Ayacucho es una de las regiones de Perú que posee grandes historias. Ha sido testigo de la lucha final por la independencia del Perú, enfrentamiento que se denominó como la Batalla de Ayacucho, pero también ha sido escenario de uno de los conflictos armados más fuertes que ha vivido el país.
El grupo terrorista llamado Sendero Luminoso marcó un antes y un después en el Perú. Desde la década de los 80 hasta el 2000, la nación fue testigo de cómo sus propios ciudadanos generaban terror y terminaban matándose entre sí. Una de las provincias más afectadas fue Uchuraccay, distrito de la provincia de Huanta en Ayacucho.
Niños, mujeres, adultos, ancianos y periodistas fueron asesinados en medio de una guerra interna, cuyo único fin era la toma de poder.
Ayacucho se divide en 11 provincias, una de ellas es Huanta y Uchuraccay es una de sus comunidades. Está a una latitud de 4.010 m.s.n.m. en la zona puna del Perú. Luego de varios estudios, se pudo determinar el por qué fue el lugar elegido por Sendero Luminoso para establecer su base.
Se trataba de un poblado estratégico por su cercanía a lugares inhóspitos. Tenía cerca un nevado y las faldas de este lugar servían de escondite perfecto para el grupo terrorista.
Pero, ¿cómo fue que se establecieron en Uchuraccay?
El trabajo realizado por Sendero Luminoso fue calculado y paciente. Comenzaron tendiendo confianza en parte de la población para finalmente, convencerlos de unirse a “la lucha popular”. Aquellos que no apoyaban sus ideas eran considerados enemigos y posteriormente, aniquilados.
Se sabe que quien inició el vínculo entre los peruanos de Uchuraccay fue un tal Martín. Él era un forastero que apareció en el pueblo con otros compañeros más, durante 1981.
El fin de llegar hasta dicha comunidad era el poder intercambiar sus productos por aquellos que habían en la zona (chuños y ocas). Luego, pasaron a buscar negocios con la finalidad de crear un trato estrecho con los pobladores.
Y así lo hicieron. Martín y sus compañeros senderistas crearon lazos amicales en Uchuraccay, tenían compadres y eran bienvenidos en varias familias. Es ahí donde inició la siguiente fase, el cambio de pensamiento.
La “Guerra Popular” era el mensaje que intentaba instalar en la mente de las personas. Enseñó todo sobre el comunismo y motivó al poblado a enfrentarse al Estado mediante el uso de armas. Durante todo ese proceso muchos fueron convencidos, pero muchos otros no.
El presidente de la comunidad, entre otras personas más, no a aceptaron la ideología del grupo terrorista y comenzaron a hablar con sus familiares para convencerlos de no caer en aquel adoctrinamiento; sin embargo, ya era tarde. Sendero había averiguado todo sobre ellos, pero además, habían ganado adeptos.
La máscara de forasteros en busca de hacer negocios, ya no era necesaria. Con el apoyo de un grupo de personas, iniciaron la fase tres, eliminar al “enemigo”.
Arrestaron al presidente y lo mataron con un disparo en la cabeza de manera pública en la plaza del pueblo con el objetivo de que los demás pobladores presencien aquel hecho y sepan qué es lo que les pasaría si están en contra de los objetivos de Sendero Luminoso.
El grupo terrorista mostró su verdadera cara. Las palabras eran solo un disfraz y su sanguinario accionar era su verdadera arma.
Gran parte de la población no estaba de acuerdo con el pedido de Sendero Luminoso, y es así que comenzaron a organizar reuniones en secreto con la finalidad de librarse de aquel grupo violento.
Otras comunidades aledañas coincidieron en no aceptar el adoctrinamiento, razón por la cual se unieron y ante la ausencia de las fuerzas del orden, hicieron justicia con sus propias manos. Acabaron con la vida de varios de los integrantes de Sendero, cinco fueron de Uchuraccay, y siete de comunidades que estaban alrededor.
Sabían que este accionar traería consecuencias, los senderistas se vengarían. Este hecho fue noticia y el gobierno comenzó a tomar acción. El presidente de aquel entonces, Fernando Belaúnde Terry felicitó a los pobladores y envió protección hasta el lugar.
Los Sinchis arribaron a Uchuraccay en helicóptero y les dijeron a los campesinos que sigan defendiéndose de la misma manera y que asesinen a todo aquel extraño que llegue por vía terrestre, pues así se reconocería a los terroristas. Solo aquellos que no lo son, llegarían a través de un helicóptero.
Un grupo de periodistas de Lima y de Ayacucho decidieron ir hasta el lugar para cubrir lo que sucedía en realidad. Mucho se decía sobre el hecho, pero habían pocos retratos sobre lo ocurrido. Querían saber la verdad y decidieron ir por vía terrestre.
El 26 de enero de 1983, un vehículo los llevó hasta el lugar. Octavio Infante era uno de los periodistas locales y se instalaron en la casa de uno de los familiares de él, cerca de Uchuraccay.
Juan Argumedo, hermano de Octavio los acompañó como guía en lo que restaba del viaje. Su familia les advirtió sobre las matanzas, pero esto no fue impedimento para seguir con el recorrido.
Luego de caminar por varias horas, llegaron hasta el lugar. Argumedo los dejó y se encaminó hacia su hogar; no obstante, a los minutos se escucharon gritos desesperados. Los pobladores capturaron a los periodistas, pues pensaban que eran terroristas.
Comenzaron todo tipo de interrogantes, pero las respuestas no eran suficientes para una población enardecida, pero a su vez, nerviosa por la hostilidad de Sendero Luminoso.
El secretario de Uchuraccay dio orden para iniciar el linchamiento. Media hora después, no había ningún periodista con vida. Fueron asesinados a punta de piedras, hachas, palos, púas, entre otras herramientas que los pobladores utilizaban para defenderse de los ataques de Sendero.
El guía, Juan Argumedo, también fue capturado y ejecutado de la misma forma.
Las personas que fueron confundidas por terroristas y posteriormente asesinadas fueron:
Pronto la noticia salió en Lima. Se dieron distintas versiones y toda esa confusión fue aprovechada por Sendero Luminoso, quienes durante todo ese estruendo de información terminaron aniquilando a 135 pobladores.
La cantidad de personas muertas era equivalente a la tercera parte de la población de Uchuraccay.
DATO: Luego de un juicio, tres comuneros fueron sentenciados y uno falleció en su celda a causa de tuberculosis.
Se trató de una situación crítica en el Perú, razón por la cual los pocos sobrevivientes que quedaron migraron hacia otras comunidades para poder sobrevivir.
Uchuraccay fue por algunos años un pueblo fantasma, bañado en sangre y dolor ocasionado por Sendero Luminoso y en parte por el abandono del Estado.
Pasó un tiempo para que el temor comience a desaparecer. Poco a poco los pobladores iniciaron con el retorno a su añorado pueblo. Hoy aparecieron otros problemas. A pesar de que el fantasma del terrorismo busca ser dejado en el pasado, un nuevo enemigo trata de instalarse en el distrito que ahora cuenta con alrededor de 3.000 habitantes.
La pobreza ronda Uchuraccay, pues ha sido considerado el distrito más pobre del Perú, según el Mapa de pobreza monetaria provincial y distrital 2018 del INEI.
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