El poder de una mente emprendedora: Lidia Cortez y su historia de éxito detrás de la Feria de los Deseos

Nuestra embajadora de los productos cultivados en tierras peruanas. Su nombre se encuentra relacionado a las celebraciones, a lo místico y a la visión de emprender sin barreras. A base de esfuerzo y constancia, Lidia Cortez, una puneña de nacimiento, se ha ganado el reconocimiento nacional por promover las tradiciones y abrir espacios para que el sector agricultura, gastronómico y de artesanía sean conocidos en toda la nación.

Su trayectoria ha significado un importante valor para las emprendedoras. Para este año 2022, revista Forbes la incluyó en el ranking de las 50 mujeres más poderosas del país. Aunque muchos hemos llegado a ella gracias a la Feria de los Deseos, un evento que ha durado más de 10 años, el cual tuvo como escenario principal una avenida aledaña al Campo de Marte de Jesús María.

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Nacida en la ciudad de Puno, es hija única de una madre soltera, quien le enseñó las primeras herramientas para que pueda salir adelante y no tener carencias, por lo que el trabajo constante y dedicado marcó su vida. El ciclo de compra y venta lo vivió de cerca con sus labores en la chacra, así como de vendedora de chompas en ferias temporales. Su visión de seguir desarrollándose la llevó a pedir apoyo, solicitando préstamos en bancos, los cuales siempre rechazaban y causaban atrasos en sus planes de inversión en negocios.

Esto no fue una limitación, ni mucho menos significó que abandone sus objetivos. Decidió formar su primera asociación de tejedoras con la que rápidamente destacó el mérito de lo artesanal. A partir de 1998 su historia de éxito se fue forjando, sumando a compañeros que compartían las mismas ganas de prosperar. Años más tarde, y con la experiencia ganada, se convirtió en un agente de negocios al asumir un rol participativo en la exportación de productos oriundos del Perú, como la quinua, kiwicha y hierbas medicinales.

Para el año 2019, la Municipalidad de Jesús María informó a la comunidad que el espacio ocupado por la Feria de los Deseos de Lidia Cortez sería restaurado, retirando a los comerciantes que por años trabajaron en el lugar con venta de artesanías, platos típicos, además de realizar rituales, como los populares baños de florecimiento.

“Esta feria es una tradición”, comentó una de las comerciantes que fue sorprendida con el anuncio, solicitando que se haga una extensión de tiempo para trasladarse a otro lugar e informar a los visitantes que ya no continuarían en el distrito. Este impacto a sus actividades causó que se movilizarán a La Victoria de manera temporal. Con la llegada de la pandemia, el recordado escenario de la feria fue entregado para la colocación de un vacunatorio COVID-19, que hasta la fecha sigue en funcionamiento. No se sabe con exactitud si la nueva gestión retomará las acciones para construir el proyecto anunciado años atrás.

Probablemente la Feria de los Deseos sea la más famosa entre los peruanos, pero no es la única que ha organizado Lidia. En su lista de eventos de gran concurrencia se encuentran la Feria de la Mujer Emprendedora gestionado por el Día de la Madre en Perú; la Feria Campesina por el Día del Campesino; la Feria de la Peruanidad, por las celebraciones de Fiestas Patrias; la Feria de Cultivos Andinos y la Feria de los Deseos, por Año Nuevo. Sus costumbres y calendario de festividades las ha asociado a sus negocios, abriendo nuevas ventanas para dar a conocer los trabajos de artesanos, agricultores y cocineros que impulsan la gastronomía de nuestro país.

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