La historia de ‘Lalo’, el llamado ‘Hachiko peruano’, tendrá un final feliz. Agentes de la Unidad Canina de la Policía Nacional llegaron a los exteriores del Hospital Negreiros del Callao, donde el can esperó por meses a su dueño fallecido, con el propósito de rescatarlo, adiestrarlo y darle a una mejor vida.
“Le vamos a dar los primeros auxilios y enseñar disciplina básica el tiempo que esté acá. Nosotros también estuvimos en la búsqueda de ‘Lalo’. Contactamos con Walter Chalco (un generoso hombre que cuidó a diario del ‘Hachiko peruano’) y nos indicó que la gente quería matarlo, pensando que es un perro agresivo”, indicó el comandante PNP Jesús Venero, jefe de la Policía Canina.
“El comportamiento que tiene nos puede demostrar que es un animal tranquilo, no es agresivo como la gente lo ha satanizado. Él demuestra tranquilidad e, inclusive, ha socializado con un perro de la Unidad y no ha demostrado ninguna agresividad ni pelea”, agregó.
Consultado por el noticiero ‘24 horas’, si ‘Lalo’ podría llegar a ser un perro policía, el jefe policial respondió: “Habría que entrenarlo y ver las habilidades que tiene para ser un perro de defensa. Lógicamente, tiene tendencias a ser netamente un perro guardián, pero sí hay una posibilidad de poder recuperarlo y adaptarlo a la sociedad, para que también cumpla un trabajo policial”.
Los agentes usaron su comida favorita para lograr que ‘Lalo’ ingrese a una transportadora para perros y llevarlo a la sede de la Unidad Canina, en el Rímac, donde permanecerá temporalmente hasta su “rehabilitación”.
El caso del ‘Hachiko peruano’ se hizo conocido, luego de que se supiera el incondicional amor por su dueño, un paciente del hospital Negreiros que ingresó de emergencia y terminó perdiendo la vida.
Al mismo estilo de ‘Hachiko’, el can de raza akita, recordado por esperar a su amo, el profesor Hidesaburō Ueno, en la estación japonesa de Shibuya, cerca de nueve años después de la muerte de este, ‘Lalo’ aguardaba por su dueño en las afueras de dicho nosocomio.
A Infobae, Walter Chalco reveló que este can de raza pitbull había tenido dos adopciones fallidas. Y que cada una de esas veces el can se escapaba y hacía de todo para regresar a las afuera del hospital a seguir esperando a su amo.
“Yo también he intentado llevarlo a donde vivo, pero no se quiere mover de allí (del Negreiros), no avanza. Él ya ha sido adoptado en dos oportunidades. La primera se fue a una casa cerca al hospital y se quería escapar a cada rato, quería regresarse, y la señora lo tuvo que devolver”, comentó
‘Lalo’ desapareció el pasado lunes 7 de noviembre en extrañas circunstancias. Tras una intensa búsqueda de Walter, quien ofreció una recompensa de 500 soles, fue encontrado a los días con “en shock”, con heridas infectadas y desnutrido.
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