El líder de una generación que no calla y actúa. Los Napolitan Victory Awards, o conocido como el “Oscar de la política”, es un evento internacional que premia a los representantes del sector político del mundo, tanto a autoridades, campañas y profesionales que están destacando con valiosos aportes en sus países. Entre los ganadores de la reciente edición se encuentra el comunicador político Manuel Jeanpierre Navarro Canales, quien recibió el reconocimiento de la categoría Youth Leadership Awards. El experto en asesoramiento y campañas de impacto conversó con Infobae sobre el camino que le tocó recorrer para ubicarse entre los mejores exponentes de su área.
“Este premio lo conozco hace años, desde que estaba estudiando, y me decía, algún día lo ganaré. Me preparé académicamente para lograrlo. El esfuerzo tiene que ser constante. Cuando uno no nace con privilegios tiene que esforzarse el triple. Una sonrisa y ánimo para seguir adelante”.
A los 24 años ya lideraba equipos de comunicación en el Congreso de la República, un reto que asumió con la responsabilidad de no dejar de prepararse. Su objetivo fue claro, continuar absorbiendo todos los conocimientos que podía. Esta decisión lo llevó a Colombia, España y Argentina, donde vivió de cerca la esencia política y la participación ciudadana en toma de decisiones.
El miedo a dar una opinión en coyuntura se ha ido desvaneciendo. Aunque las redes sociales han servido de plataforma de expresión, aún muchos jóvenes rechazan involucrarse en política.
Es difícil meterse a política o para asesorar a políticos. Yo decidí involucrarme porque considero que de cierta manera debía aportar en algo al país. Siento que puedo sumar a la sociedad. Desde el 2018 estoy trabajando, a la par que terminaba mis estudios. Considero que es importante la parte académica, que no hay mucho en Perú en cuanto a los comunicadores políticos. Comencé asesorando a un parlamentario, luego como jefe de prensa en una bancada, donde estuvo a cargo de otros profesionales. El camino ha sido largo.
“Sobre las oportunidades. Acá no contratan comunicadores políticos. Tenemos un déficit. Hay muchos, hacen miles de cosas, pero es necesario que puedan especializarse. Falta eso. Si queremos trabajar en el Estado o de una manera ayudar al país, se necesita que estos trabajen en las instituciones para que canalicen mejor la información y la transmitan a todo el país”.
Tiktok y otras plataformas abrieron una ventana para la participación activa de los peruanos, sobre todo para organizar a las comunidades jóvenes. Este paso es un gran avance.
En el caso de Perú, las marchas tuvieron un gran éxito para sacar a Merino por lo que se viralizaban en Tiktok, los jóvenes movieron todo esto. Desde cómo protegerse de las bombas lacrimógenas y más. Lamentablemente no hay un liderazgo, no hay oportunidades para los jóvenes en los partidos políticos. Por ejemplo, en el Congreso hay muchas personas mayores y los jóvenes que están en el Congreso, al menos para mi, no nos representan. Falta una mayor participación y que se involucren más en acciones, no solo en tecla, como sucede en otros países. Ahora están mucho más preparados que antes. Considero que alguien de 25 o 26 podría hacer las cosas mil veces mejor que alguien de 50. El tiempo es ahora.
El perfil de los políticos en Internet parecen seguir una improvisación natural, mas no una gestión de contenidos de impacto.
Las campañas políticas en el Perú son muy precarias. Aún seguimos con la idea de que los equipos de comunicación son una gastadera de plata y prefieren la espontaneidad, sin estrategias. Eso esta muy mal y es peligroso, tanto para la democracia como para las campañas electorales. Si un político hace algo porque se le ocurrió, o por ser espontaneo, pienso que su gobierno será de la misma manera. No hay una preparación previa.
Los frutos de su esfuerzo al estudiar un máster en Comunicación Institucional y Política en la Universidad de Sevilla concluyo en obtener una nota sobresaliente y recibir una matrícula de honor. Su proyecto final se tituló “Tiktok en campañas electorales, caso Perú 2021″.
Con el inicio de la pandemia notamos un cambio en la interacción de autoridades con ciudadanos, era más cercana. ¿Qué pudo causar ese desequilibrio y sensación de ausencia que notamos hoy en día?
Partimos por la premisa de que la comunicación no puede arreglar lo político. La política en va mal desde hace mucho, desde la elección de PPK, y creo que desde ahí empieza la crisis mucho más grave, junto con la inestabilidad. Incluso, hasta con Ollanta Humala estuvimos más estables. Para mí, la comunicación ha sido muy mala. Si nosotros decimos, cuál ha sido la cara de la pandemia, podríamos decir Martín Vizcarra, que salía todos los días con un programa para anunciarnos 15 días mas de cuarentena. Lo fue, sin embargo no pudo controlar todo, no comunicó de una forma correcta, la información en este contexto es difícil de darse porque es cambiante. Esto, junto a temas de corrupción, como el vacunagate, fueron malas decisiones políticas, por no pensar en la población, sino en uno mismo. Hay muchos políticos que son individualistas. Hay mucho por mejorar, falta que se haga mejores análisis e investigaciones.
Mirando hacia el 2026, ¿cuál es el escenario que afrontarán los jóvenes y qué papel pueden asumir para intentar mejorar la clase política?
Será muy interesante, y dependerá mucho si Pedro Castillo, Dina Boluarte o el presidente del Congreso sobrevivan a este periodo. Veo muy complicado que la izquierda pueda gobernar por toda la tendencia en Sudamérica. Espero que el panorama para los jóvenes sea mejor. El perfil que deben cumplir no solo debe ser de un profesional más. Es importante que estudien gestión pública, que es necesario porque van a servir. Debe ser alguien que milite, que se involucre en causas sociales y crea en ellas, y no piense que solo le dará una curul. Por ejemplo, hay una mala practica de los congresistas, no son especialistas en nada, pero abarcan muchos temas. Se tienen que enfocar y profesionalizarse. La tarea es difícil, pero no lo veo imposible. Precisan una mentalidad de querer cambiar las cosas y ser una buena persona, que es vital para estar en política. Menos intereses personales y pensar mas en las personas. No repetir como loro “para el pueblo, para el pueblo...” Al final, la gente es jefe de los parlamentarios. No sean políticos, sean humanos.
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