Una monja entre terroristas: Nelly Evans, la exreligiosa que ayudó a financiar a Sendero Luminoso y hoy vive en libertad

A principios de los años ochenta, Abimael Guzmán inició una ola de terror en el Perú por medio de atentados y crueles asesinatos. Para continuar con su ideario tuvo que buscar financiadores que apoyen su causa.

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En Suiza se encontró una
En Suiza se encontró una cuenta abierta en los 90 por Nelly Evans, pero después la trasladó a Elena Iparraguirre.

La historia del Perú se tiñó de sangre con el surgimiento de agrupaciones terroristas al interior del país durante la época de los ochenta, la cual se dispersó rápidamente hacia Lima, con el fin de obtener un control social y político por medio de asesinatos, secuestros y actos violentos que atentan contra cualquier derecho de la persona. En esta figura encaja Abimael Guzmán, conocido como el ‘presidente Gonzalo’, quien fue el líder de Sendero Luminoso, uno de los movimientos más sanguinarios que reunió a cientos de seguidores, a los cuales adoctrinó.

Esta secta del terror dejó un saldo de más de 60 mil víctimas, en su mayoría campesinos, según sostienen los datos de la Comisión de la Verdad y Reconciliación del Perú (CVR). Al tener como visión apoderarse de gran parte del territorio nacional, necesitaban recursos económicos para lograrlo, además de una serie de planes para no ser descubiertos, ni el beneficiado o los financiadores. De este último grupo se destaca el nombre de Nelly Marion Evans Risco, quien fue una pieza clave en el juego de dominio del terrorismo.

En la clase acomodada de Lima nació Nelly Evans, una católica peruano-británica hija del matrimonio compuesto por hija de Stanley Evans Lembcke y Nelly Risco Bohl. Formó parte de la plana estudiantil del colegio Villa María de Miraflores. En su adolescencia y juventud encontró su vocación, el ayudar al prójimo, por lo que no fue sorpresa en su familia que tiempo más tarde decidiera integrar la Congregación de las Hermanas Siervas del Corazón Inmaculado de María.

Su estancia en el país no fue continua, ya que viajaba a Estados Unidos para capacitarse en temas de Teología, Ciencias Sociales y Pedagogía. Entre 1961 y 1968 mantuvo ese ritmo entre Pensilvania y la capital peruana. Con la experiencia obtenida inició una nueva etapa profesional como educadora, sin descuidar la labor social que asumió. Estando en el Perú estudió en la PUCP para convertirse en profesora. Hasta este capítulo de su vida nadie sospechó que su vínculo con Sendero Luminoso estaría apunto de iniciar.

¿Una monja financiando a criminales?

Esa esencia innata de proteger a los necesitados se desvaneció por completo cuando fue captada por la agrupación terrorista bajo el mando del ‘presidente Gonzalo’. No se sabe con exactitud quién ni cuándo fue captada, aunque si se informó que los primeros acercamientos se dieron cuando Evans cumplía con sus labores de enseñanza en los distritos populosos, como Villa El Salvador, uno de los escenarios donde atacaron y que se recuerda como la escena del crimen de la ‘madre coraje’, la dirigente María Elena Moyano.

Ella no fue la única integrante de su familia que fue atraída hacia el poder de Abimael. Su sobrina, la bailarina Maritza Garrido Lecca, también fue reclutada, convirtiéndose en una protectora y cómplice para esconder a Guzmán cuando los agentes del GEIN estaban tras sus pasos.

Las investigaciones del Grupo Especial de Inteligencia del Perú indicaron que a la exreligiosa le dieron la responsabilidad de ser un enlace con organismos, de tendencia comunista. Cuando las autoridades iniciaron las indagaciones para reconocer quiénes estaban detrás de estas acciones macabras, se identificó a Evans. Cuando fue arrestada se accedió a datos valiosos para llegar a la cúpula de Sendero y al ideólogo de terror.

Para enero de 1991 se le hallaron chequeras y un registro bancario en Suiza. Pasaron 26 años para que el país europeo emitieran una alerta al Perú sobre la cuenta que estaba a su nombre. En este punto es importante precisar que ella fue condenada en el año 2006 por pertenecer a una agrupación terrorista, mas no por ser un aliado financiero.

FOTO DE ARCHIVO: El fundador
FOTO DE ARCHIVO: El fundador de Sendero Luminoso Abimael Guzmán y su esposa y segunda líder del grupo, Elena Iparraguirre, asisten a un juicio durante la sentencia de un caso de coche bomba de Sendero Luminoso en 1992 en Miraflores, en una prisión de alta seguridad naval en el Callao. REUTERS/Mariana Bazo/File Photo
Nelly ayudó a reclutar jóvenes militantes, además de participar y prestar apoyo logístico a los terroristas que se desplazaban por el territorio nacional. Por aquellas épicas se creía que la fuente de ingresos venía de los cobros en la ‘academia’ César Vallejo o de los cupos que pedían al narcotráfico en el Alto Huallaga.

Una publicación de diario El Comercio precisa que el 20 de agosto de 1990 la senderista abrió una cuenta en el Banco Privée Edmond Rothschild, en Ginebra. Considerando el tiempo que había pasado desde su captura y arresto en 1991, para el año 2020 ya tenía acumulado una suma total de más de un millón de dólares. Estos registros financieros también indicaron que la educadora nombró a Elena Iparraguire, esposa de Abimael Guzmán, como apoderada de los fondos.

El especialista Óscar Solórzano escribió para el International Centre for Asset Recovery sobre este caso, sosteniendo que, para la CVR, la exreligiosa utilizó su fortuna familiar para financiar a Sendero Luminoso, aunque nunca pudo ser probado en un juicio, pese a que sí fue condenada por actuar como testaferro de la organización.

Abimael Guzmán fue condenado a
Abimael Guzmán fue condenado a cadena perpetua
Para enero del 2021, se informó que el dinero hallado en la cuenta de Suiza pasarán a propiedad del Estado, luego de que un juzgado declarara fundada la demanda de extinción de dominio interpuesta por el Ministerio Público.

La polémica condena

El proceso de su caso fue mediático y cuestionado. Ella recibió cadena perpetua, una decisión tomaba por un tribunal militar “sin rostro”, denominado así por procesar los delitos de terrorismo en los que se reservaba la identidad de los magistrados.

Para el año 2003, y tras varios años de estar privada de su libertad, las decisiones que tomaron estas autoridades fueros declaradas nulas por el Tribunal Constitucional. Se presentó a un juicio ordinario con las garantías judiciales adecuadas. Para el 2006 recibió una nueva condena por 15 años. Al haber estado recluida la misma cantidad de años, el juez consideró que ya había cumplido con el periodo, por lo que ordenó su libertad inmediata. En la actualidad no registra propiedades a su nombre ni se ha tenido apariciones públicas, optando por el anonimato.

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