Por qué le dicen el ‘Caballero de los Mares’ a Miguel Grau desde el Combate de Iquique

El mayor representante de la Marina del Perú nació en la ciudad de Piura, siendo el tercero de 4 hijos. Su intención de formar parte de la fuerza armada se hizo realidad cuando fue admitido para ser incluido en el plantel de marinos.

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Miguel Grau es admitido en la armada nacional en 1854, cuando tenía tan solo 20 años y lo incorporan en la Guarda Marina.
Miguel Grau es admitido en la armada nacional en 1854, cuando tenía tan solo 20 años y lo incorporan en la Guarda Marina.

El Combate de Iquique es uno de los más recordados de la Guerra del Pacífico (1879-1883). Allí el buque peruano, comandado por Miguel Grau, terminó liberando el bloqueo del puerto que habían logrado los chilenos con barcos de madera, entre ellos ‘La Esmeralda’, al mando de capitán Arturo Prat Chacón, quien terminó falleciendo en la lucha. Desde entonces, el héroe peruano fue reconocido como ‘El Caballero de los Mares’.

El combate de Iquique y la caballerosidad de Grau

El 21 de mayo de 1879 los navíos chilenos ‘La Esmeralda’ y ‘La Covadonga’, ambas de madera, combatieron contra las embarcaciones nacionales el ‘Monitor Huáscar’, al mando de Grau, y ‘La Independencia’, al mando del comandante Juan Guillermo Moore, que estaban blindadas.

Durante el fragor del combate un proyectil del ‘Monitor Huáscar’ explotó al costado de ‘La Esmeralda’, generando un incendio que finalmente fue controlado por la tripulación chilena. El ‘Huáscar’ atacó de nuevo, pero esta vez utilizando la punta de la proa de la nave, que se colisionó a ‘La Esmeralda’, causando muchas bajas chilenas. Hubo un segundo y tercer impacto, que terminó inclinando al barco rival y este se empezó a hundir.

Este barco estaba blindado y tenía ventaja sobre los chilenos para el combate.
Este barco estaba blindado y tenía ventaja sobre los chilenos para el combate.

En estas circunstancias, el capitán Arturo Prat pretendió abordar el ‘Huáscar’, saltando a la cubierta y siendo abatido en el intento con una bala en la rodilla y un golpe certero de un marinero. Al mismo tiempo, Miguel Grau dispuso salvar a los 57 náufragos chilenos, gesto noble y humanitario que fue aplaudido por ambos países.

“Al abordar los prisioneros chilenos las embarcaciones que fueron en su auxilio, dieron un: ¡Viva el Perú! y encomiaron el valor y generosidad de los peruanos para con los rendidos”, escribió el periodista Modesto Molina de El Comercio.

Luego de los fuertes ataque, el barco se empezó a hundir y 57 chilenos quedaron náufragos, pero fueron salvados por Grau.
Luego de los fuertes ataque, el barco se empezó a hundir y 57 chilenos quedaron náufragos, pero fueron salvados por Grau.

El comandante peruano intentó salvar a Prat, pero ya era tarde, según reconocería en una carta a su cuñada. “El valiente Comandante de la Esmeralda murió como un Héroe en la cubierta de este buque, en momentos en que emprendió un abordaje temerario. Yo hice un esfuerzo supremo por salvarlo, pero desgraciadamente, fue ya tarde. Su muerte me amargó la pequeña victoria que había obtenido y pase un día muy afligido”, escribió.

Aún hay más, Miguel Grau tomó los objetos personales del comandante Prat y en un gran gesto se los envió a su viuda Carmela Carvajal junto a una carta memorable. Desde allí se le conoce como ‘El Caballero de los Mares’.

A continuación la carta:

Monitor “Huáscar”, Pisagua, Junio 2 de 1879

Dignísima señora:

Un sagrado deber me autoriza a dirigirme a usted y siento profundamente que esta carta, por las luchas que va a rememorar, contribuya a aumentar el dolor que hoy, justamente, debe dominarla. En el combate naval del 21 próximo pasado, que tuvo lugar en las aguas de Iquique, entre las naves peruanas y chilenas, su digno y valeroso esposo, el Capitán de Fragata don Arturo Prat, Comandante de la “Esmeralda”, fue, como usted no lo ignorará ya, víctima de su temerario arrojo en defensa y gloria de la bandera de su Patria. Deplorando sinceramente tan infausto acontecimiento y acompañándola en su duelo, cumplo con el penoso deber de enviarle las, para usted, inestimables prendas que se encontraron en su poder y que son las que figuran en la lista adjunta. Ellas le servirán indudablemente de algún pequeño consuelo en medio de su gran desgracia, y para eso me he anticipado a remitírselas.

Reiterándole mis sentimientos de condolencia, logro, señora, la oportunidad para ofrecerle mis servicios, consideraciones y respetos con que me suscribo de usted, señora, muy afectísimo seguro servidor.

Miguel Grau Seminario

El peruano del milenio

Desde inicios del siglo XXI, también se le reconoce como ‘El peruano del milenio’, por sus virtudes personales y grandes servicios a la nación peruana, siendo honrado no solo en el Perú sino también en Chile, donde inclusive hay calles que llevan su nombre.

El capitán chileno peleó junto a Miguel Grau en la guerra contra España.
El capitán chileno peleó junto a Miguel Grau en la guerra contra España.

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