Kasarakuy, el matrimonio ancestral en la tierra de los Incas que se resiste a ser olvidado en Cusco

Tradiciones que marcaron nuestra historia. La cultura andina celebra el amor por medio de rituales y agradecimientos para atraer la abundancia, unión y prosperidad.

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El ancestral matrimonio en Cusco, el Kasarakuy, un ritual que celebra al amor. (ANDINA)
El ancestral matrimonio en Cusco, el Kasarakuy, un ritual que celebra al amor. (ANDINA)

El tiempo no entierra las costumbres de nuestros antepasados. Cusco es mágico, enigmático e histórico que atrae a miles de visitantes al año, convirtiéndose en uno de los destinos turísticos más populares que tiene el país. Pese a la gran movilización de personas, tanto nacionales como extranjeros, no ha causado que los locales olviden aquellas enseñanzas y actividades que identificaron a los antepasados que habitaron el antiguo Perú.

Rituales, ceremonias y festividades forman parte del legado cultural que hemos recibido, sosteniendo la responsabilidad de que no se quede en el recuerdo y permanezcan vigentes para las futuras generaciones. Entre ellas se encuentra una tradicional ceremonia para celebrar el amor de dos personas. Esta lleva el nombre de kasarukuy, término que proviene del vocablo quechua que es definido como “matrimoniarse”.

A diferencia de las uniones convencionales, esta tiene una preparación diferente y debe ser programada en una temporada específica para que la tradición se mantenga.

El matrimonio ancestral en los Andes del Cusco

Decidir compartir la vida con el ser amado se expone en el kasarukuy, una celebración heredada de los padres, abuelos, y que se conecta con las prácticas milenarias de la civilización incaica. En Cusco, los enamorados se alistan para organizar este evento, que debe realizarse en el mes de agosto, conocido también como “el mes de la espiritualidad”. Entre las principales características es que todos los miembros de la comunidad a la que pertenecen se involucran en su totalidad. Este ritual no discrimina a sus participantes, por lo que no importa a qué religión pertenecen, cuando se trata de festejar a dos enamorados no hay brechas que los separe.

Esta ceremonia simbólica no solo se organiza para los matrimonios, también para aquellos que deseen renovar sus votos.

La costumbre indica que este ritual se ejecuta después de la ceremonia religiosa. Dejan sus largos vestidos y trajes de corbata para lucir sus atuendos típicos. Acondicionan un espacio donde los platos típicos no faltan, ni las bebidas favoritas de la pareja. Cantos y bailes giran entorno a este espacio de alegría y goce que se llena de color con las flores, en especial las amarillas, y elementos decorativos, como serpentina o pica-pica. La ceremonia de hoja de coca para agradecer a la pachamama es infaltable.

El presupuesto a invertir está a cargo de las dos familias, quienes convocan a los padrinos para que hagan un apoyo económico adicional, similar a lo que se vive con las bodas puneñas o huancainas. Las tareas se dividen para tener a tiempo los alimentos, bebidas y adornos a usar.

Comida especial. Lechón y cuy al horno sorprende a los paladares de invitados y novios. También se incluyen las tortillas de maíx, papa, cochalluyo, habas y demás potajes.

El ritual de los novios

Las prendas de vestir se asocian al clima festivo. El novio usa un poncho y chullo, pantalón de vestir y un pequeño bolso que lleva colgado, en el cual guardan las hojas de coca. En el caso de la novia, ella luce un vestido tradicional confeccionado a su talla junto a una pollera bordada y chaqueta.

La paltasqa

Uno de los momentos más esperados por los asistentes es el inicio de la paltasqa, que lleva las mismas características de la palpa. Consiste en un recorrido que hacen familiares e invitados, quienes siguiendo el ritmo de la música cuelgan billetes en las prendas del novio y novia. Cuando las luces se apagan y la música deja de sonar, la pareja hace el conteo del dinero que les han regalado.

Andina relata que lo ideal es que la esposa obtenga más dinero. Eso significará que les irá bien en este nuevo inicio, siendo una señal de que no les faltará nada. Pero, si el que obtiene más regalos es el esposo, se cree que no tendrán buenos augurios.

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