Las calles continúan atentas al acontecer político del país, por ello se ha convocado a una nueva marcha en defensa del gobierno de Pedro Castillo denominada ‘La toma de Lima’. Se trata de una manifestación que reúne a organizaciones sociales y sindicatos afines al Ejecutivo que, además, exigen el cierre del Congreso. Esta vez buscan coincidir la protesta con la visita del jefe de Estado a la sede del Poder Legislativo.
Tras el cuestionado éxito de la primera edición de ‘La toma de Lima’, agrupaciones han anunciado que harán escuchar su voz una vez más en las calles del centro histórico de Lima. El encuentro se realizará el miércoles 16 de noviembre, el mismo día en que Pedro Castillo ha sido invitado a ejercer su defensa tras la denuncia constitucional por presunta traición a la patria.
Organizaciones como la Asamblea Nacional de los Pueblos y el Frente Agrario y Rural del Perú son de las que integran la organización de la marcha, según una publicación del diario La República. Es así que entre sus reclamos también figura el desarrollo de una segunda reforma agraria, la promoción de una reforma laboral y de justicia. Asimismo, exigen la convocatoria de una Asamblea Constituyente encargada de redactar una nueva Carta Magna.
La primera edición de ‘La toma de Lima’ logró dispersarse por las calles del centro histórico de Lima, pero, aún así, no lograron su cometido de asentarse frente al Congreso para hacer escuchar su voz de protesta. La Policía Nacional del Perú, en su intento de retirar a los manifestantes, se enfrentaron a personas que respondieron con violencia. Se espera que se tomen las medidas necesarias para que lo mismo no ocurra en esta segunda marcha.
Rostros de la marcha
Desde las 5:00 a.m. del jueves 10 de noviembre, se registró el traslado de personas con banderas y pancartas. De acuerdo a un reportaje emitido por “ATV noticias al estilo Juliana”, el presidente estuvo al tanto de todas las acciones a realizar. Esto quedó expuesto por uno de los dirigentes ronderos participantes, identificado como Marino Flores. “Nosotros le hemos dicho con claridad”, precisó. Este sería uno de los principales organizadores de la denominada Toma de Lima.
“No soy cualquier ciudadanos. Somos representantes de organizaciones sociales, políticas y sociales, a través de la asamblea nacional de los pueblos y el sector agrario”, respondió Flores cuando le consultaron sobre las reuniones con Castillo días antes de la protesta.
Otro nombre vinculado es el de César Guarniz, gerente de Junta Nacional de Usuarios de Sectores Hidráulicos de Riesgo. Sobre su colaboración en la marcha, expresó lo siguiente: “Nosotros estamos trabajando y coordinando con nuestras bases, nuestros amigos, con los que tenemos a nivel nacional”.
Guarniz aseguró que nadie se encargó de financiar esta movilización. “Cada quien toma su decisión, coge su mochila, su fiambre como en la sierra, y paga su pasaje”. Siguiendo los pasos de Flores, también estuvo en Palacio de Gobierno reuniéndose con Luis Alberto Mendieta, jefe del gabinete técnico.
Mientras el Congreso se mantenía cerrado por medidas de seguridad y las calles del Centro de Lima se bloquearon con la concurrencia de manifestantes, el presidente se pronunció con un escrito, en el que destaca el respeto hacia los ciudadanos protestantes y sus despliegues en las calles.
“Este Gobierno es totalmente respetuoso, no solamente para que la población, los ciudadanos se manifiesten, se movilicen, pero con todo respeto. También hay que deslindar con ciertos infiltrados en las movilizaciones que hacen quedar mal a la autoridad y a los dirigentes. La movilización, el derecho a la protesta y la huelga, tiene que ser un derecho constitucional”.
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