Solo entre el 11 y 13 de noviembre siete incendios forestales se registraron en el departamento de Apurímac, mientras que en Cusco se han producido más de 460 incendios forestales en las 13 provincias de esta región, y se han devastado más de 52.000 hectáreas de pastizales en lo que va del año. En ese mismo periodo, cinco personas perdieron la vida y cientos de animales han muerto perjudicándose la flora y fauna y la economía de los comuneros del lugar.
Además, a la fecha, se han registrado 260 alertas de estos eventos y 4116 focos de calor, dos veces más a lo reportado en el 2021, según informó el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), a través de la Unidad Funcional de Monitoreo Satelital (UFMS).
También, indicaron que los meses de julio, setiembre y octubre se registró el mayor número de alertas de incendios forestales, con la ocurrencia de 60, 49 y 75 eventos, respectivamente; y en lo que va del mes de noviembre se reportan 25.
Edol Capcha, de la empresa del sector agrícola Husqvarna, señala que los efectos de estos incendios no solo son para los agricultores y dueños de los ganados afectados por los siniestros, sino que también se dañan a los sembríos como el maíz y el trigo no prosperarían, a esto se suma el efecto de las heladas y otros fenómenos meteorológicos como La Niña.
“En un incendio forestal afectamos principalmente los árboles que generan un microclima (...). Por otro lado, se ha afectado la ganadería porque al incendiarse (el arbusto) no va a haber comida (para los animales). El friaje también está afectando, cuando eso ya no debería ocurrir para esta época”, sostuvo.
Recordó que los auquénidos son un elemento principal en la economía del agricultor. “Su economía va a disminuir”, dijo.
En el caso de la vegetación, mencionó que el friaje extendido afecta a las primeras siembras impidiendo “que prospere el poder vegetativo de las plantas” empobreciendo la próxima cosecha.
Señaló que, “cuando se presentan estos fenómenos, en el norte, existe una gran precipitación pluvial y en el sur se presentan sequías” y agregó que por eso es importante la construcción de qochas o reservorios de agua dulce.
Serfor ha hecho un llamado a los ciudadanos a evitar las quemas y practicar una agricultura responsable. En esa línea, pidió que se evite el uso del fuego en las actividades agrícolas que, por las condiciones climáticas, los vientos y las altas temperaturas, desencadenan incendios forestales que afectan las zonas boscosas y plantaciones forestales, además ponen en riesgo la vida de las personas.
En tanto, Capcha mencionó que, si bien la quema de arbusto es casi una costumbre de las comunidades, en la creencia de que así tendrán mejores terrenos para cultivar, estas deben evitarse ya que cuando hay sequías, el fuego no se apaga y se propaga a los bosques.
Además, mencionó que para prevenir el daño de las heladas también se recomienda un plan de manejo que incluya sembrar cerca de árboles, podados de una manera especial, para que funcionen como una cortina rompeviento y así se evite el perjuicio de las bajas temperaturas.
Finalmente, indicó que estos incendios, las heladas, así como el de la falta de fertilizantes afectarán la producción agrícola lo que podría traducirse en una subida de precios de productos de panllevar en los meses de marzo y abril, cuando se coseche lo sembrado en un mal año para la agricultura.
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