Las palabras del premier Aníbal Torres continúan generando asombro y rechazo. Sus más recientes ataques estuvieron dirigidos a la periodista Sol Carreño quien fue defendida por diversas organizaciones. Si bien la ministra de la Mujer, Claudia Dávila, mostró su rechazo a lo dicho por el jefe del gabinete, ha mostrado su incomodidad por un supuesto “cargamontón” en su contra a partir de sus declaraciones.
Tras lo dicho por el presidente del Consejo de Ministros, Dávila lo calificó de “caballero” y hoy, desde las afueras de Palacio de Gobierno, recalcó que las frases de Torres si bien estuvieron marcados por estereotipos no pueden ser considerados como misóginos. “Él ha usado estereotipos que no deben ser utilizados y que rechazamos categóricamente, pero no se trata de un caso de misoginia”, manifestó.
Dávila resaltó que misógino es una palabra que supone odio hacia la mujeres y para ella, Aníbal Torres no tiene “un sentimiento de odio hacia las mujeres en ningún sentido”. Por su parte, señaló que no se ha comunicado con la periodista Sol Carreño en nombre del Ejecutivo para expresar las disculpas correspondientes por los ataques. “He sido la única que ha salido a decir que me ha parecido mal (lo dicho por Torres)”, añadió.
La ministra de la Mujer llegó a calificar de desafortunadas las declaraciones de Torres contra la periodista Carreño y desde el Congreso sus palabras fueron entendidas como un intento de minimizar los ataques del premier. Es así que el vocero de la bancada de Renovación Popular, Jorge Montoya, consideró que la ministra de la Mujer, Claudia Dávila, debería ser censurada.
Por su parte, Carreño y el equipo de América señaló que “consideramos (sus agravios) poco dignos de un caballero de su edad y de su educación, (los) consideramos profundamente machistas porque, en primer lugar, no se refirió en ningún momento al reportero, hombre, ni al director, hombre, sino que solo se refirió a esta conductora”
Ministra en aprietos
Una característica muy significativa del Gobierno de Pedro Castillo es la falta de transparencia. Empieza por la cabeza que es el presidente de la República y continua con los ministros de Estado. Un caso es la abogada Claudia Liliana Dávila Moscoso, quien ocupa la cartera de la Mujer y Poblaciones Vulnerables desde el 24 de agosto pasado.
Antes de poseer este puesto, Dávila se desempeñó como directora de la Oficina de Modernización y Desarrollo Institucional en el Ministerio del Interior desde el 10 de septiembre de 2021. Como todo funcionario público, por ley, debe presentar su declaración jurada de intereses en el que informa las actividades de cada uno de sus parientes.
Así, Infobae encontró sorpresas en este documento de la titular del sector Mujer. Familiares suyos contrataron con el Estado.
En la declaración jurada de la ministra registra a su hermana Alicia Andrea Dávila Moscoso, quien tendría la profesión de repostera. Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula cuando encontramos su nombre en el Registro Nacional de Proveedores del Estado del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE). Allí se da cuenta que tiene cuatro órdenes de servicio como asistente administrativo con el Proyecto Especial Binacional de Desarrollo Integral de la Cuenca del Río Putumayo por S/ 9,083.
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