Nuevos detalles del caso de Blanca Arellano fueron revelados por el fiscal Marcos Collantes en la audiencia donde se dictó nueve meses de prisión preventiva contra Juan Pablo Villafuerte, principal sospechoso del asesinato de la turista mexicana, quien fue reportada con paradero desconocido desde el 7 de noviembre.
Días antes de reportarse su desaparición, la hermana y amiga de la víctima empezaron a notar cambios en el comportamiento de la mujer extranjera de 51 años, señaló el representante del Ministerio Público al Poder Judicial.
“Cada vez se le iba viendo más triste, al punto de que cuando conversaba con sus familiares tenía que disminuir el tono de su voz como si no quisiera ser escuchada por alguien”, dijo en su intervención.
Collantes también narró ante el juez un hecho hasta ahora desconocido para la opinión pública y los medios de comunicación.
“La agraviada, el 3 de noviembre de 2022, se comunicó con personal de la aerolínea en la que había viajado desde México a Perú, para preguntar por el reembolso del costo de su boleto de regreso a su país, obteniendo de respuesta de que no era posible”, contó.
Según el fiscal, en cambio la aerolínea la ofreció reprogramar la fecha de su vuelo de retorno a México, a lo que “la agraviada accedió”, pues vivía en una “posición de inferioridad” respecto a Juan Pablo Villafuerte, quien le daba “80 soles semanales” para que se solvente económicamente.
“En sí misma tenía la consigna de salir de la situación de la que estaba viviendo en ese momento. Intención que se vio frustrada, no llegando a confirmar una fecha para su retorno dado que el día 6 de noviembre la agraviada dejó de interactuar con mensajes a través de sus redes sociales con sus familiares”, dijo Marcos Collantes.
Pese a que Villafuerte aseguró que solo tenía una amistad con Blanca Arellano, el fiscal del caso dejó claro al juez que ambos sí mantenían una “relación sentimental” que empezó a distancia, luego que él la conquistara con sus videos de “streamer de videojuegos”.
Jura “inocencia”
Durante la audiencia, el investigado tomó la palabra para reiterar su “inocencia” y asegurar que el Ministerio Público lo acusa de manera sesgada por ser estudiante de medicina.
“El hecho de sindicarme por tener lejía y Pinesol en un baño no me hace criminal. Diariamente debo esterilizar hasta diez placas de Petri. El señor fiscal me acusa discriminatoriamente porque estudio Medicina [y que por eso] puedo ser un descuartizador”, expresó Villafuerte.
Concluyó: “Colaboré desde que la Policía tocó la puerta sin prestar ninguna obstrucción. Llevo muchos días aquí, no tengo costumbre de dormir en el suelo, de juntarme con siete criminales en una sola celda, de utilizar un baño con la puerta abierta para hacer mis necesidades, no tengo costumbre de estar tres días sin asearme. (…) Por eso, me declaro inocente de esta persecución”.
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