida hecha en Chile, uno de los vendedores de frutas en La Recoleta precisó que eran pocos los peruanos que vendían en el recinto, pero que poco a poco se fueron sumando más, trayendo otro tipo de insumos poco conocidos por los locales, llamándoles gratamente la atención.
Comida peruana en Chile
“Es como estar en Perú”, menciona el creador de contenidos mientras recorre los pasillos donde se encuentra con carretillas que ofrecen bebidas clásicas de los desayunos, como emoliente, quinua, maca, entre otros. Frutas, verduras y otros productos para las comidas poco a poco se han ido insertando en los almuerzos de los chilenos. Aunque no ha sido una tarea fácil, han usado su carisma para que los prueben y conozcan su sabor.
En la misma Recoleta se encuentran varios restaurantes que ofrecen comida peruana. Lomo saltado, ají de gallina y demás platillos son ofrecidos a los comensales. El sabor puede resultar totalmente diferente al que se conoce porque la mayoría de cocineros encargados son de otras nacionalidades alejadas a las nuestras, por lo que no conocen con exactitud el punto de sazón que se necesita.
Una Cachina en Santiago
Al igual que el Lima, Santiago de Chile cuenta con un camino que ha sido tomado por los ambulantes, quienes ofrecen una variedad de elementos, como ropa, accesorios o zapatos. Colocan unos plásticos en el suelo para ubicar su mercancía, facilitando la visión a sus potenciales clientes.
La Plaza Perú
Este es un lugar dedicado a nuestro país. Se trata de una plaza, ubicada en Las Condes, con áreas verdes y juegos que resalta un diseño que refleja el mapa del Perú, así como un busto en homenaje al pionero de la aviación peruana, Jorge Chávez.
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