La economía peruana crecería 2.3% durante el cuarto trimestre de 2022, impulsado principalmente por el aumento en el volumen exportado como consecuencia del inicio de la producción del proyecto Quellaveco, estimó el Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank.
Asimismo, la entidad bancaria anticipa que el dinamismo del consumo privado continuará en dicho período, ya que los factores que lo impulsaron durante el tercer trimestre de 2022 seguirían vigentes, además que el Gobierno dispuso el pago de un bono de S/ 270 a 4.2 millones de personas en situación de vulnerabilidad económica para afrontar el alza del precio de los alimentos.
Por su parte, la inversión privada permanecería en territorio negativo -indicadores adelantados como el consumo interno de cemento mostraron una caída en octubre-, ya que el persistente ruido político continuaría afectando las expectativas empresariales.
En tanto, la inversión pública continuaría con la evolución positiva que viene mostrando desde el segundo trimestre del 2022, impulsada por la mayor ejecución de los gobiernos regionales y locales que culminan su gestión a fin de año.
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Resultados tercer trimestre 2022
La demanda interna creció 3.3% durante el tercer trimestre del 2022, ligeramente por encima de 3% de lo estimado por el Departamento de Estudios Económicos de Scotiabank.
Asimismo, el resultado fue superior a la expansión de 1.7% registrada por el Producto Bruto Interno (PBI). “No hubo grandes sorpresas, salvo la notoria desaceleración de las exportaciones y una contribución de los inventarios superior a la esperada”, dijo la entidad bancaria.
El consumo privado (+3.5%) continuó creciendo por encima de la demanda interna, como resultado de la recuperación gradual de los ingresos, la eliminación de las restricciones sanitarias asociadas al covid-19 -en un contexto en que el 90% de la población se encuentra vacunada con dos dosis- y la disponibilidad de ingresos extraordinarios (retiros de fondos de pensiones y depósitos CTS). Lo anterior fue parcialmente contrarrestado por el alza de la inflación que afectó la capacidad adquisitiva de las personas.
En cuanto a la inversión privada (-0.8%), como se esperaba, mostró una caída, explicada por la disminución de la inversión minera (-12.5%) tras la finalización del megaproyecto cuprífero Quellaveco, que requirió una inversión superior a los US$ 5 mil millones e inició operaciones en setiembre.
La inversión no minera (+0.8%) se mantuvo estancada, en línea con la evolución de las expectativas empresariales que se mantienen en terreno negativo durante los últimos 18 meses.
La inversión pública (+11,6%) se vio favorecida por el dinamismo de la ejecución de los gobiernos subnacionales (+24.1%), tanto locales como regionales, que se encuentran en la recta final de su administración.
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Sin embargo, la ejecución del Gobierno Nacional (-2.0%) se mantuvo en territorio negativo debido a los continuos cambios de ministros y a la falta de experiencia de los nuevos funcionarios públicos.
El consumo público (-6.3%) aceleró su caída. Esta evolución negativa estuvo explicada por los menores egresos asociados a la pandemia del covid-19 -en particular menores compras de insumos médicos y culminación de contratos CAS de trabajadores de salud- así como el menor gasto en mantenimiento de caminos vecinales en el marco del programa Arranca Perú.
Proyección
El PBI de Perú se expandirá un 2,6 % en 2023 y un 2,9 % en 2024 impulsado, especialmente, por un incremento de la producción y exportación minera, así como por la recuperación del turismo, según el informe de perspectivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) difundido este martes.
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