La terrible muerte de joven de 18 años que cursaba el último año de educación secundaria a manos de un grupo de amigos, quienes tras una discusión lo apuñalaron y lo enterraron en una casa abandonada en la comunidad de Aycas, en Ayacucho, ha desatado una ola en la ciudad de Huanta hasta donde llegaron hoy familiares y vecinos de la víctima e incendiaron la sede del Ministerio Público como protesta contra la decisión de dejar en libertad a los implicados en el asesinato.
Daniel Quispe Bautista salió el último viernes de su vivienda para reunirse con sus compañeros de clase, pero nunca más regresó a casa. Su madre, al no saber nada de su hijo, acudió a estos amigos para que le den cuenta sobre su paradero, pero todos negaron haberlo visto. En su desesperación acudió a la Policía, pero fue discriminada por ser quechuablante,
Recién el lunes, 28 de noviembre, la policia logró dar trámite a la denuncia ante la insistencia de los vecinos y detuvo a los amigos de Daniel con quienes fue visto la última vez. Durante el interrogatorio, I. D. C. A, de 15 años, confesó que dos de sus compañeros atacaron brutalmente al infortunado con arma blanca y luego trasladaron el cuerpo a una vivienda abandonada donde fue enterrado.
Las autoridades llegaron hasta el lugar señalado por el menor y hallaron el cuerpo de Daniel, lo cual desató la desesperación de su madre, quien no podía creer cómo le pudieron dar cruel muerte a su hijo.
Detención de sospechosos
Los dos implicados en el crimen, menores de edad, fueron detenidos por la Policía Nacional y se esperaba que el fiscal de turno emita una orden de detención preliminar, pero no lo hizo y tras 72 horas el Ministerio Público dispuso su libertad inmediata.
Los familiares y vecinos de la comunidad de Aycas al enterarse del hecho acudieron hoy ante la sede del Ministerio Público y protestaron en contra de tal decisión. En el frontis empezaron a quemar llantas y a reclamar por la injusticia que se ha cometido.
Al tratar de ser reprimidos por la policía, todo se salió de control y decenas de personas ingresaron a las oficinas de la Fiscalía y empezaron a reventar lunas y a arrojar documentos a la calle. Porteriormente, empezaron a prender fuego a toda la sede que en minutos se vio envuelta en llamas.
La población enardecida se enfrentó a la Policía con piedras y palos, mientras que los efectivos tuvieron que lanzar bombas lacrimógenas para dispersar la protesta. Sin embargo, otros vecinos y trabajadores de la sede fiscal tuvieron que rescatar a sus compañeros que quedaron atrapados en medio de las llamas.
Heridos y grandes pérdidas
Hasta el momento se han detectado alrededor de cinco personas heridas y varios detenidos.
La familia de Daniel Quispe Bautista exige a las autoridades que se capture nuevamente a los culpables y sean condenados, pues luego de la liberación los implicados se encuentran con paradero desconocido.
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