En una audiencia en el Vaticano, el Papa Francisco recibió este jueves a Paola Ugaz, la periodista peruana que, junto con Pedro Salinas, destapó los abusos físicos, psicológicos y sexuales del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC), sociedad fundada por Luis Figari, acusado de pederastia.
Ugaz expuso al pontífice los hallazgos vertidos en el libro “Mitad monjes, mitad soldados”, publicado en 2015, que reúne el testimonio de al menos 30 víctimas de los miembros de la organización religiosa a lo largo de tres décadas.
La periodista también habló sobre las finanzas de esta congregación religiosa, manejadas por los sacerdotes Jaime Baertl y José Antonio Eguren, con el fin de que se indemnice a las víctimas de los abusos.
Precisamente Eguren, arzobispo de Piura, ya denunció a Ugaz por difamación al considerar que lo había acusado sin pruebas de tráfico de tierras y de encubrir los abusos dentro del Sodalicio, por lo que reclamaba para la periodista tres años de cárcel y una indemnización de 200.000 soles (unos 50.000 dólares).
Salinas y Juan Carlos Cruz, miembro de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores, compartieron imágenes del encuentro entre la periodista peruana y el Papa.
“Feliz porque la valiente Paola Ugaz le contó al papa Francisco los crímenes del Sodalicio. Los abusos y negocios turbios del obispo Eguren y más. Ellos no querían que la recibiera, pero ahí está. ¡Grande, Pao! Muchos han contribuido a destapar los horrores del Sodalicio. Hoy ven cómo se exponen los abusos y corrupción”, escribió Cruz en Twitter.
Asediados
Desde la publicación de “Mitad monjes, mitad soldados”, Pedro Salinas y Paola Ugaz han afrontado capítulos judiciales, acoso, seguimiento y amenazas de muerte. Ugaz declaró a la agencia EFE que las “difamaciones y amenazas” que sufrió a lo largo de 2020 superaron con creces la persecución que denunció en los años anteriores.
De los comentarios agresivos de los internautas, destacó la amenaza de muerte que recibió en octubre en su cuenta personal de Instagram. “Van a morir rojos, se viene el Charlie Hebdo peruano, los vamos a fumigar a plomo”, escribió un anónimo.
“Ese libro abrió una caja de Pandora dentro de la Iglesia católica de Perú” pero “no imaginamos que esa caja iba a ser tan grande, tan fuerte y tan importante”, ni qué “poderosa y vengativa” podía llegar a ser “esa organización”, reconoció.
Las denuncias reveladas sacudieron al país, pues luego empezaron a salir más casos, más modalidades de abuso y hasta se descubrió “la esclavitud moderna”, un sistema supuestamente establecido dentro del SVC que obligaba al grupo que rodeaba al fundador Luis Fernando Figari a ser “sus esclavos las 24 horas del día”.
Tras la repercusión de la primera publicación, Ugaz emprendió otro viaje, esta vez sola, para indagar en las finanzas de SVC y escribir su nuevo libro que, según dice la autora, ha hecho saltar todavía más las alarmas de esa asociación.
“Cuando descubrimos todas las víctimas de esta organización no estaban tan preocupados, pero cuando tocamos el tema de dinero, allí sí ellos realmente se sintieron tocados”, afirmó.
Según Ugaz, “Mitad monjes, mitad soldados” figura en el escritorio del papa Francisco quien, mediante su equipo, envió a los autores “un mensaje solidario”.
La periodista recordó también las muestras de apoyo que recibió de la escritora y activista mexicana Elena Poniatowska, y el surafricano John Maxwell Coetzee, galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2003.
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