El pasado 10 de noviembre el cuerpo descuartizado de una mujer sorprendió a los pescadores del puerto de Huacho, a 75 kilómetros de la ciudad de Lima. Una cabeza, un brazo, dedos, fue la tenebrosa escena que los trabajadores de este lugar tuvieron que presenciar luego de que el mar habría regresado estos restos.
Al otro lado, en México, una familia desesperada por encontrar a su pariente, una mujer de 51 años de nombre Blanca Arellano Gutiérrez, quien desde el 27 de julio decidió arribar en nuestro país para encontrarse con el hombre que prometió cuidarla, amarla y respetarla.
Sí, un amor que traspasó fronteras, pero que la desdicha y el terror habría cobrado un gran protagonismo en esta historia de crimen, pasión y desdicha.
Blanca llegó a la ciudad de Lima cargando una maleta en la que no solo traía ropa, y algunos accesorios, también cargaba sueños, esperanza y la ilusión de haber encontrado el amor en los brazos de Juan Pablo Villafuerte, un joven estudiante de medicina de la ciudad de Huacho con quien mantuvo una relación a distancia, pero que con el tiempo decidieron unirse para convivir y así agrandar ese amor que una vez entre juegos online, admiración y cariño los unió.
Todo al parecer iba bien, Blanca casi a diario se comunicaba con sus familiares a través de videollamadas, mensajes y más, pero de un momento algo extraño sucedió y la comunicación pasó a ser nula. Así duraron como tres días, hasta que la sobrina mayor contacta vía Facebook a Juan Pablo para preguntar por el paradero de su tía, pero este le contesta que ambos decidieron romper la relación y que ella indicó que se regresaría a México.
Algo no cuadraba aquí, pues Blanca en ningún momento comentó que regresaría al país norteamericano, pero sumado a esta duda, el comportamiento “gentil” de Villafuerte empezó a cambiar.
Luego de conocerse de este macabro hallazgo en la playa de Huacho y sobre todo porque en uno de los dedos encontrado un anillo llamó mucho la atención de la familia de Blanca, Juan Pablo rompió todo tipo de comunicación e incluso aseguró que él jamás mantuvo un romance con la turista mexicana y ahí el miedo, las dudas y el temor creció aún más en la familia Arellano Gutiérrez.
Luego de casi una semana y con ayuda del consulado Mexicano, la familia de Blanca ha logrado llegar al Perú para iniciar con las diligencias que lleven al verdadero paradero de la mujer de 51 años, pero sobre todo para descartar o confirmar si ese cuerpo hallado es de ella.
Pero, ¿qué está pasando con las autoridades y cómo se ha estado manejando este caso? Según las últimas estadísticas del Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar (Aurora), desde el 1 de enero al 31 de mayo de 2022, se registraron 54 casos con características de feminicidio en el Perú, el caso de Blanca podría ser una de ello, en donde una extranjera ha sido víctima de un crimen de odio.
Infobae conversó con Ayesha Dávila, integrante de la organización ‘Madres en Acción’ quien comentó cómo es que la falta de cultura política en casos de feminicidios hacen que la víctima o sus deudos no encuentren rápidamente una justicia y que en muchos casos el agresor termina huyendo y normalizando estos crímenes.
“Nosotros sabemos que contamos con un sistema de justicia bastante lento y desinteresado sobre la problemática de los feminicidios en nuestro país, el caso de branca Arellano no es el único caso en la que este país que de alguna forma es el autor y lo digo así por qué hay que tener en cuenta que para que un feminicidio ocurra es porque hay una ausencia de trabajo en la prevención en las políticas de prevención de la violencia de género. El Estado de todas maneras siguen siendo los responsables y es más, hay una doble responsabilidad de estos sucesos porque no hay un trabajo previo de prevención”, expresó para nuestro medio.
“Luego viene el tema de los accesos a la justicia que muchas veces no se garantizan o es una justicia muy lenta, hay una doble responsabilidad y esto llama la atención porque el actual gobierno muestra un desinterés muy evidente de trabajar herramientas y políticas de prevención como la educación sexual integral en los colegios que es fundamental para poder prevenir estos hechos de violencia y lo mismo sucede con nuestro Congreso que tenemos un número altamente mayoritario de anti derechos, de movimientos conservadores que se oponen a la implementación de estrategias desde la educación para prevenir la violencia de género y los feminicidios”, agregó.
La normalización de la violencia
Algo que la activista feminista dejó en claro, es que lamentablemente en nuestro país se ha normalizado ciertos puntos en el manejo de la lucha contra la violencia hacia la mujer, incluso cuestionó el comportamiento de Claudia Dávila, ministra de la Mujer, quien hace unos días intentó justificar los comentarios misóginos del premier Aníbal Torres al referirse a la periodista Sol Carreño.
“Hay que tomar en cuenta que esto no es una reacción individual, la normalización de la violencia es una cuestión estructural, está en toda la sociedad y su conjunto y en todos los puntos del Estado y las declaraciones de la ministra respecto a lo que dijo el premier nos demuestra ello y es una evidencia de cómo nuestra sociedad está estructuralmente tan dañada que normaliza situaciones de violencia y normaliza discursos misóginos”, aseveró para Infobae.
“Llama la atención que siendo ella la cabeza de este sector, la titular de esta cartera normalice estás conductas. Sin embargo, es una evidencia de cómo es una problemática estructural que está en todo el conjunto del Estado. Lo que queremos es exigir la voluntad política de los operadores y operadoras de justicia en la lucha contra la violencia de género, en poder brindar y dotar justicia y reparación a las víctimas de la violencia de género y que el estado pueda asumir esta doble responsabilidad que tiene. No solo atender y responder cuando el hecho ya se suscitó, sino en prevenir estos actos de violencia porque la idea es esa, erradicar la violencia, no simplemente responder cuando ya se dio”, acotó.
El paso lento del Poder Judicial
Algo que llama mucho la atención en los casos de violencia contra la mujer, es el paso lento de nuestros órganos de justicia, en donde esta lentitud está llevando a que muchos agresores normalicen sus actos de violencia porque saben que para que se emitan órdenes de detención preliminar es un proceso que lleva días y “aprovechan” ese tiempo para escapar y seguir haciendo de las suyas.
Sobre el caso de Blanca Arellano, la turista mexicana, pese a que hubo en primera instancia indicios de que Juan Pablo Villafuerte era el principal sospechoso, recién al quinto día de investigación se pudo solicitar una orden preliminar en su contra. Incluso, se tuvo que desplegar más efectivos de lo normal, ya que el estudiante de medicina intentó fugarse y se escondió en una vivienda en San Juan de Lurigancho.
Infobae conversó con el abogado Daniel Cabeza Sánchez, perteneciente a la orden del Colegio de Abogados de La Libertad, quien nos explicó un poco el proceso y tiempos para que la Fiscalía emita estas órdenes.
“En algún indicio donde haya un factor muy considerable y razonable de que el imputado o los imputados haya peligro de fuga o posible obstrucción a la justicia y otras cosas más y hay indicios reveladores que se ha cometido el delito, el fiscal solicita ante el juez la detención preliminar de las personas, indicando sus motivos. Hay que tener en cuenta que esta orden rige hasta 15 días dependiendo el delito para que se realice actos de investigación”, explicó.
“En el caso de Juan Pablo Villafuerte se puede solicitar una ampliación de detención preliminar hasta 15 días desde que inició su captura, en este caso, si ya tiene 4 días detenido, pues restarían los 11 siguientes. Si en estos 15 días no se hallan indicios de culpabilidad, pues simplemente él queda libre, pero hasta esto la Fiscalía ya tiene que haber reunido los medios necesarios para solicitar ante el juez de turno de investigación preparatoria la prisión preventiva”, precisó el letrado para Infobae.
La Fiscalía no tiene plazos exactos
“Hay que tener algo muy claro, la Fiscalía no tiene un tiempo exacto en el que hice a las 24 horas generamos una detención, pasando 48 horas después tramitamos una detención, no, ellos no trabajan así. Ellos no tienen un plazo para generar estas detenciones preliminares, ellos realizan actos de investigación y al darse cuenta de que hay indicios considerables y reveladores de que sí se ha cometido algún delito, ahí es cuando recién se solicita la detención preliminar automáticamente”, sostuvo.
Cadena perpetua
Juan Pablo Villafuerte está siendo acusado por tres delitos muy graves en nuestro país que son: feminicidio, tráfico de órganos y trata de personas. Según manifestó el abogado, sí se podría solicitar una pena de cadena perpetua, pero todo dependerán de los alegatos y el criterio de la sala que llevará el caso, siempre y cuando sea hallado culpable porque aún todo está en investigación.
“Aquí tenemos que ser muy claros, aún no se puede hablar de penas porque la persona está siendo procesada, aún no se revela si es o no culpable. Todo dependerá de los resultados de ADN que arroje el cuerpo hallado y de las investigaciones. De ser encontrado culpable sí se podría emitir una orden de cadena perpetua por la forma y los delitos detrás, pero dependerá de la sala que lo juzgue y del criterio de cada juez”, dijo.
“El tiempo que dure el proceso de los juicios, dependerá de cada sala y en la forma que lleve estos procesos, cómo se llevan a cabo las audiencias, cómo se llevan a cabo los careos, cómo se lleva a cabo la presentación de pruebas. Todo está en función al juzgado. Ahora sí, las pruebas son contundentes, entonces el proceso va avanzando de una manera más rápida”, expresó.
¿Qué dice Juan Pablo Villafuerte sobre las acusaciones en su contra?
Al ser detenido y presentado ante el juez, Juan Pablo Villafuerte ha negado rotundamente ser el autor de la desaparición de la turista mexicana, explicando que él hace más de tres meses no sabe del paradero de Blanca Arellano y que jamás le haría daño.
“Soy una persona inocente que mantenía una amistad con la señora Blanca Arellano por internet, la cual vino a visitarme al Perú, le brinde alojamiento porque no tenía dónde vivir y los días en los que ella ha desaparecido, yo no estuve en la ciudad de Huacho”, aclaró.
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