La tercera moción de vacancia ya ha sido presentada. Su principal promotor, Edward Málaga, se ha mostrado confiado en que se cuentan con los votos necesarios para concretar la destitución del jefe de Estado; sin embargo, sus cálculos podrían verse afectados por el acciones del Ejecutivo. Este alertó que desde el gobierno se pretendería negociar con algunos parlamentarios para cambiar el sentido de su voto.
“Al día de hoy tenemos un número que sobrepasa con holgura los 87 votos. Pero esto es al día de hoy. Puede ser que, en tres, cuatro días alguien los compre, les ofrezca un ministerio”, dijo el parlamentario sin mencionar quiénes serían aquellos que podrían ceder a los ofrecimientos del Ejecutivo. Tan solo señaló que la decisión dependerá de la integridad y amor por el país de “sus colegas”.
“Nada puede garantizar el número final de votos, todos sabemos que las voluntades cambian. No les sorprenda que el Ejecutivo intente captar algunos de los votos o firmas que ya tenemos comprometidas. Yo no me confiaría en los números que tenemos, pero sí tengo la certeza por el mejor camino que es el momento más cercano que hemos estado a una vacancia presidencial”, agregó durante su presentación ante los medios.
Lo cierto es que desde que inició el proceso de recolección de firmas, la moción logró un importante respaldo desde miembros de la oposición, pero que no llegaba al número planteado. Durante muchos días, el conteo se mantuvo congelado a la espera de nuevos congresistas interesados. El más reciente en firmar ha sido Esdras Medina quien mostró preocupación por un presunto cierre del Congreso.
Por su parte, Málaga ha resaltado que ha presentado la moción porque se siente seguro de que logrará su cometido de retirar al presidente de su cargo. Informó que ha conversado con diversas bancadas para conocer sus puntos de visto, sobre todo ante la especulación de una posible disolución del Parlamento.
“Este es un proceso en marcha. Obviamente no la hubiésemos tomado la decisión de presentarla hoy si no tuviésemos cierta certeza de lograr el objetivo. Los cálculos han sido hechos conversando, dialogando, haciendo el trabajo político de ir a tender la mano a diferentes bancadas y colegas para saber cuáles son sus voluntades, apreciaciones y preocupaciones ante un eventual cierre del Congreso. No es la razón principal, pero es el detonante”, sostuvo.
Argumentos presentados
La tercera moción de vacancia contiene varios puntos que buscan ser sólidos y ya estaban en un borrador.
El primer punto es que la administración de Castillo hubo un copamiento y desmantelamiento del aparato estatal a través de la designación de altos funcionarios con graves cuestionamientos para favorecer a los intereses de su entorno.
“Desde que asumió su mandato, el presidente Pedro Castillo ha designado para el cargo de ministros de Estado a personas seriamente cuestionadas por sus antecedentes, prontuarios e investigaciones en curso,dando entender que a su juicio, dichas personas eran idóneas para los cargos y las funciones que iban a desempeñar”, en el documento. Aquí se hace referencia a los exministros Juan Silva (Transportes) y Geiner Alvarado (Vivienda).
El segundo punto trata de las investigaciones de la Fiscalía de la Nación que devinieron en la denuncia constitucional contra Castillo por los presuntos delitos de organización criminal, tráfico de influencias y colusión por los casos Puente Tarata y Petroperú.
También se menciona a otras investigaciones como el manejo irregular de los ascensos dentro de las Fuerzas Armadas y la Policía, el presunto direccionamiento de las licitaciones públicas en Cajamarca y otras regiones.
El tercer punto hizo referencia a “manifestaciones directas de la inmoralidad del presidente” tras ser sindicado como presunto autor de un plagio académico de su tesis de maestría, así como de ser acusado de un aparente encubrimiento personal para no capturar a los prófugos del gobierno tal como lo denunció el exministro del Interior, Mariano González.
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