Según datos presentados por Ipsos Perú, la ciudadanía se encuentra cada vez más insatisfecha con la situación del país, siendo algunos de los desencadenantes el entrampamiento entre el Ejecutivo y Legislativo, el deterioro de las instituciones, la calidad de los servicios públicos y la incertidumbre que limita la inversión privada.
“Es así que solo el 3% de peruanos considera que el Perú está progresando, desde el 2012 esta percepción se redujo en 35 puntos”, señaló Alfredo Torres, presidente ejecutivo de Ipsos Perú, durante su presentación en el CADE 2022.
Añadió que las siguientes cifras que revelan una situación preocupante, ya que 1 de cada 4 peruanos se encuentra hoy en situación de pobreza, cinco puntos más que en 2019. Asimismo, dijo que solo 29% de peruanos en zonas urbanas cuenta con un empleo formal, seis puntos menos que en 2016.
Por otra parte, dijo que solo 27% de colegios cuenta con los tres servicios básicos completos, 17 puntos menos que en 2016. Asimismo, reveló que solo 7 de cada 10 niños menores de 3 años cuenta con esquema de vacunación completo. Además, comentó que 12,6% de peruanos ha sido víctima de un delito cometido con arma de fuego en los últimos 12 meses. La tasa de duplicó en 10 años.
En cuanto a niveles de institucionalidad, el Perú se ubicó en 2021 en el puesto 71 de 167 países en el ranking de la democracia. Desde el 2020 retrocedió 14 puestos. Asimismo, Perú se ubicó en 2021 en el puesto 105 de 180 países en el Índice de percepción de corrupción. Desde el 2020 retrocedió 11 puestos.
Corrupción impacta a las instituciones
“Naturalmente, esta situación ha puesto al país en emergencia”, afirmó por su parte, Carmen Mc Evoy, historiadora y presidenta de del Consejo Directivo de Proética, quien sostuvo que la corrupción ha tenido un grave impacto en las instituciones y, como consecuencia, en las personas.
“Este país demanda a gritos un proyecto nacional que nos una en nuestra diversidad y a través del cual nos podamos respetar y escuchar. Esta no es una corrupción que nos ha caído como un meteorito, es una vieja corrupción. El Estado peruano ha sido un botín desde sus primeros años, entonces ahora estamos en una situación de parálisis del Estado”, subrayó la historiadora.
Gestión pública deteriorada
En tanto, Nuria Esparch, exministra de Defensa, agregó que esta situación afecta la gestión pública, así como la generación de oportunidades y calidad de vida de la población.
“Debemos tener claro que esta situación ya tiene 6 años. En lo que va del gobierno ya tenemos 75 ministros. Esto genera una grandísima inestabilidad. La política pública tiene que atender al largo plazo. Estos golpes a la función pública están teniendo un efecto negativo sobre la gestión”, señaló Esparch.
Por el lado empresarial, Juan Fernando Correa, gerente país del Grupo Falabella, compartió que este contexto de crisis y desconfianza hace caer la inversión privada.
“Las condiciones para la inversión requieren oportunidades, pero también reglas claras y predictibilidad en ellas y es algo que no tenemos porque tenemos un Ejecutivo que quiere cambiarlas reglas. Mientras exista esta premisa, va a ser muy difícil que haya inversión”, enfatizó el empresario.
Es así que surgen reflexiones respecto a cómo afrontar los desafíos de unión, urgencia y acción desde el rol que tienen los distintos actores: políticos, empresarios, público, sociedad civil y ciudadanía.
En ese sentido, Alfredo Torres señaló la necesidad de unión para tender puentes que ayuden a salir de la crisis actual e invitó a los panelistas a compartir sus apreciaciones.
En esa línea, Juan Fernando Correa destacó, desde la visión empresarial, el reto del sector privado para continuar con la acción empresarial frente a esta situación.
“Los empresarios tenemos que entender que el Perú cambió. En primer lugar, tenemos que visualizar cómo impulsar un nuevo ciclo del país y tender puentes a las personas que lo necesitan y se sienten en abandono. Así demostramos como empresas privadas que las personas realmente nos importan”, enfatizó.
Carmen Mc Evoy coincidió en la necesidad de imaginar un país de una manera diferente. “El primer paso es no establecer relaciones perversas con el Estado. Siempre ha habido este acercamiento equivocado de qué cosa podemos sacarle al Estado y no al revés, viendo cómo el Estado tiene que cambiar y proponiendo rutas alternativas”, indicó.
Acciones
Por su lado, Nuria Esparch ahondó en lo urgente de involucrarse y tender puentes para la unión. “Creo que nos está pasando factura no habernos involucrado en política por muchos años. Es importante que dejemos de invalidar al otro. Es un problema que tenemos que superar, así como la descalificación entre el Estado y los empresarios. Debemos promover espacios de conversación y de confianza para ponernos de acuerdo”, enfatizó.
Previo al cierre, se hizo un llamado a la acción para salir de la emergencia. Nuria Esparch incidió en la necesidad de tener funcionarios públicos capaces
e invocó al empresariado a no invalidarlos. Por su lado, Carmen Mc Evoy resaltó la importancia de tener una juventud comprometida con los problemas del Perú que se sume a la acción.
A su vez, Juan Fernando Correa, coincidió en la importancia de involucrarse. Añadió que es necesario repensar la actividad política y que las empresas, así como los jóvenes, deben participar activamente.
Lo compartido con los panelistas está alineado con los principios que promueve IPAE Acción Empresarial sobre la Administración pública, eficaz y transparente y la democracia representativa, los cuales fomentan un Estado capaz de regular eficazmente y proveer servicios de calidad en todo el territorio, así como impulsar una ciudadanía activa e informada. Como cierre a la sesión, se hizo un compromiso por la unión y la construcción de un mejor país para los jóvenes.
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