El 24 de abril de 2016, Estefhanny Díaz Acosta salió de su casa camino a una fiesta infantil en el distrito de Ventanilla. La madre de apenas 22 años llevó consigo a sus dos hijas Tatiana Estrella Díaz Acosta, de 5 años, y Esther Yamile Pajuelo de siete meses de edad. La joven fue invitada por su prima Jacqueline Díaz y su esposo Jimmy Altamirano. De acuerdo a Mercedes Pajuelo, tía de las menores, en las fotografías del evento se aprecia a la joven mamá aún en la reunión hasta aproximadamente a las siete de la noche. Aquel día sería la última vez que se conocería del paradero de Díaz Acosta y las pequeñas Tatiana y Esther.
“Estefhanny desaparece el 24 de abril en una fiesta donde su prima y esposo le dan el encuentro. Ella no los frecuentaba, sólo se comunicaban por redes sociales. Esta pareja es la última en encontrarse con ella ese domingo en la noche. Al día siguiente en la mañana, el papá de Estefhanny sufrió un ataque donde casi pierde la vida. El señor estaba ingresando a su domicilio y se encuentra con esta pareja dentro de la casa. No se sabe cómo ingresaron, pues la única que tenía la copia de la llave era Stephanie y el señor”, comentó la pariente a Infobae Perú.
El padre de la joven madre fue golpeado con un revólver hasta que perdió la conciencia, según el familiar. Pajuelo contó que las autoridades tomaron conocimiento de este hecho, pero decidieron tomarlo como un suceso aislado y no vincularlo con la denuncia por la desaparición de Estefhanny.
El 25 de abril, el esposo de Estefhanny acudió a la comisaría para denunciar la desaparición de su pareja e hijas, pero los policías del establecimiento le comentaron que esta no se recibían denuncias pues la comisaría estaba cerrada. De acuerdo a Mercedes Pajuelo, le pidieron a su pariente acudir a la Fiscalía de la zona para poner la denuncia. “Junto a mi hermano fuimos a la Fiscalía y estaban justo en el cambio del Código Procesal Penal y no había atención, así que tuvimos que regresamos a la comisaría e insistir en la denuncia”, afirmó.
Pese al mal momento que la familia se encontraba pasando, en la comisaría continuaron presentando excusas sobre la desaparición de la madre y sus hijas. Mercedes aseguró que los efectivos le culparon a su hermano, Luis Pajuelo, de lo sucedido con Estefhanny y sus menores hijas, pues indicaron que el desconocimiento de su paradero se debería a una posible infidelidad.
La tía de las menores también precisó que los familiares de Estefhanny han reclamado en más de una ocasión a las autoridades la falta de celeridad en la búsqueda de las desaparecidas y en los avances de la investigación abierta. Sin embargo, recalcó que han minimizado la gravedad de su desaparición.
“Siempre nos han dicho que como no hay cuerpo, no hay delito. Eso nos decían”
“Pasa el tiempo y uno se imagina lo peor, porque no es normal que mi cuñada y las bebés desaparezcan. Ellas no se llevaron nada. Ningún documento, ninguna prenda de ropa. Todo estaba en la casa. No se llevó ni una prenda, ni una chompita para las bebés. A veces pienso que algo terrible les ha pasado y, mientras más tiempo pase, menos pistas tenemos, pero aún nos queda una esperanza de saber algo. Aún tenemos esperanza de que alguien sabe y nos va a decir algún día qué les pasó”, expresó.
Durante los últimos años, las cifras recolectadas por el Ministerio del Interior revelan una cruda realidad: la mayoría de personas reportadas como desaparecidas son mujeres. Desde el año 2018 hasta octubre de 2022, han desaparecido 61 mil 941 mujeres y 36 mil 254 hombres. Es decir, el 63% de las denuncias de desapariciones corresponden a personas de sexo femenino.
Esta situación de vulnerabilidad fue reconocida por el Estado peruano en el marco de las modificaciones al reglamento de la Ley 30364, Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar, en el año 2022 tras una serie de recomendaciones provenientes de asociaciones de familias de mujeres reportadas como desaparecidas.
“La desaparición general que es un problema social, pero en el caso de las mujeres tienen un impacto totalmente diferenciado porque se relaciona con toda esta situación de subordinación y control de las mujeres. También muy vinculado con delitos como trata de personas, explotación sexual o feminicidio. Las cifras que manejamos continúan siendo altas”, explicó Carolina Garce, adjunta para los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo, a Infobae.
Las cifras de desapariciones de mujeres son alarmantes. En el año 2019 se ha llegado a reportar más de 16 mil desapariciones de mujeres en el país, según el Ministerio del Interior. Asimismo, los niveles pre pandemia de desaparecidos en Perú eran superiores y con una notoria diferencia de las cifras vinculadas a casos de mujeres.
Respecto a estos casos, Garce informó que es importante que las autoridades actúen con celeridad en la búsqueda de mujeres reportadas como desaparecidas pues estas se encuentran en estado de vulnerabilidad y la demora en su hallazgo podría afectar sus derechos fundamentales al estar esta problemática vinculada con el delito de feminicidio.
“Por lo general, de acuerdo a las cifras, el 16% de las mujeres que fueron víctimas de femicidio habían sido reportadas como desaparecidas por sus familias”
La representante de la Defensoría del Pueblo resaltó que la Policía Nacional aún no está lo suficientemente capacitada y equipada para actuar con inmediatez ante la desaparición de una mujer. La vocera especificó que el caso de las mujeres que viven en zonas rurales su búsqueda es más difícil para los efectivos de la PNP, pues no se cuenta con la tecnología suficiente. “En esos lugares debería haber todo una política de Estado que permita ayudar a que este personal que está en zonas más alejadas pueda realmente contar con equipamiento para encontrar a las mujeres”
La experta afirmó que es necesario que las instituciones a nivel nacional puedan cumplir un rol activo ante este problema y poder trabajar en conjunto para ubicar a estas mujeres. Sobre todo, porque su ubicación inmediata es fundamental para que no se continúe produciendo vulnerando sus derechos humanos.
Hasta agosto del presente año, la Policía de Perú reportó que más del 50% de las mujeres desaparecidas en lo que va del año no han sido ubicadas. Al respecto, Katherine Soto, fundadora de la organización Mujeres Desaparecidas Perú, señaló a Infobae que son más de cinco mil mujeres que no han regresado a sus casas. “En este año se ha denunciado la desaparición de más de 9 mil 638 mujeres. De ellas, solo se han ubicado a 4 mil 589, es decir, menos del 50%. Nos falta ubicar más de 5 mil 49 mujeres de enero a octubre”, explicó.
Así como el caso de Estefhanny Díaz Acosta y sus pequeñas, quienes llevan desaparecidas más de 6 años, son más las mujeres de las cuales se desconoce su paradero. Soto explicó que muchos de estos casos fueron presentados antes del 2018, antes de que funcione el Sistema de búsqueda de personas desaparecidas en Perú, por lo que muchas denuncias no recibieron el tratamiento adecuado y hasta han sido archivadas.
“Los casos como el de Estefhanny Díaz, son denuncias interpuestas antes del año 2018, cuando no existía el Decreto Legislativo 1428, Decreto Legislativo que desarrolla medidas para la atención de casos de desaparición de personas en situación de vulnerabilidad. Lamentablemente, muchos de estos han terminado en impunidad. Algunos de esos casos están en Fiscalía aún en el proceso de investigación, otros han sido archivados por falta de elementos y otros continúan en procesos legales ante la insistencia de las familias”, aseveró.
Por otro lado, Katherine Soto señaló que se debe entender la desaparición de una mujer haciendo foco hacia las mujeres en su diversidad. “Hasta el día de hoy no contamos con un registro que nos muestre cuantas mujeres en zonas rurales y comunidades campesinas han desaparecido. O cuántas mujeres indígenas son reportadas como desaparecidas. No pueden ser solamente una demanda de mujeres de zonas urbanas, debe ser una demanda que aborde la problemática de mujeres a nivel nacional”, acotó.
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