La actividad económica del Perú continúa perdiendo dinamismo. Según BBVA Research, el Producto Bruto Interno (PBI) del país registrará solo una expansión de entre 2,0% y 2,5% en el último trimestre del año, mientras que en los trimestres de 2023 avanzaría a un ritmo promedio cercano a 2,5%.
En ese sentido, la entidad bancaria explicó que el resultado del tercer trimestre, que fue de una expansión de 1,6% interanual, será el más bajo del año, lo cual denota una clara tendencia a una fuerte desaceleración de la economía peruana para los próximos meses.
“En adelante, el desempeño de la actividad será algo más positivo pues refleja el ingreso en etapa operativa de Quellaveco, la continua normalización del turismo -aún lejos de sus niveles prepandemia, pero con tendencia a mejorar-, y, en el corto plazo, un buen desempeño de la inversión pública”, señaló BBVA Research.
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No obstante, la institución financiera advirtió que estas tasas de crecimiento más positivas serán ‘acotadas’ por un entorno externo cada vez más retador, con tasas de interés e inflación aún elevadas, conflictividad social alrededor de actividades extractivas, una confianza empresarial sostenidamente en terreno pesimista, y el bache en el que usualmente cae la inversión pública cuando asumen nuevas autoridades a nivel regional y municipal (2023).
PBI crece por debajo de lo esperado
El PBI del Perú creció en septiembre por debajo del consenso de los analistas, lo cual confirma un bache en el avance de la actividad productiva del país en el tercer trimestre del año, según BBVA Research.
Es así que la actividad económica creció 1,7% interanual en septiembre, una cifra similar a la del mes previo pero menor a la que el mercado anticipó (consenso Bloomberg: 2,0%).
Por componentes se moderó en septiembre el retroceso que sostenidamente viene mostrando el PBI primario, destacando al interior de este el desempeño de la minería, que dejó de mostrar tasas negativas en un contexto en el que la unidad cuprífera Quellaveco inició operaciones comerciales.
El componente no primario (que excluye actividades extractivas, así como derechos de importación e impuestos), sin embargo, acentuó en septiembre su tendencia a debilitarse, en lo que estaría influyendo el cada vez menor impacto positivo del ‘efecto rebote’ luego de que se flexibilizaran las medidas de aislamiento sanitario (pérdida de dinamismo en actividades de servicios como por ejemplo alojamiento y restaurantes) y un entorno menos favorable para el gasto privado (ralentización de construcción, comercio, y manufactura no primaria, por ejemplo, la última recogiendo un fuerte descenso de 24% en la producción de bienes de capital).
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Un PBI acotado
El crecimiento de 1,7% interanual en septiembre es consistente, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), con una expansión de 0,65% en términos intermensuales (corregido por estacionalidad). Como referencia, en un escenario en que el PBI mantiene el nivel alcanzado en septiembre sin cambios hasta diciembre, la expansión de la actividad en 2022 sería, de acuerdo con los estimados de BBVA Research, de 2,6%.
“Con el resultado de septiembre, el crecimiento interanual en el tercer trimestre habría sido de 1,6%. La actividad habría continuado así perdiendo dinamismo, pues en el segundo trimestre se expandió en 3,3%, mientras que en el primero lo hizo en 3,8%”, indicó BBVA Research.
Ante ello, la entidad bancaria afirmó que ambos componentes del PBI, el primario y el no primario, siguen perdiendo impulso. Del lado primario destacó en el tercer trimestre el acentuado deterioro de Hidrocarburos, actividad que se vio afectada por factores climatológicos y técnicos que ocasionaron que se paralice la producción de gas natural y líquidos de gas natural.
Del lado no primario, los factores que explican la pérdida de dinamismo son similares a los que explican el desempeño de este componente en septiembre (se disipa el ‘efecto rebote’, entorno menos favorable para el gasto privado).
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