Pasear por el Centro de Lima es trasladarse a la época virreinal del Perú. Es un distrito lleno de museos, casonas, casas de personajes sobresalientes de la historia del país y monumentos que encierran una historia detrás, tal como sucede con la Piedra Basal Andina.
Este imponente monumento se erige en medio de una las plazas más importantes del país, y su presencia no es nada más que el homenaje al último curaca inca del Perú,
“Wanka en Granodiorita, Piedra Basal Andina. Homenaje de la ciudad de Lima a Taulichusco ‘El Viejo’, el último de sus gobernantes nativos”, se lee en la placa conmemorativa que acompaña la pesada esfinge.
Con 14 toneladas de peso, la enorme piedra fue trasladada desde la pampa de Amancaes hasta el pasaje Santa Rosa en el Cercado de Lima.
Su presencia venera la valentía y sabiduría de Taulichusco para con su pueblo.
DATO: El monumento fue creado por el exalcalde de Lima, Alfonso Barrantes Lingán en 1985.
Fue el último curaca registrado en la historia del Perú. Sus funciones y servicios eran los de un jefe político y administrativo del ayllu. Era yanacona y criado de Mama Vilo, quien era esposa de Huayna Cápac. Tenía un hermano cuyo nombre era Caxapaxxa y también era criado del mismo inca.
Sabía del comportamiento de los españoles y de las acciones de Francisco Pizarro, el español.
Durante el arribo de Pizarro a lo que luego sería Lima, el Curaca no dudó en colaborar con aquel extraño con el fin de que su pueblo no sea sometido a la esclavitud.
Las tierras que le correspondían a Talichusco eran Late (Ate), Hurin Guancho (Lurigancho), Huatca, Maranga, Collique, Carabayllo, Sulco (Surco) y Armatambo, lo que hoy es el morro solar.
Su vivencia cercana al río le permitían organizar la distribución del agua en la parte baja del valle.
Decidió ceder sus tierras y trasladarse a lo que hoy se conoce como San Miguel y Magdalena vieja.
De acuerdo a las crónicas, su muerte se dio por causas naturales, sin embargo, no se ha descartado que fuera asesinado debido a que cuando los españoles lo encontraron, Taulichusco ya era anciano.
Según diversos historiadores se trató de una de las figuras más importantes de lo que luego se llamó Lima, la capital del Perú.
Los curacas en su mayoría eran aquellos adultos que demostraban mayor sabiduría y autoridad. Usualmente tenían una avanzada edad, pero no siempre sucedía eso. Las funciones que realizaban dentro del imperio eran:
- Organización de la faena y trabajo comunal.
- Labores de mantenimiento y limpieza de los canales de riego.
- Repartición de lotes de tierras agrícolas
- Protección a los pobres
- Cuidar los linderos de la comunidad.
SEGUIR LEYENDO