Ebanistas muy pocos, de arpas mucho menos, pero el Perú tiene a uno que destaca en su trabajo y aprendió en condiciones impensadas. “Así somos la familia de los músicos”, menciona Daniel Salas Rosado, quien conoció por primera vez este instrumento con el que ahora trabaja cuando se enfermó y estuvo postrado. Es un fabricante de arpas profesionales.
“En el año 1974, cuando tenía 15, 16 años, me enfermé y estuve postrado en cama dos años. Mi padre me compró un arpa, pero era muy viejo, rajados por todos lados, aún así aprendí a tocar. Mi papá era carpintero y tenía sus pegamentos. Lo desarmé y empecé a pegar, esa arpa me sirvió de modelo. Lo grabé y empecé a fabricar de triplay, me salió muy bien y cada día seguí perfeccionando, hasta que saqué una buena arpa, ahora armo arpas profesionales”, contó el artista en una entrevista con Marca Lima Oficial.
Los ebanistas son artesanos de la carpintería. Pueden realizar diversas figuras o artículos de decoración o artesanía, entre los que están los collares, pendientes, marcos, etc. En general, el tipo de objetos que elabora el ebanista son en madera barnizada, y sus trabajos se vienen realizando desde la Edad Media. Los instrumentos son parte de este detallado trabajo.
Daniel tiene 59 años. Nació en Singa, uno de los distritos de Huamalíes, Huánuco. Tiene cinco hijos, que como él, están relacionados a la música.
“En la familia nos dedicamos a la música. Yo toco violín, arpa, un poco de saxofón, guitarra”, comentó. Sus hijos también lo hacen: Miguel Salas toca el arpa, Loly Salas es cantante. Diomeres Salas toca el bajo. Ángel Salas toca los timbales y la batería. Finalmente, Mily Dalila Salas, la última de sus primogénitos, también quiere ser cantante.
El camino del bien
El Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso (PCP-SL), popularmente conocido como Sendero Luminoso, es un movimiento armado insurrecto que está activo desde la década de 1970 en Perú. considerado como organización terrorista. Comenzó como un movimiento armado por la gratuidad de la enseñanza, iniciado en Ayacucho, y posteriormente se extendió como un movimiento político en todo el país.
El levantamiento en armas ocurrió en la década de 1980 y desató una serie de acciones y enfrentamientos, considerado una de las más sangrientos en la historia reciente de América Latina. Todo “culminó” con una guerra de más de una década. El grupo terrorista buscaba cortar la comunicación de los pueblos para evitar que se organicen y, en ese contexto, Daniel Salas se vio beneficiado gracias a su ingenio.
“Para hacer las clavijas, allá en mi tierra era imposible y no había un material especial para clavijas. Cuando llegó Sendero Luminoso cortaron el telegrama. Los cables tenían un alambre galvanizado que usaban para conectar de pueblo a pueblo. Lo cortaron todo y lo dejaron botado, nadie lo recogía y a mí me sirvió bastante para fabricar las clavijas”, relató.
Ahora Daniel arma sus arpas en Ancón donde suele tener pedidos constantes de estos instrumentos y sus trabajos son muy valorados por su gran calidad.
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