El caso de Blanca Arellano va cerrando el círculo. Durante el desarrollo de la audiencia en la que dictó nueve meses prisión preventiva contra Juan Pablo Villafuerte, principal sospechoso de la muerte y descuartizamiento de la turista mexicana, se conoció que este intentó desaparecer todo rastro del celular de ella, pero un detalle lo delató.
El fiscal a cargo de las investigaciones, Marcos Collantes, afirmó que el 7 de noviembre, día que la mujer extranjera dejó de comunicarse con sus familiares, Villafuerte Pinto buscó en Google cómo resetear un celular ZTE, misma marca del equipo telefónico que usaba Blanca Arellano.
Además, se comprobó que el estudiante de medicina y biología apagó el GPS de su teléfono para no ser ubicado, puesto que ya sabía que estaba en la mira de la policía.
En la audiencia, el fiscal Collantes indicó que el estudiante de medicina se dedicaba a ser “streamer de videojuegos”, logrando conquistar a Arellano y formalizar a los meses una relación sentimental a distancia.
Según el representante del Ministerio Público, Blanca no solo vendió su auto que usaba como chofer, sino también su bicicleta y algunas de sus prendas de vestir, para viajar a Perú y conocer al que sería su verdugo.
Para la Fiscalía, cuando la pareja se mudó al cuarto de un hospedaje de Huacho, donde luego se encontrarían rastros de sangre con la prueba de luminol, Arellano vivía en una “posición de inferioridad” respecto a Juan Pablo.
“En una situación de convivencia irregular en la que lo veía algunos días de la semana y en los cuales tenía que verse obligada a mantener secreta su existencia en la habitación que compartía con el investigado, viviendo con el temor de ser descubierta, ya que el arrendatario solamente permitía la estadía de personas solas en el cuarto”, indicó el fiscal.
Mencionó, además, que Juan Pablo Villafuerte le compró a Blanca el colchón en el que ella dormía, mismo que luego arrojaría rastros de sangre, tras practicarse la prueba de luminol.
El fiscal también reveló que Arellano dependía económicamente “de los 80 soles que el investigado le daba de manera semanal”, pues no tenía trabajo por su condición de turista en el Perú.
El representante de la Fiscalía también aseguró que, días antes de reportarse su desaparición, la hermana y amiga de la víctima empezaron a notar cambios en el comportamiento de la mujer extranjera de 51 años.
“Cada vez se le iba viendo más triste, al punto de que cuando conversaba con sus familiares tenía que disminuir el tono de su voz como si no quisiera ser escuchada por alguien”, dijo en su intervención.
Intentó suicidarse dos veces
Villafuerte habría intentado acabar con su vida dentro de la carceleta en la ciudad de Huacho, ubicada al norte de Lima.
Esta sería la segunda vez de que el presunto asesino intenta suicidarse, ya que antes de ser capturado se le halló entre sus pertenencias una carta en la que aseguraba que ya no quería seguir existiendo por ser acusado de este crimen.
“Pero aun así decidan encarcelarme, injustamente y dañar mi vida, he decidido, antes de que sigan dañando a mi familia y a mi madre, acabar con mi existencia como una persona de principios. Esta será una lucha que no podré vencer y tampoco soportaré la humillación de ser paseado preso como un animal, tal cual me están tildando”, se lee en la carta del estudiante de medicina, hallada en la laptop que le incautaron.
Se defiende
En unas declaraciones reveladas por Panorama, el estudiante de medicina y biología afirmó: “Voy a colaborar con todo lo posible a través de mi inocencia. Yo también quiero estar en mi caso. Soy inocente y voy a demostrarlo”.
De la imputación de tráfico de órganos, el principal sospechoso de la muerte y descuartizamiento de la turista respondió: “Soy un estudiante universitario, me pago mis carreras haciendo el trabajo de los demás, ayudando en exámenes a los futuros médicos”.
En el reportaje, el sujeto negó amar a Blanca Arellano, de quien se sabe vendió hasta su carro en México para venir al Perú, y aseguró que solo eran “amigos virtuales”.
“Vino a Perú, se paseó, se quedó sin dinero y me pidió ayuda... Le di toda la ayuda posible dándole alojamiento y mi único requerimiento era que los días que estaba en Huacho, que era dos a la semana, por favor, para no tener problemas con la señora (dueña del hospedaje), que ya se había quejado de ella, simplemente que no estuviese”, afirmó Villafuerte.
No actuó solo
El Ministerio Público reveló este que Villafuerte Pinto, presunto feminicida de la turista mexicana Blanca Arellano, actuó en complicidad de su mejor amigo, Edson Amir Flores Obregón.
En una audiencia, el fiscal Collantes refirió que Flores Obregón, propietario de una moto Bajaj, acompañó al estudiante de medicina a comprar ocho bolsas de basura, dos cajetillas de cigarros y galletas a una bodega cercana al hospedaje donde vivía la agraviada.
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