Año tras año, la Navidad es una de las fechas más esperadas, aún más por los niños de las casas. En esta fecha tan especial, que invita a la unión familiar, una de las tradiciones más importantes es armar el árbol de navidad en un espacio y darle ese toque particular de decoración de cada uno. Este simboliza la vida y el amor de Dios, pero. ¿desde cuándo y por qué se usa?
En un árbol artificial o natural (pino o abeto), según el gusto de cada familia, que se decora con estrellas, luces, guirnaldas, ángeles, Papá Noel en miniatura y muchas elementos más relacionados a esta festividad. Además, este suele ser el lugar donde se colocan los regalos para abrirlos después de la cena navideña.
Esta lleva una estrella en la cima, la cual se añade recién el 24 de diciembre y es costumbre que el más pequeño de la casa lo haga para otorgarle un mayor significado. Hace alusión a la estrella de Belén y, de acuerdo con la Iglesia Católica, la estrella simboliza la fe, la cual debe guiar la vida de todo seguidor de Cristo.
Origen del árbol navideño
Al inicio tenía un significado completamente diferente al actual. Todo empieza cuando los primeros cristianos arribaron al norte de Europa, donde se celebraba el nacimiento de Frey: reconocido como el dios del Sol y la fertilidad, y la tradición era adornar un árbol perenne en los días previos a la celebración actual de Navidad.
La fecha para empezar a armar el árbol lo estableció el papá Pío IX en el año 1954, ya que es un día donde los cristianos conmemoran el nacimiento de la Virgen María, quien fue madre de Jesucristo. Por eso, la Iglesia Católica considera esta fecha como el comienzo de la celebración del periodo de Navidad y el 25 de diciembre el día de la llegada de Jesús. Aunque las familias no siguen mucho este decreto y lo hacen antes o después.
Se hacía llamar Yggdrasil y simbolizaba al árbol del Universo. En la parte superior (punta del árbol) se hallaba Asgard y Valhalla, que significa la morada de los dioses y el palacio de Odín, respectivamente. En las raíces se ubicaba Helheim, haciendo referencia al reino de los muertos.
Tiempo después, durante el proceso de evangelización en el siglo VIII en Alemania, San Bonifacio cortó el árbol del Universo para dar por culminada la adoración a dioses paganos, como lo visualizaba el cristianismo. Lo reemplazo por un pino con hojas perennes, las cuales simbolizan el amor de Dios. Además, agregó manzanas para representar el pecado original, y velas para representar la luz de Cristo, que luego se convertirían en luces artificiales y adornos parecidos a la manzana.
Significados de los adornos
- Luces: representan la luz de Cristo. En sus inicios, se utilizaban velas.
- Lazos: simbolizan la unión familiar alrededor de los buenos deseos y dones que se desean brindar.
- Esfera: los dones de Dios a los hombres. Al principio eran manzanas, las cuales representaban el pecado original.
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